sábado, 14 de septiembre de 2024

De Hobby a Profesión: Por Qué Es Crucial Cobrar por Tu Trabajo Fotográfico

 

Hace muchos años, quizás unos quince cuando a media tarde recibí una llamada, era alguien que conocía preguntando si estaba disponible para cubrir una emergencia, unos amigos de ella (la persona que llamó) se casaban, pero no tenían fotógrafo para la boda, todo iba bien hasta que preguntó si me podía pagar con comida y bebida en la fiesta, como si pagase una barra libre, pero en vez de usar dinero debía usar la cámara, algo muy ofensivo, sobre todo cuando me enteré que los contrayentes habían contratado uno de los salones de festejos más caros de la ciudad y quien sabe cuánto licor y comida pero no querían (o no podían) pagar un fotógrafo. Obviamente decliné de modo poco elegante la invitación, es un exceso que alguien desprecié tu trabajo al intercambiarlo por comida o bebida, que si me hubiese podido llevar una caja de wiski escoces de 18 años a casa quizás hubiese pensado hacerlo ya que el trueque es (a veces) una forma interesante de hacer negocios, pero solo aplicaba lo que me pidiese comer o beber mientras “disfrutaba” la fiesta.

Cuando es válido “regalar” el trabajo

No digo que jamás haga cosas de gratis, igual tengo archivo y todos los días cuando salgo a trabajar o a lo que sea me voy con el compromiso de volver con una imagen, aunque sea, eventualmente el ejercicio irá haciéndose un portafolio que por lo general no es comercial, el destino de eso es invariablemente ser posteado mis redes sociales, si en el camino alguna revista digital me pide unas para ser publicadas y acompañadas de algún artículo con gusto las cedo siempre y cuando lleven mis créditos las cedo, la publicidad entre el público que me interesa nunca es mala. También aplica usarlas como regalos, si algún amigo o familiar muy querido necesita un fotógrafo con gusto regalo mis servicios, pero sin excepciones a la regla que me tomo bastante en serio, de ahí a soportar que cualquier desconsiderado piense que por usar una cámara digital voy a intercambiar mi trabajo por nada hay un largo trecho, mismo razonamiento uso cuando aparece alguna oferta de empleo tipo necesito hacer las fotos para mis redes, te voy a contratar sin ningún otro beneficio que pagarte 50$ a la semana en jornadas de ocho horas de lunes a sábado el otro típico es, vamos a salir con mi empresa de viaje para (ponga el sitio que prefiera) te invitamos pero debes hacer todo el registro del evento y no cobrarás nada, a menos que el viaje sea a un sitio paradisiaco donde pueda hacer tras fotos que pueda vender lo normal es que me niegue, así hay un largo etcétera de posibilidades de “trabajo” que no me interesan y que en realidad son insultos para el oficio que suceden todos los días y a cada rato.

Valuar el trabajo

Cuando comenzamos cualquier proyecto (el que sea) tenemos que hacer una inversión, esta inversión debe ser no solo en equipos, también en formación, estos elementos pesan al momento de cobrar nuestros servicios. El caso de los fotógrafos es bastante problemático el asunto del cálculo de honorarios justos por nuestro trabajo.

Seguramente muchos de quienes me leen alguna vez los han contactado para hacer algún trabajo de gratis, unas veces pretenden que uno se cobre con comida o del licor de la boda, otras te compran unas cuantas fotos y te preguntan a ver si les regalas el resto de las fotos, los menos te “invitan” a una salida, la que sea y de paso piden por favor que les hagas fotos de su evento y se las regales. Están mal, sé que muchas veces provoca cierto temor ser firme en el momento de cobrar o negarse a hacer el trabajo bien sea por lazos familiares o por que quien te está pidiendo (de gratis) el trabajo es algún jefe que no se quiere enterar ni que eso es fuera de horario laboral o que la ocasión nada tiene que ver con lo que fuiste contratado, los más son los conocidos que por unas palabras amables ya se creen con derecho a solicitar un trabajo gratuito sin retribución alguna porque “son amigos”, una cosa es que uno mismo regale el trabajo, por que provoca y otra muy diferente es que te “Exijan” que lo regales, es trabajo no hobby, como muchos lo ven.

Se preguntarán a que viene el cuento, simple, entre todos los males de estos tiempos está el del desprecio por el trabajo ajeno, sobre todo porque los demás piensan que la que hace las fotos es la cámara y no el fotógrafo, por tanto, no tiene sentido pagar por algo tan común que hasta ellos mismos lo pueden hacer, cada vez que me tropiezo alguien así le recomiendo que lo hagan ellos mismos, total “es fácil”.

