viernes, 23 de agosto de 2024

El dilema de ser fotógrafo: ganarse la vida.

 

Cuando Dios le entrega a uno un don, también le da un látigo, y el látigo es únicamente para autoflagelarse con él

Truman Capote

Nunca antes en nuestra historia la opinión de los simples mortales como uno tiene tanto valor, aunque es algo cuántico, tal cual un fotógrafo en el experimento de Schrödinger  porque puedes desgañitarte por las redes sociales, nadie respondería pero si obtienes alguna notoriedad enseguida se sumaran amigos y enemigos en una infinidad de diatribas bizantinas muy al estilo de la inquisición española para quienes todos éramos sospechosos y culpables aun demostrando lo contrario, lo que por cierto (creo) es el sueño de muchos.

Desde que comencé a escribir de manera más o menos constante hace ya 18 años según mi blog más viejo, siempre he tenido en cuenta las buenas reseñas y las malas, las primeras acarician mi ego que siempre se siente agradecido cuando no se siente tan solo, el segundo caso sin satisfacerme (a todos nos encanta que nuestras cosas gusten) me agrada pues si se han tomado la molestia de leerme y no les agradó por el tema que fuese, al menos sé que se le removió algo y en cualquier momento reflexionarán , de ahí parte el cambio así que a ellos también les agradezco me contradigan.

En este Newsletter llevo poco tiempo escribiendo y las métricas sin ser ninguna maravilla, tampoco son tan malvadas, si en este universo de millones de posibles lectores me leen mil al mes es más gente que la que me ha escuchado forzada por la circunstancia universitaria al menos en los momentos en que he tenido más estudiantes por semestre, por tanto, considero esos mil lectores un tesoro. Entre esos mil lectores hay hasta exalumnos y no siempre están de acuerdo conmigo, es lo normal, uno de los mayores aprendizajes de la vida está en el rebote, así como me han aceptado en salones importantes también tengo mi larga cuota de rechazos que templan el carácter y te hacen saber que por muy bueno que te consideres en algo, siempre habrá otros mejores que tú o existirán otros tantos que consideren tu trabajo una tontería y eso no es ninguna tragedia, es lo normal.

Hace días escribí sobre lo que consideraba un buen fotógrafo, un exalumno se amoscó totalmente por mi artículo como siempre pienso que cada quien tiene su idea y al final entre ser feliz y tener la razón siempre es preferible ser feliz, total, tampoco es que el mundo va a implosionar si el profesor Briceño desde su PC se arma una pelea innecesaria con uno de sus lectores.

La fotografía es un oficio, comenzando por ahí, por tanto, hay tantas variantes como posibilidades existan, en otros términos si te atrincheras en un solo nicho, digamos que los productos de tocador, solamente fotografías cosméticos de uso masculino para el público tropical, para ello te armas toda una estrategia de marketing, email marketing y hasta te inventas una marca ficticia para mostrar a los posibles clientes la maravilla de tu trabajo es factible que puedas ganarte la vida con tu móvil y una cajita de luz con iluminación LED, sin mucho estrés, solamente escoger el nicho que más te vaya bien, todo es ganarse la vida que si además te permite tener una vida holgada con mucho trabajo pues aplausos de pie, igual con cualquier otro género de la fotografía, excepto (siempre hay un pero) si te da por ser “artista” porque ahí el baremo responde a mil detalles que nadie ha podido asir con seguridad, donde puedes tener una técnica impecable pero sin ninguna intención comunicativa (evidente) , también están los que recurren a  los filtros de cualquier APP y siguen cayendo en la necedad de no integrar la intención comunicativa de forma fácilmente legible, ser fotógrafo y no tener mensaje implícito (el que sea) que no necesite una aclaratoria por parte del artista lo exime de cualquier consideración, incluso en algunos casos es el mismo jurado quien no entiende, he visto casos de salones donde un competidor cuya obra no fue tomada en cuenta, la misma pieza fue ganadora en un concurso internacional un año más tarde, ser artista es un drama.

