La
fotografía es un espejo de lo que pensamos, lo que hemos leído, visto, vivido,
leído y aprendido, en función de la sumatoria de todas esas vivencias más la
habilidad técnica, tenemos como producto final una imagen realmente relevante.
Así mismo sucede con todos los procesos creativos.
Los
seres humanos por alguna razón que desconozco, piensan de manera
individualizada con respecto a sus respectivos oficios, especialmente en las
artes, sin poner mucha atención a lo que las une. A pesar de que en primera impresión
la fotografía es independiente de todas las otras artes, por aquello de la
técnica o el desarrollo aparentemente “casual” que muchos le endilgan a la
creación de cualquier imagen, tengo la opinión de que no es así, todo se
comunica, todo está en sintonía con el hecho de fabricar imágenes o sueños
según se realice.
Si
lo vemos en retrospectiva, la historia del arte está llena de “Movimientos”
artísticos, desde el renacimiento hasta el posmodernismo han existido unos
cuantos, lo más sorprendente es que los grandes de muchos de esos movimientos
tenían más de una forma de ser creativos, desde Davinci quien era aparte de
escultor también pintor, dibujante escritor, ingeniero, arquitecto y médico.
Más acá en el tiempo nos encontramos con gente como Man Ray quien no solo fue
un fotógrafo excelente, uno de los grandes del surrealismo, también fue pintor
con relativo éxito y quién sabe si quizás hasta escritor, Sebastián Salgado fue
contador hasta que descubrió su pasión por la imagen, además claro de su
particular modo de ver el mundo.
Solo
esos tres ejemplos nos hablan de cuanto se necesita para ser un verdadero
artista, muchas visiones que suman eso que llamamos intelecto. Si no hablamos
de individuos, solo pensemos en cuanto ha cambiado el mundo desde que el Rock´n
roll hizo explosión allá en el siglo XX, como la creación ha mutado en “nuevas”
maneras de ver el mundo, influenciado por todo lo que rodea a los fotógrafos o
a cualquier artista que esté atento a todo lo que se mueve por el mundo, ese que
lee, mira buen cine, estudia los maestros de la pintura, la fotografía, el
cine, la escultura, la danza, el teatro, que reflexiona sobre lo que ve y
encuentra coincidencias en todo lo que vemos, nadie es una isla, todo se
conecta.
Creo
que una de las tareas de todo aquel que se inicia, así como los iniciados es
estar con los sentidos alertas, ahora tenemos el internet que nos ayuda a estar
informados sobre mucho de lo que antes nos era vedado por la distancia, ni
siquiera el idioma es problema, están los subtítulos y el traductor de google
(aunque a veces sus traducciones son más complicadas que el idioma que
pretenden traducir), ya no hay excusa para estar desinformado.
He
dedicado algunos artículos a intentar explicar cuál es la manera “correcta” de
asumir el hecho fotográfico, sin embargo me había faltado explicar lo
interconectado que está el mundo, a ese fenómeno lo llaman los expertos en
literatura intertexto e intratexto, cuando estudiamos detenidamente ambos fenómenos
podremos hacer una comprobación bastante cercana a la realidad.
La
verdad del fenómeno creativo es que jamás está solo, depende de todo el bagaje
cultural de quienes lo ejercen, si obvian las otras expresiones de la cultura
pues jamás será arte a pesar de lo bonitas o excelentemente terminada que esté
la fotografía, ella será una imagen vacía cuyo discurso se acerca más a la foto
para el carnet, a la postal y a una copia de algún maestro, cuando la idea ha de
ser que el trabajo tenga valor como pieza de arte y no como una más del montón
de las millones que navegan por la red a diario.
Prof.
José Ramón Briceño, 2015
@plurifotos
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