Nadie habla del tiempo dedicado a cada imagen, del que se invierte en posproducción, de lo que cuesta el equipo, del desgaste de las computadoras ,el costo del software y sobre todo el conocimiento, eso sin hablar del drama si las fotos no agradan a los beneficiaros luego hablan mal del trabajo y en tiempos de redes sociales eso es nefasto, de todo eso hace rato me cansé, nunca más hago ni descuentos ni regalo nada a petición ajena, lo mismo le recomiendo a todos los que se inician, los que se buscan un sitio en la comunidad para ganarse la vida, bájense de la nube con la fantasía que si cobran muy barato tendrán más clientes, la verdad es todo lo contrario, si cobran muy barato difícilmente podrán crecer en equipos, el uso los irá dañando y si el retorno de la inversión no es acorde con la posibilidad de reponer equipo vivirán con lo que les vaya quedando, al final, en el mejor de los casos, terminarán en la puerta de las iglesias cazando bodas o  bautizos con su álbum bajo el brazo sin solución de futuro como tantos otros.

Daños a terceros

Estemos claros, cuando se es novato no puedes cobrar gran cosa, pero ha de existir un piso mínimo de venta al público que todos respeten. También es lógico que cada trabajo tenga un valor específico una foto de una fiesta infantil no tiene ni de lejos el mismo esfuerzo de una boda, ni un trabajo editorial o un trabajo de modas, pero regalar fotos por dos centavos solo te dejará en la ruina, arruinaras a los colegas, seguirás colaborando a la merma del negocio para todos y por ultimo serás co-culpable de la mentalidad abusiva de los mendigos de trabajos, que nunca jamás chistan por el costo de una botella de wiski , por el servicio de catering o quien sabe cuántas cosas más pero pretenden que las fotos o se las regalen o peor, que les cobren muy barato pues se lo han gastado todo y a última hora se acordaron de las fotos. Los jefes abusivos también aplican cuando se aprovechan y si tú los dejas se servirán más de todos, así el espiral de abusos nunca terminará. Desde estas líneas les recomiendo a todos los fotógrafos que me leen, a quienes piensan meterse en el oficio, a los que ya son profesionales y a los que están en vías de serlo, que unamos conciencias, cobremos lo justo pero que jamás volvamos a dejar que alguien abuse pidiendo regalos no merecidos que de paso desmerecen nuestro esfuerzo y afectan las finanzas de todos.

Prof. José Ramón Briceño Diwan

12/09/2024

 


viernes, 6 de septiembre de 2024

Tecnosofía y Fotografía: Desafíos de Valorar Tecnología sobre Experiencia y Talento

 

Hago vida en casi todas las redes sociales posibles, llegando incluso a segmentar en cada una los posibles intereses que debo obtener de esas cuentas, publicando solamente sobre temas determinados, una de ellas la he dedicado solo a la fotografía, es una cuenta pequeña, con apenas 160 seguidores donde solo se discute sobre fotografía y una que otra noticia (sin sorpresas) solo sobre los aparatos fotográficos y su publicidad pero nunca he podido salir del estupor que me causa la discusión Tecnosófica sobre cual equipo tener para obtener un trabajo mejor acabado, personalmente deniego de esa expresión. Claro que quiero tener una Hasselblad 2024 con todos los juguetes, pero luego pienso un par de cosas importantísimas, mi trabajo no necesita un aparato de tal precio y volumen, tendría que cobrar mil dólares por foto para recuperar costos en cuatro años, en caso de que logre tener suficientes clientes que permitan al menos facturar el doble, es decir, 30 fotografías de mil dólares al mes para cubrir todos los costos y que permitan que la cámara se pague antes de su obsolescencia que tal como va el asunto es de apenas unos meses, pronto alguien hará un celular con el mismo sensor y por el décimo de su precio (ciento diez mil dólares menos los agradece todo el mundo)para cuando amortices el precio total ya tu trabajo será obsoleto, según los seguidores de la tecnosofía.

La cámara es solo un objeto

El equipo más novedoso te ahorra trabajo, pero la foto aun sigues haciéndola tú, obviamente es mejor hacer una fotografía con una Nikon D650 con una óptica 17-55 (de la que todos reniegan) que con una cámara Pentax K100, 100% mecánica, cuando tuve esa cámara me sentí un semi dios, se había cumplido mi sueño de solo concentrarme en el diafragmado, obturación y encuadre que todo lo demás (lo más preocupante cuando haces trabajo con una analógica mecánica como el K 1000) lo hacía la  cámara, si el sol estaba a mi favor pues me podía dar el lujo de pasarla a modo de prioridad de abertura con ISO 400 para mantener una velocidad alta de disparo e iluminaba con un flash analógico igualmente pre condicionado a disparar un diafragma por debajo del indicado al programa de prioridad de abertura, permitiendo solo construir imágenes sin tanto drama, eso es una maravilla e imagino que los aparaos de ultima generación han de ser una cosa espectacular.