Ser fotógrafo no debe ser un drama

Todo es cuestión de aspiraciones, si es solo ganarse la vida hay todo un mundo ahí afuera donde buscar clientes, una ciencia de marketing bien establecida con herramientas para usarlas en función de tus necesidades, clientes deben haber de sobra , el asunto es encontrarlos y ese es el verdadero trabajo difícil para los fotógrafos contemporáneos que deben batallar con las bajas tarifas, la competencia salvaje que existe entre los nuevos fotógrafos (esos de IA y aparaticos mágicos) , los Smartphone y las herramientas generativas que han reducido sensiblemente los ingresos de quienes antes vivíamos con dos o tres trabajos al mes que daban mucho más que los sueldos de nuestras respectivas profesiones (ser profesor es mal negocio en Venezuela).

La única solución que le veo es hacer marketing dirigido al nicho que se le haga más sencillo a un fotógrafo, siendo el más complicado (a mi opinión) cualquiera que me fuerce a tener interacción social, por eso me encanta ser documentalista porque los documentalistas somos invisibles o al menos debemos hacer el esfuerzo por serlo pues cualquier interacción con el entorno alteras el natural desenvolvimiento de lo que sea estés registrando, sin más interacción social que ser ignorado hasta que destapas la primera cerveza en el bar local y empiezas a conocer gente y con cuatro o cinco cervezas el panorama cambia. La última vez que intenté hacer un registro en un festejo infantil sin cobrar (afortunadamente) terminé gritándole a las señoras y a los niños, en algún momento el caos se desató y vi desde un niño sacándose los mocos de la nariz y barnizando la torta con ellos hasta madres y padres formando parte del caos buscando espacio alrededor de la mesa con la torta, mi paciencia tiene un límite y esa tarde lo conocí, nunca más haré ese tipo de trabajo, dios bendiga a los amigos fotógrafos que se destacan en eso.

Vale, cuando comenzamos a caminar por la senda de la imagen es normal que queramos comernos el mundo, se fotógrafos de la revista Vogue, ser contratado para publicaciones como Ocean drive, quizás jugarte la vida como reportero de guerra en cualquier parte del mundo donde cargar una cámara réflex no te valga ser asaltado por los militares o policías, hacer un blog de viajes y andar por el mundo fotografiando y escribiendo, en fin, ser pare de la glamorosa legión de fotógrafos bien pagados del mundo, hacerte de un nombre para terminar siendo considerado el Cartier Bresson/Robert Cappa/ Sebastián salgado/Robert Mapplethorpe/ Nelson Guarrido/ Luis Brito (y una larga lista de genios ) de tu generación.

En teoría todos tenemos la misma oportunidad de ser émulos de nuestros héroes, sin embargo, la realidad hace otra cosa, nos restringe a las posibilidades que otorgan las variables inmanejables de origen/nacionalidad/crianza/posibilidades económicas/educación y valor, antes de seguir debo hacer un apare sobre el último punto “el valor” , si algo lamento de mi pasado fue no haber sido más previsivo y salir del acuartelamiento voluntario de estar atrapado en una capital de provincias en mi mejor momento como fotógrafo, un tren que pasó y en el que no podré volver a montar, si hay algo indispensable para los fotógrafos talentosos es tener el valor de poner a prueba tus facultades en el espacio idóneo, mientras solo tienes la responsabilidad por ti mismo es el momento de tomar las maletas y buscar otros aires recordando que muy  pocos llegan a ser profetas en su tierra, ya soy un hombre de 52 años y en este momento deben haber al menos diez millones de mejores fotógrafos que yo, aunque no suelto el sueño tampoco me doy mala vida por ello, aunque tengo miles de cosas por agradecer hay otras tanto que tengo que soltar para poder ser feliz.

No hay que ser un maestro

Volviendo al tema, no hay que ser un maestro de la fotografía para ganarse la vida, al final lo que interesa es la opinión de tus clientes que a fin de cuentas son quienes te dan los fondos para honrar los asuntos económicos de todos los días, atrincherarse en un solo nicho y no salirse de ahí, tener un equipo réflex no te hace multitasking dentro del área fotográfica. Si eres fanático de un deporte entrénate con las ligas menores de tu localidad los mejores fotógrafos de cualquier área son aquellos que conocen tan bien su nicho que no se tienen que mover de allí para sobrevivir. el problema de esa estrategia es el tiempo que pasa entre el instante que decides incursionar en un nicho hasta que este comience a dar muestras de vida con contratos regulares, todo tiene su tiempo y su estrategia, el asunto en todo caso es de aguante y trabajo constante que en algún momento explota la burbuja.

