Hace
poco leía en algún sitio que el maestro Sebastián Salgado dice que eso que
vemos en Instagram no es fotografía, imagino que también se pueden incluir en
esa categoría las otras redes sociales cuyo atractivo básico es el de compartir
imágenes, no me considero ninguna autoridad en el tema, mucho menos delante de
una eminencia como ese maestro y otros tantos que se expresan de la misma
manera, sin embargo tengo algunas diferencias. Si bien es cierto que la mayoría
de esas imágenes son repeticiones casi infinitas de un mismo tema donde lo que
cambian son los protagonistas, de tanto lugar común difícilmente se puede sacar
alguna cosa interesante.
Como
las redes sociales son una herramienta de lo más democrática en ella hay de
todo, en ese todo por supuesto no escapan los fotógrafos de oficio, los que se
autodenominan “artistas” , esos otros que firman sus imágenes con el pos fijo
de “photographer” como si el subtítulo hiciera más interesante su imagen, hay
también unos que se hacen pasar por gente seria y otros (esos muy pocos)
quienes de vez en cuando sacuden las miradas con portentosas imágenes dignas
más de una galería que de un espacio tan común como las redes .
He
visto varias veces en Facebook y en twitter quejas amargas de algunos quienes
luego de un pormenorizado resumen de un impresionante currículo de formación
con grandes maestros , protestan porque alguien le comenta una imagen son un
adjetivo tan vulgar como “Brutal”, voy a detallar algunas consideraciones al
respecto. En primer lugar si quieres una crítica larga y detallada sobre tu
trabajo no publiques en Facebook donde cualquier hijo de vecino te va a
comentar cualquier cosa pues su nivel de expresión escrito está circunscrito a
su escasa capacidad verbal. Otra cosa es tener claro que tampoco las imágenes
son nada del otro jueves, entre esos que se quejan veo cientos de imágenes en blanco y negro,
pero del montón, sin que tuviese más valor que el de haber sido hecha con
película ,procesada a mano y por ultimo digitalizada o hacen también apología
de un equipo de miles de dólares para justificar tales bodrios. Roland Barthes decía que lo que importaba era
la imagen, no como se había hecho, si la imagen no aporta nada, en verdad hace
más en el disco duro y si la cuelgas en algún muro digital pues toca apretar
los dientes con lo que se comente sobre ella.
Alguna
vez comenté bajo una de esas quejas y el fotógrafo me respondió que él no
pretendía ser artista que hacia fotos por una necesidad imperiosa, como
respirar. Dejé la conversa hasta ese punto, cuando la respuesta es una evasiva
retorica para intentar esconder la vaciedad de su pensamiento , no tiene
sentido alguno seguir discutiendo, mejor es pasar a comentar sobre el calor que
hace en Groenlandia cada vez que un reno ataca un autobús o cualquier otro tema
imposible antes que seguir arando en el mar.
Se
vale hacer click por que sientes necesidad de hacer fotos, está bien andar
ejercitando el ojo y las habilidades, lo que no tiene sentido es andar
mostrando fotos de nada, muy bonitas, en su color perfecto pues son tratadas
con los ordenadores de punta, con el software que recomiendan las grandes
escuelas, quizás tiene dinero y medios para obviar lo digital para solo
trabajar con analógico , todo es posible, lo que no se deberia es hacer de la
fotografía un acto onanista, sin sentido y de paso sentirse orgulloso de eso ,
como si andar por la vida haciendo nada es algo que se deba aplaudir.
Si
se consideran profesionales, dictan clases de fotografía, forman fotógrafos
para que entren en el mercado, lo mínimo que pueden hacer es ganarse el respeto
de sus alumnos mostrando cosas cuyo sentido esté circunscrito a una
intencionalidad que va más allá de la vanidad tecnosófica , hacer investigación
no mata a nadie, la autocrítica es vital y aunque a veces mata siempre es
beneficiosa para su trabajo, la educación visual no acaba luego de las sesiones
de clase y las redes sociales obligan a estar continuamente buscando, hurgando
donde se pueda para que la psique de quien hace la imagen quede retratada , a
menos claro que ese pensamiento sea tan ligero como sus imágenes en cuyo caso
retiro parte de lo dicho y les recomendaría dejar de centrarse en la fotografía
, retirarse un rato de hacer fotos para voltear la mirada hacia otras formas de
expresión e intentar entrarle al tema fotográfico desde otro ángulo a ver si
así funciona, la literatura es un buen inicio, además expande la razón hasta
otros espacios, eso de ser monotemático mata la imaginación ya que la agota.
Quisiera
poder pedir disculpas por ser tan duro en mi razonamiento pero en verdad toca
decir algunas cosas de forma directa a ver si con eso reaccionan, repito, no
soy ninguna autoridad pero así como muchos docentes atestan las redes con fotos
malas sin que uno tenga más remedio que ver la vaciedad de su discurso, creo
también tener el derecho de palabra para juzgar desde mi óptica, quizás la
molestia de algunos se transforme en el ímpetu que necesitan para revisar-se y
lograr un avance cualitativo en lo que se muestra, lo otro pues que siga
ocupando espacio en su disco duro, que ahí no molesta .
Profesor
José Ramón Briceño, 2016
@jbdiwancomeback
Foto; Josè Briceño @plurifotos |
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