Por otra parte  hay también que estar claros en que hay fotos que se pueden resolver con maña y otras solo con equipo, quien quiere ser bueno en algo sabe que debe contar con sus “limitaciones”, estar claro hasta donde puede operar con toda la calma de mundo y ser el mejor en ese pequeño nicho que le permite su acceso a tecnología, los que tienen nichos más especializados entonces deberán no solo cobrar en concordancia a la necesidad de equipo especializado y caro deberán estar a la orden del día con eso de la tecnología, por ejemplo, hay fotógrafos participando en exposiciones y salones de arte que toman fotos con Smartphone de seis años de antigüedad compitiendo con usuarios de miles de dólares en equipo, en esos espacios la discusión va en torno a todos los elementos relevantes en una foto que se pretenda arte, los cinco mil dólares de diferencia entre el trabajo del poseedor de un equipo de ultima generación y el de IPhone XS será su habilidad para sacar el mejor provecho de sus circunstancias, la cámara no hace la foto, se supone que es el cerebro que gobierna la máquina. Lo que menos entiendo es el linchamiento mediático entre los muy atrevidos tecnósofos en sus apreciaciones, RAW, HDR, Mirrorless, Mac, IA´s y demás posibilidades del siglo XXI ante quienes omiten esos detalles, que de paso se riegan en toda la cadena de posibles equipos para trabajar, estudio, postproducción, software, cámaras, ópticas, trípodes e iluminación y hasta conocimiento técnico de todos esos aparatos y softwares, creyendo que solo por eso podrán ser mejores que otros, creando la falsa necesidad de equipos nuevos en vez de invertir más tiempo en conocer el equipo propio y buscar sacar el mejor provecho para su intención comunicativa.

Cuestión necesaria

Discutir quien es mejor por tener el mejor equipo o invertir tiempo y dinero solo para “crear” la misma foto re versionada miles de veces debido a otro fenómeno de la unificación estética causada por las redes sociales y las ficciones imaginadas por los mismos clientes, no tiene ningún sentido, en mi caso particular quiero informarme de todo, pero jamás cometo el pecado de hacer preguntas técnicas sobre equipo a nadie, solo me interesa el trabajo y sus logros. No es ningún fenómeno nuevo, solo que en analógico la única cosa diferente que usaban los fotógrafos eran los equipos, pero el resto del proceso era el mismo y la competencia se sentía menos dispareja, en esa época aprendimos que era mejor la maña que la fuerza.

Desde aquellos años ya me incomodaba la discusión tecnosófica y las necedades sobre cual tipo de película/papel/óptica/iluminación era mejor , tenía amigos que usaban equipos que solo estaban en mi imaginación y ni aun así entraron a ninguna competencia y no es que no lo intentaran, el jurado no los quería, en cambio con mi camarita Pentax K1000, mi óptica de 50 mm y toda la mañana que adquirí preguntando a los maestros del laboratorio y a cuanto hombre o mujer) sabio de la fotografía se me ponía a tiro, así lograba resultados de película de 20 dólares usando película de un dólar e invente el termino Tecnosofía para categorizar a los fotógrafos entre interesantes y conocedores. Haber tenido la maravillosa suerte de tener amigos realmente sabios con el asunto fotográfico me permitió ver que ninguno de los maestros perdía el tiempo haciendo alarde de sus equipos, nadie se enfrascaba en discusiones bizantinas, todos estábamos claros en que había cámaras realmente malas y también fotógrafos efectivamente malos , pero aun en los casos de cámaras malas , si las usaba un fotógrafo hábil y conocedor de los puntos flacos de aquel equipo es bastante factible que ese buen fotógrafo haga un excelente trabajo.

Como no soy lingüista, pero tengo algunas nociones que quedaron de las 10 materias sobre lingüística del español que vi mientras cursaba estudios de profesor de Castellano y Literatura en la UPEL Maracay a principios de este siglo, me armé de valor y le hice todas las preguntas posibles al Chat GPT para que me ayudase a describir correctamente la tecnosofía y acá les dejo su descripción y si hay algún colega Lingüista del español que lo valide seria todo un honor.

 

Definición:

Tecnosofía (del griego "techne" —arte, habilidad— y "sophia" —sabiduría—).