En resumen, un buen fotógrafo es aquel que logra ganarse la vida con su oficio, ser un maestro es cuestión de otros factores que no van al caso en este texto, hacer fotos de todo para cualquier cliente es la peor idea que uno puede tener, por muchos años lo intenté por el mismo asunto de las cuentas y fallé, hasta que me di cuenta que lo mío era otra cosa, mucho más complicada, pero al fin de todo es lo que me hace final, ya no quiero ser un maestro, solo con ganarme la vida del modo en que sueño me basta, ahí vamos.

Profesor José Ramón Briceño Diwan

19/08/2024

 


 

 

Suscribirte en LinkedIn

miércoles, 21 de agosto de 2024

El Poder de la Perspectiva en la Fotografía: Cómo la Perspectiva y el Punto de Vista Afectan la Interpretación de una Imagen

 

En el vasto mundo de la fotografía, la perspectiva no es simplemente una cuestión técnica relacionada con la profundidad y el ángulo. Más allá de sus fundamentos en óptica, la perspectiva en fotografía desempeña un papel crucial en cómo interpretamos y damos significado a una imagen. Este artículo explora cómo la perspectiva y el punto de vista influyen en la percepción de una fotografía, mostrando que cada decisión sobre la perspectiva es una elección consciente que afecta profundamente el mensaje que queremos transmitir.

Comprendiendo la Perspectiva Fotográfica

La perspectiva en fotografía se refiere a la representación visual del espacio y la profundidad en una imagen bidimensional. Al igual que en la pintura y otras artes visuales, la perspectiva fotográfica ayuda a crear una ilusión de tridimensionalidad sobre una superficie plana. Esta ilusión se basa en varios principios, como la convergencia de líneas, el tamaño relativo de los objetos y el uso de ángulos.

En términos más simples, la perspectiva determina cómo percibimos la relación entre los diferentes elementos de una imagen. Por ejemplo, al tomar una fotografía de una calle larga, el uso de una perspectiva en línea de fuga puede hacer que los edificios y el pavimento parezcan converger en un punto en el horizonte, sugiriendo profundidad y distancia.

La Perspectiva y el Punto de Vista: Más Allá de lo Técnico

La perspectiva en fotografía no es solo una cuestión técnica; también es una herramienta poderosa para comunicar ideas y emociones. El punto de vista desde el cual se toma una fotografía —ya sea a nivel del suelo, desde arriba, desde abajo o a un ángulo inclinado— afecta cómo el espectador interpreta la imagen.

Perspectiva desde Arriba: La Visión Aérea

Cuando una fotografía se toma desde un ángulo elevado, se crea una sensación de distanciamiento o de observación desde un punto superior. Esta perspectiva puede dar al espectador una visión más amplia del contexto y puede sugerir una cierta objetividad. Por ejemplo, una vista aérea de una ciudad puede hacer que las personas y los edificios parezcan pequeños e insignificantes, lo que puede transmitir una sensación de grandiosidad o aislamiento.



Perspectiva desde Abajo: El Poder del Ángulo Bajo

En contraste, tomar una fotografía desde un ángulo bajo puede hacer que los sujetos parezcan más grandes y dominantes. Esta perspectiva se utiliza a menudo en retratos para conferir poder y autoridad al sujeto. Un retrato de una figura pública tomado desde una perspectiva baja puede enfatizar su importancia y presencia, mientras que un ángulo alto podría hacer que la misma figura parezca más vulnerable.



Perspectiva a Nivel del Suelo: La Intimidad y la Inmediatez

Fotografiar a nivel del suelo puede ofrecer una sensación de cercanía e intimidad. Al capturar un sujeto desde una perspectiva cercana y horizontal, se puede crear una conexión más personal con el espectador. Esta técnica es frecuente en la fotografía de vida cotidiana y en los retratos, donde el objetivo es involucrar emocionalmente al espectador con el sujeto.

