La
fotografía se ha vuelto extraña, no es que antes no lo fuera, la verdad era más
complicada pues tocaba hacer seguimiento a todo el proceso, en la mayoría de
los casos a ciegas pues se le confiaba el trabajo a algún laboratorista y si
uno mismo era el laboratorista pues se volvía una suerte de alquimia de los
haluros. Tocaba desde seleccionar la película indicada, los químicos
preferiblemente de la misma marca con la dilución y la temperatura indicada, el
papel correcto de acuerdo al tipo de copia y a la finalidad de esta, nunca será
lo mismo una copia final para el portafolio
personal que la de una galería o museo, eso sin contar con que las
imágenes se tomaban sin el auxilio de ninguna previsualización, total un gran
trabajo para una imagen.
Ahora
es lo mismo pero con la comodidad del laboratorio digital, los miles de
megapíxeles, la ventaja de visualizar la imagen al instante y la bendición
añadida de ya no tener que tener laboratorio húmedo en casa u oficina, con un
buen pc basta.
He
visto no sin cierta sorpresa la aparición de cientos de sectas fotográficas que
diseccionan el oficio hasta niveles incomodos por decir lo menos, de hecho hay
algunos que se ufanan de no tratar sus imágenes con ningún proceso, esos se creen
la gran cosa por no hacerlo, se ufanan en sus martingalas teosóficas de porque
es malo utilizar los procesos digitales y dicen que “antes” no habían tales
cosas por tanto los de otras épocas eran “verdaderos” fotógrafos.
Hoy
voy a decir unas cuantas cosas al respecto, verdaderamente no pienso en la
fotografía como un asunto tecnosofico, cada quien se vale de los elementos que
bien puede y en base a eso hace su trabajo. Por otra parte haber pertenecido a
la generación analógica me permite poder
decir con base que el proceso de laboratorio químico es tan cual el digital, a
pesar de que aquel parecía más básico, puedo decir con absoluta franqueza que
este nuevo me gusta más. En Photoshop o el programa que utilice no se hace nada
que no se hiciera antes con mucha paciencia y material en un laboratorio
químico, igual se intervenía la luz, se copiaba para ciertas gamas tonales, se
trucaban los grises, se sobre (o sub según el caso) revelaba la película, se le
añadían anilhinas, baños para alterar los tonos, en fin habían cientos de trucos que
cualquier laboratorista promedio usaba para lograr las copias deseadas.
Así
mismo se intervenían las copias para que el efecto de la pieza comunicase el
mensaje, algunas veces sin importar mucho las normas, se hacían los
fotomontajes y un sinfín de cosas para lograr el efecto deseado, así que
creerse la gran cosa por mostrar las imagen tal cual la han captado no tiene
sentido.
Ahora
bien, la fotografía o mejor, la imagen resultante del trabajo personal debe ser
lo más sincera posible, eso no quiere decir que deba ser idéntica a la realidad
que ven nuestros ojos, lo que quiero exponer es que la intención debe estar
allí y los recursos utilizados han de ser siempre en función de decir algo,
compartir una idea, comunicar un mensaje, de ahí mi desdén por la imagen
“bonita” sin sentido alguno.
La
imagen sin intención no tiene sentido alguno, así mismo el hacer fotos por
hacer fotos tampoco, asegúrese de tener un fin concreto, tener un planteamiento
mínimo, estar claro en lo que quiere decir y guárdese los comentarios sobre el
proceso que la imagen es la que debe hablar, llenarse la boca con técnicas para
apabullar es un recurso óptimo para quienes tienen trabajos mudos, que no dicen
nada pero abundan en detalles, si va a hacer retratos de su familia que esa
fotografía cuente lo que usted siente por ella, si son sus hijos que no quede
duda de su adoración por ellos, si hay desnudos femeninos o masculinos haga
notar su admiración por el cuerpo fotografiado, si decide entrarle al tema
documental haga énfasis en que quien mire sus imágenes vea una conjunción de
maestría y mensaje, fotos de gente haciendo cosas hay por millones, ahora
imágenes que conjuguen arte con mensaje son pocas, si para eso debe fracturar
algunas normativas hágalo, no se quede con las ganas que para eso existen los
laboratorios, si decide por el contrario no utilizar el ordenador cálleselo que
eso no aporta nada, más bien ocúpese de ser sincero en su propuesta, de no
esconderse tras la tecnosofía y verá que poco a poco la foto que usted haga
hablará más de usted que lo que sabe su psiquiatra, ahí comenzará a transitar
el terreno de la originalidad, ya podrá comenzar a sentirse artista.
En este link estan todos los articulos organizados para compartir lo que yo se sobre fotografía Fotografía para principiantes
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José Ramón Briceño, 2016
@jbdiwancomeback
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