1. f. Ideología o creencia que concede un valor desproporcionado a la tecnología avanzada como criterio principal para el éxito profesional o personal, en detrimento de la habilidad, la experiencia o el talento.

2. f. Práctica de valorar la posesión y el uso de equipos tecnológicos de última generación como sustituto de la formación, el conocimiento técnico y la competencia en un ámbito específico.

Observaciones:

El término "tecnosofía" se introduce para reflejar una tendencia contemporánea en la que la tecnología moderna es percibida erróneamente como el único factor determinante del éxito y la calidad profesional. Este fenómeno se manifiesta en diversas disciplinas, particularmente en aquellas donde el equipo tecnológico juega un papel significativo, como en la fotografía, el diseño gráfico y la ingeniería.

La crítica inherente a la "tecnosofía" es que tiende a menospreciar el papel de la habilidad personal, la creatividad y la experiencia, considerándolos secundarios frente a la última tecnología. Este término también abarca la noción de que el avance tecnológico por sí solo no garantiza una mejora en la calidad del trabajo, sino que puede ocultar carencias en el dominio del arte o la técnica específica.

La inclusión de "tecnosofía" en el diccionario de la Real Academia Española responde a la necesidad de precisar y formalizar un concepto que se ha vuelto relevante en el discurso académico y profesional. La definición proporciona una herramienta lingüística para analizar las dinámicas contemporáneas entre tecnología y competencia profesional, así como para fomentar una reflexión crítica sobre el impacto de la tecnología en la valoración del talento y la capacidad técnica.

Ejemplo de uso:

"En el debate sobre la evaluación de los proyectos innovadores, algunos críticos han señalado que la prevalencia de la tecnosofía podría estar eclipsando el verdadero mérito y las capacidades individuales de los profesionales."

La tecnosofía como termino de uso o categoría de análisis “no existe”, reconocerla ofrece posibilidades para análisis contraculturales, estando inmerso de esta cultura pro marketing y vendedores de humo, podría ofrecer algunas herramientas de estudio para los futuros investigadores de este periodo del siglo XXI. Ser analógico no te hace mejor que el digital, pero si al final lo que importa es la imagen y su mensaje, como fue hecha es algo que roza lo anecdótico, por tanto, innecesario.

Luego de muchos años de andar por el camino de la imagen hay que catalogar los argumentos de quienes exhiben opiniones como que los no poseedores de tal o cual equipo/marca de PC/Mac no pueden considerarse fotógrafos con alguna capacidad de éxito, aunque el éxito tiene muchas acepciones en el caso de los fotógrafos dependerá del segmento al que se dedique el profesional, el equipo novedoso te hace el trabajo menos complicados pero al final del día, la cámara sigue siendo solo un aparato hecho en serie en alguna fabrica (seguramente china) en cambio el cerebro es único siendo siempre más importante que todo lo demás.

Prof. José Ramón Briceño Diwan

05/09/2024

 


 

 

 

lunes, 2 de septiembre de 2024

La fotografía analógica, un evento cuántico

 Nunca he sido bueno recordando fechas, si no fuese por Facebook no sabría el cumpleaños de casi nadie, tanto más los datos específicos de curso alguno que he tomado en mi vida, de ello solo sé que en los primeros días de septiembre del año 1992 entré por primera vez a un laboratorio de fotografía, es difícil para mí explicar la maravilla de ver como el papel en blanco era expuesto a la luz y lentamente aparecía la imagen latente. De aquellos primeros meses recuerdo la crisis existencial que me causó descubrir que la vista es el sentido menos fiable. El tacto necesita contacto, el gusto tener que saborear, el olfato es asunto de respirar pues las partículas flotan, el oído solo necesita una fuente pero la vista, es en realidad el resultado de la luz que rebota sobre los cuerpos, por tato hay múltiples variables que la pueden modificar, desde una luz en un espectro distinto(luz negra por ejemplo) hasta un proyector , eso sin incluir la imaginación que puede transformar casi cualquier pareidolia en un evento con múltiples significaciones aun cuando esta sea el producto de la manía cerebral de buscar sentido a todo lo que vemos según nuestro marco cultural.

Con la fotografía analógica era tanto peor, en la mayoría de los casos hay que recurrir a la memoria para reconstruir la escena tal cual la reconocemos, pero antes de eso y totalmente a ciegas, basándonos en una cantidad de factores que van desde la óptica, pasando por el ISO de la película, el tipo de película, la velocidad de obturación, el enfoque, la profundidad de campo y el diafragmado para tener una idea de que vamos a tener como resultado final, que será solo idea hasta el resultado cuyo final lo veremos en una copia que como muy rápido tendrás en 24 horas, a menos que trabajases en un medio de comunicación donde los resultados eran cuestión de horas pero de igual modo nadie sabía nada hasta que tuvieses la copia final en mano.