La Perspectiva como Herramienta de Narrativa

Cada elección de perspectiva no solo afecta la forma en que se perciben los elementos en una imagen, sino también la narrativa que se construye. La forma en que encuadramos una fotografía puede cambiar radicalmente el mensaje que transmitimos.

Creando Enfoques y Énfasis

La perspectiva puede guiar la atención del espectador hacia ciertos elementos de la imagen. Por ejemplo, un fotógrafo puede utilizar una perspectiva en ángulo para enfatizar un objeto o una persona en primer plano mientras difumina el fondo. Esto no solo dirige la mirada del espectador, sino que también puede influir en la interpretación del contenido de la imagen.

 Cambios en la Escala y la Proporción

La manipulación de la perspectiva también afecta la percepción de la escala y la proporción. Un objeto en primer plano puede parecer desproporcionadamente grande en comparación con el fondo, creando un sentido de magnitud o exageración. Esta técnica puede ser utilizada para destacar la importancia de un elemento específico dentro de la composición general de la fotografía.

La Perspectiva y el Contexto Social

La perspectiva también juega un papel en la representación de contextos sociales y culturales. Una fotografía tomada desde una altura que observa un grupo de personas puede sugerir una crítica social o una observación distante, mientras que un enfoque más cercano puede transmitir una conexión emocional más profunda. La elección de la perspectiva en estas situaciones puede influir en cómo se perciben las relaciones y dinámicas sociales representadas en la imagen.

Perspectiva y Estilo Personal

El estilo fotográfico de un fotógrafo a menudo se refleja en sus elecciones de perspectiva. Algunos fotógrafos prefieren perspectivas dramáticas o inusuales para desafiar las expectativas del espectador y ofrecer nuevas formas de ver el mundo. Otros pueden optar por perspectivas más convencionales que enfatizan la claridad y la precisión.

La Influencia del Entorno y el Contexto del Fotógrafo

La perspectiva elegida puede estar influenciada por el entorno y el contexto en el que trabaja el fotógrafo. Por ejemplo, un fotógrafo de paisajes puede utilizar perspectivas amplias para capturar la grandiosidad de la naturaleza, mientras que un fotógrafo urbano puede optar por ángulos más cerrados para resaltar detalles arquitectónicos y humanos en el entorno metropolitano.

La Perspectiva como Expresión Artística

Además de sus funciones técnicas y narrativas, la perspectiva también puede ser una forma de expresión artística. A través de la manipulación de la perspectiva, los fotógrafos pueden experimentar con la percepción visual y crear imágenes que desafían o amplían nuestra comprensión del espacio y la forma.

 La Perspectiva como decisión consciente en la fotografía, la perspectiva es mucho más que un aspecto técnico; es una herramienta poderosa para transmitir significados y emociones. Desde la elección de un ángulo elevado o bajo hasta la manipulación del tamaño y la proporción, cada decisión sobre la perspectiva afecta cómo interpretamos una imagen y qué mensaje percibimos.

Al comprender el impacto de la perspectiva en la fotografía, los fotógrafos pueden utilizar esta herramienta para mejorar su comunicación visual y ofrecer imágenes que resuenen de manera más profunda con el espectador. La próxima vez que tomes una foto, reflexiona sobre cómo tu elección de perspectiva puede influir en la narrativa y la emoción que deseas transmitir, y cómo puede afectar la interpretación de la imagen por parte del público.

La perspectiva en fotografía no solo define cómo vemos el mundo, sino también cómo elegimos contar su historia. A través de la manipulación consciente de la perspectiva, podemos crear imágenes que no solo capturan la realidad, sino que también la interpretan y la transforman en algo único y significativo.

Prof. José Ramón Briceño Diwan






Suscribirte en LinkedIn

sábado, 17 de agosto de 2024

Inversión en Educación vs. Promesas : Que Necesitas para aprender a ser fotógrafo

 Todos los profesionales tienen altas y bajas, no todos son el éxito personalizado y hay que ganarse la vida, para ello dar clases es una opción interesante, lo diré yo que he dedicado gran parte de mi vida profesional a la docencia donde he dado clases en cátedras universitarias hasta llegar al extremo de inventarme cursos para ganarme el pan cada tanto. En teoría dar clases es un buen modo de ganarse la vida mientras tengas el conocimiento suficiente para ello y un trabajo solido que lo respalde, pero a menos que seas un divo (o diva) de la fotografía, el trabajo de montar una escuela de fotografía es un asunto que siempre fue cuesta arriba, entre la competencia y lo elitesco del oficio (al menos en Venezuela) tener una escuela exitosa es el resultado de aguantar durante un rato todo tipo de contratiempos hasta que fama y fortuna tocan a la puerta de tu academia, ese tiempo puede ser entre seis meses o cuatro años, tal como va la tecnología si no hay una especialización en camino difícilmente tendrá éxito ninguna iniciativa.