Este mes se hacen 32 años de aquella primera experiencia y este año (en algún momento) se hicieron 30 de la primera publicación en la prensa local. Recién hace unos años comencé a buscar información sobre el fenómeno de la física cuántica que dicho sea de paso hace un exhaustivo análisis del comportamiento de la luz, menos mal empecé en esto de la imagen muchos años antes de que el internet se hiciera popular y la luz del entendimiento comenzara a buscar maneras de obtener información sin esperar que la providencia (o alguna biblioteca) me pusiera los textos a tiro, de haber sido hoy la idea de cómo se comporta la luz desde el asunto cuántico me tendría en ascuas totales, quizás en vez de ser profesor de castellano me hubiese decantado por estudiar física para seguir siendo fotógrafo, pero la vida es como es y por acá me trajo, buscando cosas he caído en cuenta de algunas semejanzas entre lo que sucede en el universo cuántico y lo que sucede cuando nos planteamos hacer fotografía analógica, como mis nociones de física no pasan de ser un compendio de ariculos a nivel divulgación me he ayudado de una IA para que acompañe en la investigación y este fue el resultado.

Entre las muchas pruebas y teorías que respaldan el misterio de la luz y que pueden ser usadas como referencias para hacer analogías bastante cercanas al proceso analógico vamos a usar tres;

El experimento de la doble rendija: Ahora, pasemos a la fotografía analógica. En la fotografía analógica, se utiliza un rollo de película que reacciona a la luz. Cuando tomas una foto, la luz entra a través del objetivo de la cámara y llega a la película, creando una imagen latente que solo se vuelve visible después de un proceso de revelado y copia. Hasta que no revelas la película, no sabes exactamente cómo ha quedado la imagen; es como si la imagen estuviera "oculta" en el negativo, esperando a ser descubierta. Cuando intentamos observar por cuál rendija pasa la luz, es similar a cuando abrimos la cámara antes de revelar la película. En el experimento, esto hace que la luz se comporte como partículas individuales y no forme el patrón de interferencia. En la fotografía, al mirar el negativo antes de revelarlo (es decir, tratar de descubrir qué imagen hay antes del proceso completo), alteramos el resultado final.

El principio de incertidumbre: Estado Latente y Medición: En la fotografía analógica, cuando tomas una foto, la imagen queda latente en el negativo. Hasta que revelas la película, no sabemos con precisión qué imagen se ha capturado. Esto es similar a cómo el estado del gato de Schrödinger no está definido hasta que se observa.

El gato de Schrödinger: El experimento del gato de Schrödinger es un experimento mental propuesto por el físico Erwin Schrödinger para ilustrar las peculiaridades de la mecánica cuántica. Imagina que tienes un gato dentro de una caja cerrada, junto con un dispositivo que tiene un 50% de probabilidad de liberar veneno en un tiempo determinado. Según la mecánica cuántica, hasta que no abramos la caja y miremos, el gato está en una superposición de estados: tanto vivo como muerto al mismo tiempo. Solo cuando abrimos la caja y observamos el estado del gato, este colapsa a uno de los dos estados posibles: vivo o muerto. Hasta que no reveles el negativo, la imagen en la película es como el gato en la caja: en un estado de potencialidad. La película ha capturado la imagen, pero esa imagen está en un estado latente, sin mostrar detalles. Al igual que el gato de Schrödinger, la imagen está en una superposición de estados potenciales: podría ser una foto maravillosa, una borrosa, o incluso una exposición fallida. El "estado" de la imagen es incierto hasta que revelas el negativo.

La Fotografía Analógica y el Principio de Incertidumbre

Para integrar el principio de incertidumbre, consideremos la fotografía analógica en esta analogía:

Estado Latente y Medición: En la fotografía analógica, cuando tomas una foto, la imagen queda latente en el negativo. Hasta que revelas la película, no sabemos con precisión qué imagen se ha capturado. Esto es similar a cómo el estado del gato de Schrödinger no está definido hasta que se observa.

Intervención y Cambios en el Resultado: Si intervienes en el proceso de revelado antes de tiempo, como al exponer la película a la luz, puedes alterar el resultado final. Este acto de "intervención" es paralelo a cómo el experimento de la doble rendija cambia el comportamiento de las partículas cuando se observa. En ambos casos, la interferencia de un acto de medición o intervención altera el estado final que se obtiene.