Tiempos difíciles

En estos tiempos complicados siempre estoy pensando en que puedo hacer para captar más capital, las cuentas en casa se acumulan, la inflación es cosa de todos los días, un sueldo no es suficiente por muy profesor universitario que seas, el asunto es siempre buscar modos de ganar más, como antes de inventar nada hay que documentarse para ello no hay mejor indicador que las redes sociales, andando en proceso de investigación me tropiezo con un post en Instagram donde venden “cursos de fotografía digital” por un dólar, sin salir de mi asombro sigo revisando el post y toda la información es que una vez haces el deposito te envían por email una serie de guías, videos y ejercicios que prometen hacerte fotógrafo por poco dinero, de hecho (no voy a hacerles publicidad) su promoción está apalancada en la premisa de ensañarte un oficio para salir a ganarte la vida.

Hacerse de un oficio es algo que considero absolutamente necesario sobre todo para los que no nacimos con más bien de fortuna que nuestro cerebro y tenemos los sentidos en su justa dimensión lo que de por si es una bendición, a falta de fondos tienes inteligencia que eso es ya un camino andado, tanto más en estos años de chat GPT en los que al primer descuido serás fácilmente suplantado por un al ritmo de inteligencia artificial que aprende constantemente y puede absorber toneladas de información en segundos , mientras uno tarda (en mi caso) al menos cinco años de estudio para medio decirse especialista en algo viene la IA generativa y se aprende todo eso en segundos, por lo que un oficio así sea el de carpintero/mecánico/plomero/pintor o lo que sea no le va mal a nadie, en ese lote estuvo la fotografía por años, de hecho la fotografía ha pagado desde mi universidad hasta el posgrado pasando por darme acceso a sitios donde no hubiese podido estar de no ser por la dupla oficio/profesión pero en realidad el oficio me abrió la puerta y la profesión me permitió dar opiniones avaladas por la academia.

La experiencia hace la diferencia

Ahora bien, una cosa es hacer un curso en línea con un profesor que vaya dirigiendo el aprendizaje y quizás aprender lo suficiente como para ir por la vida haciendo cualquier tipo de fotografía para pagar las cuentas, otra muy distinta pagar unas guías y creerse fotógrafo. Siento el más profundo respeto por los maestros que me he tropezado en el camino, los que me dieron clases, los otros con los que tuve la suerte de compartir trago y conversa y hasta con quienes me peleé en algún momento por cualquier necedad profesional (propia o ajena, eso no importa) , con todos aprendí un montón, tanto como para leer algunos tutoriales y decir que están haciendo todo mal , no importa lo que diga el fabricante, por ejemplo he leído en las guías de fotografía analógica que recomiendan trabajar con los químicos a 20° , la experiencia de yo no sé cuantos cientos o miles de rollos entre los propios y los de mis alumnos durante los 10 años que estuve metido en cuanto laboratorio podía, llegando incluso a ser jefe en algún instituto allá a finales de los noventas del siglo pasado donde por aprendizaje sabía que si ponía el químico de revelado a 16° la película salía hermosa mientras que como dicen los fulanos tutoriales tenemos una película revelada con un grano excesivo, pero eso solo se prende con la experiencia y la guía de los gurúes con los que aprendí.