Incertidumbre y Medición en Fotografía: La fotografía analógica también ilustra el principio de incertidumbre en un sentido práctico. Mientras la imagen está en la película, no se puede conocer con precisión el resultado final (la foto completa) sin revelar el negativo. La incertidumbre aquí es similar a la incertidumbre de Heisenberg: no puedes conocer con precisión la "imagen" completa hasta que se ha desarrollado, y cualquier intento de manipular el proceso (como la exposición prematura) introduce incertidumbre y puede cambiar el resultado.

Comportamiento de la Luz: El principio de incertidumbre de Heisenberg se relaciona con cómo las partículas (como los electrones en la doble rendija) no tienen un estado definido de forma precisa hasta que se realiza una medición. En la fotografía, la película no "sabe" qué imagen ha capturado hasta que el revelado es completado. La imagen capturada es incierta y potencialmente influenciada por la manipulación durante el proceso, al igual que las partículas están en un estado incierto hasta que se realiza la medición.

Integrando el principio de incertidumbre de Heisenberg, el experimento de la doble rendija, el gato de Schrödinger y la fotografía analógica se conectan de manera reveladora:

En el experimento de la doble rendija, el patrón de interferencia (comportamiento ondulatorio) cambia a un patrón de franjas (comportamiento de partículas) al intentar medir cuál rendija atraviesa la luz. Esto refleja la incertidumbre en el comportamiento de las partículas: no se puede conocer ambos aspectos (posición y momento) con precisión simultáneamente.

En el gato de Schrödinger, el estado del gato no se define claramente hasta que se observe, ilustrando cómo la medición afecta el estado del sistema cuántico. La superposición del estado del gato refleja la incertidumbre inherente en la naturaleza cuántica.

En la fotografía analógica, la imagen en la película permanece incierta hasta que se revela el negativo. La intervención prematura (como manipular la película antes del revelado) puede alterar el resultado, similar a cómo la medición afecta el estado de una partícula.

En todos estos ejemplos, la observación o medición afecta el resultado final. El principio de incertidumbre de Heisenberg subraya cómo la naturaleza cuántica de los sistemas es intrínsecamente incierta, y esto se refleja en la analogía de la fotografía, donde el estado de la imagen es incierto hasta que se completa el proceso de revelado. Así, tanto en el mundo cuántico como en la captura de imágenes, la incertidumbre y la observación juegan papeles cruciales en determinar el estado final del sistema.

Conclusión

  Aunque parezca algo halado de los pelos esta relación, en el fondo no lo es, trabajamos (los fotógrafos) con luz y esta tiene esas características que de no ser por la costumbre de estar expuesto a ella desde que nacemos serían tan exóticas que parecen salidas de alguna locura conspiranoica al estilo del mundo holográfico, sin embargo las pruebas están allí, la fotografía analógica es el resultado de muchos factores científicos cuya cotidianidad nos han hecho perderle un poco de la reverencia necesaria y del intelecto de los grandes maestros que sin ser físicos (ni quererlo) han hecho delicias de la mezcla de física y química que se entremezclan con la incertidumbre de no saber el resultado del trabajo hasta que ya es muy tarde pues por lo general no hay chance de segundas oportunidades cuando hablamos de analógico. Luego de este brevísimo análisis comparativo espero que la noción del milagro de los haluros sea un poco más interesante para quienes se decidan a volver al analógico, creando nuevos espacios para la discusión profunda sobre la filosofía de la luz en confluencia con la imagen.

Profesor José Ramón Briceño Diwan

02/09/2024

 

 

 


 

 

 

viernes, 23 de agosto de 2024

El dilema de ser fotógrafo: ganarse la vida.

 

Cuando Dios le entrega a uno un don, también le da un látigo, y el látigo es únicamente para autoflagelarse con él

Truman Capote

Nunca antes en nuestra historia la opinión de los simples mortales como uno tiene tanto valor, aunque es algo cuántico, tal cual un fotógrafo en el experimento de Schrödinger  porque puedes desgañitarte por las redes sociales, nadie respondería pero si obtienes alguna notoriedad enseguida se sumaran amigos y enemigos en una infinidad de diatribas bizantinas muy al estilo de la inquisición española para quienes todos éramos sospechosos y culpables aun demostrando lo contrario, lo que por cierto (creo) es el sueño de muchos.

Desde que comencé a escribir de manera más o menos constante hace ya 18 años según mi blog más viejo, siempre he tenido en cuenta las buenas reseñas y las malas, las primeras acarician mi ego que siempre se siente agradecido cuando no se siente tan solo, el segundo caso sin satisfacerme (a todos nos encanta que nuestras cosas gusten) me agrada pues si se han tomado la molestia de leerme y no les agradó por el tema que fuese, al menos sé que se le removió algo y en cualquier momento reflexionarán , de ahí parte el cambio así que a ellos también les agradezco me contradigan.