Entiendo que en otros países hay que hacer una licenciatura y que muchos dicen que es innecesaria por ser un oficio, la verdad todos tienen razón, si vemos la fotografía como una forma de ganarse la vida registrado la vida de los otros no hay que ser licenciado, mucho menos si lo que tienes que hacer es cómprate una cajita de luz que viene con iluminación LED incorporada y ya puedes hacer fotos de productos sin mayor drama, es más, ahora ni siquiera necesitas cámara que con un buen móvil y los accesorios indicados basta y sobra para ganarse la vida con decoro, las cámaras se usan para confundir a los clientes, para que no se enteren que su evento bien puede ser registrado con un móvil, pasar las fotos por la IA generativa indicada y listo, sin drama, pero nadie te va pagar por hacer las fotos con un móvil que para ello hay que tener aunque sea una réflex en mano.

La inversión necesaria

Sin embargo, que la fotografía sea un oficio no hace que la inversión en aprendizaje sea menos trascendental, que el cerebro sea la herramienta más importante no hace menos necesaria la inversión en educación. Si de mí dependiese nunca jamás recomendaría ningún curso/taller que dure menos de 80 horas donde al menos treinta deben ser de prácticas y el resto de información determinante sobre los mil tópicos importantes que van desde como tomar una cámara hasta el análisis de la luz, todo con la advertencia de que para considerarse experto debe tener al menos mil horas de práctica profesional. Aunque parezca mentira, ser fotógrafo no es fácil ni sencillo, la tecnología nos hace pensar eso, pero en el fondo, el arte; visto como el modo excepcional de acometer con éxito cualquier meta, es lo que marca la diferencia entre un chapucero de las IA y un fotógrafo experto, contra eso no hay marketing ni IA que te ayude a menos claro que te atrincheres en un nicho específico, pero aun estos serán superados muy pronto por la tecnología.

Hoy día la mejor inversión que podemos hacer es en investigación y práctica, para ello deben ir a buscar escuelas organizadas donde exista un pensum ajustado a la necesidad profesional del momento y no caer en estafas de cursos por un dólar que prometen hacerte experto en el tiempo que dediques en leer y observar los tutoriales, buscar a los maestros donde sea e inscribirse en sus cursos, el siglo XXI parece ser el tiempo de los tutoriales, aunque parezca mentira los tutoriales no hacen expertos pero matan oficios.

Prof. José Ramón Briceño

Caracas 17/08/2024

 


lunes, 12 de agosto de 2024

Fotografía y Lingüística: Una Mirada Interdisciplinaria al Análisis Fotográfico

 

La fotografía, como medio artístico y comunicativo, puede ser comprendida de manera profunda a través de la lingüística para designar fenómenos complejos. La interdisciplinariedad entre estas dos áreas permite una exploración rica y matizada del fenómeno fotográfico, utilizando términos y conceptos lingüísticos para desentrañar la complejidad de la imagen. En este ensayo, exploraremos cómo términos como narrativa, discurso, intención comunicativa y estructura narrativa, comunes en el análisis lingüístico, pueden ser aplicados para analizar y entender el trabajo de los fotógrafos.

 El Relato a Través de la Imagen

En lingüística, la narrativa se refiere a la estructura que da forma a una historia o relato, en la fotografía puede ser aplicada como la forma en que una imagen o una serie de imágenes construyen una historia o transmiten un mensaje. A diferencia de la narrativa escrita o verbal, que se vale de palabras para construir un relato, la narrativa visual depende de elementos visuales como la composición, la luz, el color y la perspectiva. La estructura visual (cualquier arte visual) se vale de las imágenes para comunicar discursos complejos como una suerte de atajo para que el cerebro del espectador decodifique y ajuste lo que ve a su propio marco de referencia, un ejemplo clásico son las imágenes religiosas del catolicismo (podemos ir mas lejos pero no lo creo necesario) que bastan para comunicar a los feligreses toda la carga mitológica sin tener que recurrir a grandes rodeos dialecticos pues su público originario estaba muy lejos de poder comprender fenómenos que son ajenos a su realidad o a su marco referencial dado por la cultura en la que están inmersos.

 Tomemos, por ejemplo, el trabajo de Sebastião Salgado. Sus fotografías de comunidades y paisajes presentan una narrativa poderosa que va más allá de lo que las palabras podrían capturar. La disposición de las figuras en sus imágenes, la intensidad emocional y los contrastes de luz y sombra crean una historia que comunica la experiencia humana de manera profunda y evocadora. Cada imagen en su serie puede ser vista como un "capítulo" en una narrativa visual más amplia, donde la secuencia de las fotografías contribuye a un relato cohesivo.

 

El Mensaje en Contexto

El concepto de discurso en lingüística se refiere a la forma en que el lenguaje es utilizado para comunicar significados dentro de contextos específicos. De manera similar, el discurso fotográfico se refiere al modo en que las fotografías comunican significados y mensajes en diferentes contextos culturales, sociales e históricos.

 Una fotografía no se limita a transmitir una imagen estática; también puede ser leída y comprendida en función del contexto en el que se presenta. Por ejemplo, las imágenes icónicas de la Guerra de Vietnam, como la famosa fotografía de Nick Ut de la niña vietnamita quemada por napalm, no solo capturan un momento específico, también forman parte de un discurso más amplio sobre la guerra, la política y la ética, donde es al espectador a quien le toca la tarea de reinterpretarla sin tener en cuenta la idea (o historia) del fotógrafo.

 En el análisis del discurso fotográfico, es crucial considerar cómo las fotografías interactúan con las narrativas dominantes y las ideologías culturales. ¿Qué mensaje está intentando comunicar el fotógrafo? ¿Cómo se relaciona esa imagen con el contexto histórico y cultural en el que se produce la fotografía? Estos son aspectos esenciales para una comprensión completa del discurso fotográfico.

 

La Intención del Fotógrafo

La intención comunicativa es el concepto central en la lingüística, se refiere a la finalidad que tiene el emisor al comunicar un mensaje. En la fotografía, la intención comunicativa es un factor clave en la interpretación de la imagen. La intención del fotógrafo puede ser explícita o implícita, consciente o inconsciente, y puede influir en la forma en que la imagen es percibida por el espectador.

 Al analizar el trabajo de fotógrafos como Cindy Sherman, por ejemplo, es importante considerar su intención comunicativa al crear autorretratos que exploran identidades y roles sociales. Sherman utiliza la fotografía para cuestionar y jugar con las representaciones de género y la identidad, y su intención comunicativa se manifiesta en la manera en que se presenta en sus imágenes, en los escenarios que elige y en los personajes que interpreta.

 

La Organización de la Historia Visual

La estructura narrativa, cuando la estudiamos desde la lingüística se refiere a cómo se organiza una historia para transmitir un mensaje de manera coherente, en un lenguaje que la mayoría de los espectadores puedan entender, si hablamos de fotografía la ausencia de palabras hace más amplio el espectro de posibles espectadores que se ajusten a los parámetros de la intención comunicativa del fotógrafo , siempre y cuando mantenga los elementos universales que son parte del código comunicacional de los espectadores a quienes va dirigido el “relato”. En la fotografía, la estructura narrativa puede ser entendida en términos de la organización visual de los elementos dentro de una imagen o valiéndose de una serie de imágenes; como un portafolio, por ejemplo. La forma en que se dispone el contenido visual, el uso del espacio, y la secuencia de las imágenes pueden contribuir a la construcción de una narrativa visual coherente, todos estos elementos, además, son formas de comunicación extrafotográfica que aportan sentido a la intención comunicativa.

 En el trabajo de fotógrafos como Ansel Adams, la estructura narrativa puede encontrarse en la manera en que las fotografías de paisajes están organizadas para mostrar una evolución en su percepción del entorno natural, que con su trabajo deja de ser un espacio “normal” para transformarse en una pieza de arte. Adams utiliza la estructura narrativa para guiar al espectador a través de una experiencia visual que resalta la majestuosidad del paisaje.

 En el caso de un portafolio o de cualquier otro proyecto de largo alcance, la estructura narrativa implica una progresión del desarrollo temático que se despliega a lo largo del tiempo, donde tal cual como en cualquier otra forma narrativa escrita debe contar con una introducción, un desarrollo y una conclusión que se revelan gradualmente a medida que el espectador interactúa con el cuerpo completo de trabajo, de forma tal que el concepto global pueda ser entendido a cabalidad por el espectador.