En este Newsletter llevo poco tiempo escribiendo y las métricas sin ser ninguna maravilla, tampoco son tan malvadas, si en este universo de millones de posibles lectores me leen mil al mes es más gente que la que me ha escuchado forzada por la circunstancia universitaria al menos en los momentos en que he tenido más estudiantes por semestre, por tanto, considero esos mil lectores un tesoro. Entre esos mil lectores hay hasta exalumnos y no siempre están de acuerdo conmigo, es lo normal, uno de los mayores aprendizajes de la vida está en el rebote, así como me han aceptado en salones importantes también tengo mi larga cuota de rechazos que templan el carácter y te hacen saber que por muy bueno que te consideres en algo, siempre habrá otros mejores que tú o existirán otros tantos que consideren tu trabajo una tontería y eso no es ninguna tragedia, es lo normal.

Hace días escribí sobre lo que consideraba un buen fotógrafo, un exalumno se amoscó totalmente por mi artículo como siempre pienso que cada quien tiene su idea y al final entre ser feliz y tener la razón siempre es preferible ser feliz, total, tampoco es que el mundo va a implosionar si el profesor Briceño desde su PC se arma una pelea innecesaria con uno de sus lectores.

La fotografía es un oficio, comenzando por ahí, por tanto, hay tantas variantes como posibilidades existan, en otros términos si te atrincheras en un solo nicho, digamos que los productos de tocador, solamente fotografías cosméticos de uso masculino para el público tropical, para ello te armas toda una estrategia de marketing, email marketing y hasta te inventas una marca ficticia para mostrar a los posibles clientes la maravilla de tu trabajo es factible que puedas ganarte la vida con tu móvil y una cajita de luz con iluminación LED, sin mucho estrés, solamente escoger el nicho que más te vaya bien, todo es ganarse la vida que si además te permite tener una vida holgada con mucho trabajo pues aplausos de pie, igual con cualquier otro género de la fotografía, excepto (siempre hay un pero) si te da por ser “artista” porque ahí el baremo responde a mil detalles que nadie ha podido asir con seguridad, donde puedes tener una técnica impecable pero sin ninguna intención comunicativa (evidente) , también están los que recurren a  los filtros de cualquier APP y siguen cayendo en la necedad de no integrar la intención comunicativa de forma fácilmente legible, ser fotógrafo y no tener mensaje implícito (el que sea) que no necesite una aclaratoria por parte del artista lo exime de cualquier consideración, incluso en algunos casos es el mismo jurado quien no entiende, he visto casos de salones donde un competidor cuya obra no fue tomada en cuenta, la misma pieza fue ganadora en un concurso internacional un año más tarde, ser artista es un drama.

Ser fotógrafo no debe ser un drama

Todo es cuestión de aspiraciones, si es solo ganarse la vida hay todo un mundo ahí afuera donde buscar clientes, una ciencia de marketing bien establecida con herramientas para usarlas en función de tus necesidades, clientes deben haber de sobra , el asunto es encontrarlos y ese es el verdadero trabajo difícil para los fotógrafos contemporáneos que deben batallar con las bajas tarifas, la competencia salvaje que existe entre los nuevos fotógrafos (esos de IA y aparaticos mágicos) , los Smartphone y las herramientas generativas que han reducido sensiblemente los ingresos de quienes antes vivíamos con dos o tres trabajos al mes que daban mucho más que los sueldos de nuestras respectivas profesiones (ser profesor es mal negocio en Venezuela).

La única solución que le veo es hacer marketing dirigido al nicho que se le haga más sencillo a un fotógrafo, siendo el más complicado (a mi opinión) cualquiera que me fuerce a tener interacción social, por eso me encanta ser documentalista porque los documentalistas somos invisibles o al menos debemos hacer el esfuerzo por serlo pues cualquier interacción con el entorno alteras el natural desenvolvimiento de lo que sea estés registrando, sin más interacción social que ser ignorado hasta que destapas la primera cerveza en el bar local y empiezas a conocer gente y con cuatro o cinco cervezas el panorama cambia. La última vez que intenté hacer un registro en un festejo infantil sin cobrar (afortunadamente) terminé gritándole a las señoras y a los niños, en algún momento el caos se desató y vi desde un niño sacándose los mocos de la nariz y barnizando la torta con ellos hasta madres y padres formando parte del caos buscando espacio alrededor de la mesa con la torta, mi paciencia tiene un límite y esa tarde lo conocí, nunca más haré ese tipo de trabajo, dios bendiga a los amigos fotógrafos que se destacan en eso.