 Usar algunos de los conceptos de la lingüística nos puede permitir descubrir (y utilizar) herramientas teóricas que nos permiten dar profundidad adicional en su capacidad para comunicar todo nuestro discurso con la suficiente solidez como para ser inteligible tanto a la crítica como el espectador. Abordar el análisis de la fotografía desde la óptica lingüística a términos como narrativa, discurso, intención comunicativa y estructura narrativa, podemos obtener una comprensión más rica del trabajo de los fotógrafos y de cómo sus imágenes funcionan como formas de comunicación visual. Esta aproximación interdisciplinaria enriquece el análisis fotográfico, también amplía nuestra apreciación de la fotografía como una forma de expresión comunicativa “disfrazada” de arte.

Pensar en usar herramientas lingüísticas para el análisis y construcción de un trabajo fotográfico sólido no es nada descabellado, primero fue la imagen y luego la palabra, por tanto la mirada interdisciplinaria abre un compás de entendimiento mucho más amplio que permite al fotógrafo cumplir su rol de comunicador, al final, es algo que hacen todos los artistas desde el principio de los tiempos  para conectar con el espectador, contar historias y transmitir significados, aunque se valgan a través de diferentes medios.

Texto publicado originalmente en mi Newsletter "Notas Fotográficas" en Linkedin 

Profesor José ramón Briceño Diwan 

12/08/2024



miércoles, 7 de agosto de 2024

Más introspección y menos tecnosofía

 1 de junio de 2024

En estos tiempos ya la fotografía ha dejado de ser un espacio para iniciados y gurúes de las “ciencias inexactas” para abrirse a todo tipo de público, gracias a las cámaras digitales que cada día cuestan menos dinero (excepto Venezuela) y tienen más funciones, el asunto de hacer fotos es algo más de las masas que hace veinte años, por ejemplo, sin embargo, eso ha traído como problema que mucha gente deje de lado eso que significa ser artista o cuando menos pretenderlo.

A diario veo cientos de fotos malas en las redes, también miro con cierto estupor como hay concursos de fotografía cuyos participantes envían imágenes que podrían ser consideradas casi estandarizadas de tan parecidas unas de otras, técnicamente bien ejecutadas, son cascarones vacíos sin discurso alguno. Alguna vez he tenido que revisar el trabajo de algunos alumnos que pretendían entrar a estudiar el segundo nivel( sin haber hecho el primer nivel conmigo, así puedo ver cómo están sus habilidades), miro fotos excelentemente expuestas, en algunos casos con buenos encuadres y perspectivas interesantes, con excelente manejo del color, hermosas como un jarrón chino comprado por alíbaba, resulta que son unas más del inmenso montón de nada muy bonita que anda por ahí rodando, algunos de esos aspirantes se han levantado de la mesa luego de la discusión de sus fotos y se han ido para no volver, otros se molestan pero se quedan en sus sillas y vuelven a la semana siguiente para comenzar el periplo educativo, los menos se han puesto a discutir porque su profesor anterior le dio elogios profundos a sus fotos y que yo era un grosero por desautorizar la muy importante opinión de otro docente, a esos no espero que se retiren, se los solicito de manera muy cortes y hasta me ofrezco a dar el reembolso de lo que le pagó al instituto por sus clases.

En fin, sigo con la campaña por la necesidad de crear alumnos más reflexivos en torno al asunto fotográfico, que generen un discurso realmente denso en su trabajo autoral, para los otros espacios del oficio hay mucha gente dictando talleres, cursos y hasta diplomados pues no todas las formas de ganarse la vida con la cámara responden a ningún tipo de pensamiento profundo, sin embargo tampoco sobra quien le de algunas vueltas diferentes a las muy trilladas fotos de  eventos sociales, publicidad, alimentos, arquitectura, prensa o farándula, esas responden a otros parámetros menos exigentes pero como demuestran los maestros ; si le metes concepto funcionan mejor.

Creo en hacer un llamado a todos los amigos que dictan clases de fotografía, aunque la técnica jamás sobra, aprender las nuevas maneras de hacer fotografías siempre es bueno, también es interesante formar gente que se vea “obligada” a pensar de manera conceptual, de esos que permean su sentir u opinión personal en cada imagen que muestran, esos que terminan por ser llamados artistas y que en algún momento de su carrera terminan pensando más en la imagen que en el equipo para lograrla o los recursos que los puristas tecnosóficos gritan a los cuatro vientos.

Prof. José Ramón Briceño