Vale, cuando comenzamos a caminar por la senda de la imagen es normal que queramos comernos el mundo, se fotógrafos de la revista Vogue, ser contratado para publicaciones como Ocean drive, quizás jugarte la vida como reportero de guerra en cualquier parte del mundo donde cargar una cámara réflex no te valga ser asaltado por los militares o policías, hacer un blog de viajes y andar por el mundo fotografiando y escribiendo, en fin, ser pare de la glamorosa legión de fotógrafos bien pagados del mundo, hacerte de un nombre para terminar siendo considerado el Cartier Bresson/Robert Cappa/ Sebastián salgado/Robert Mapplethorpe/ Nelson Guarrido/ Luis Brito (y una larga lista de genios ) de tu generación.

En teoría todos tenemos la misma oportunidad de ser émulos de nuestros héroes, sin embargo, la realidad hace otra cosa, nos restringe a las posibilidades que otorgan las variables inmanejables de origen/nacionalidad/crianza/posibilidades económicas/educación y valor, antes de seguir debo hacer un apare sobre el último punto “el valor” , si algo lamento de mi pasado fue no haber sido más previsivo y salir del acuartelamiento voluntario de estar atrapado en una capital de provincias en mi mejor momento como fotógrafo, un tren que pasó y en el que no podré volver a montar, si hay algo indispensable para los fotógrafos talentosos es tener el valor de poner a prueba tus facultades en el espacio idóneo, mientras solo tienes la responsabilidad por ti mismo es el momento de tomar las maletas y buscar otros aires recordando que muy  pocos llegan a ser profetas en su tierra, ya soy un hombre de 52 años y en este momento deben haber al menos diez millones de mejores fotógrafos que yo, aunque no suelto el sueño tampoco me doy mala vida por ello, aunque tengo miles de cosas por agradecer hay otras tanto que tengo que soltar para poder ser feliz.

No hay que ser un maestro

Volviendo al tema, no hay que ser un maestro de la fotografía para ganarse la vida, al final lo que interesa es la opinión de tus clientes que a fin de cuentas son quienes te dan los fondos para honrar los asuntos económicos de todos los días, atrincherarse en un solo nicho y no salirse de ahí, tener un equipo réflex no te hace multitasking dentro del área fotográfica. Si eres fanático de un deporte entrénate con las ligas menores de tu localidad los mejores fotógrafos de cualquier área son aquellos que conocen tan bien su nicho que no se tienen que mover de allí para sobrevivir. el problema de esa estrategia es el tiempo que pasa entre el instante que decides incursionar en un nicho hasta que este comience a dar muestras de vida con contratos regulares, todo tiene su tiempo y su estrategia, el asunto en todo caso es de aguante y trabajo constante que en algún momento explota la burbuja.

En resumen, un buen fotógrafo es aquel que logra ganarse la vida con su oficio, ser un maestro es cuestión de otros factores que no van al caso en este texto, hacer fotos de todo para cualquier cliente es la peor idea que uno puede tener, por muchos años lo intenté por el mismo asunto de las cuentas y fallé, hasta que me di cuenta que lo mío era otra cosa, mucho más complicada, pero al fin de todo es lo que me hace final, ya no quiero ser un maestro, solo con ganarme la vida del modo en que sueño me basta, ahí vamos.

Profesor José Ramón Briceño Diwan

19/08/2024

 


 

 

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miércoles, 21 de agosto de 2024

El Poder de la Perspectiva en la Fotografía: Cómo la Perspectiva y el Punto de Vista Afectan la Interpretación de una Imagen

 

En el vasto mundo de la fotografía, la perspectiva no es simplemente una cuestión técnica relacionada con la profundidad y el ángulo. Más allá de sus fundamentos en óptica, la perspectiva en fotografía desempeña un papel crucial en cómo interpretamos y damos significado a una imagen. Este artículo explora cómo la perspectiva y el punto de vista influyen en la percepción de una fotografía, mostrando que cada decisión sobre la perspectiva es una elección consciente que afecta profundamente el mensaje que queremos transmitir.

Comprendiendo la Perspectiva Fotográfica

La perspectiva en fotografía se refiere a la representación visual del espacio y la profundidad en una imagen bidimensional. Al igual que en la pintura y otras artes visuales, la perspectiva fotográfica ayuda a crear una ilusión de tridimensionalidad sobre una superficie plana. Esta ilusión se basa en varios principios, como la convergencia de líneas, el tamaño relativo de los objetos y el uso de ángulos.

En términos más simples, la perspectiva determina cómo percibimos la relación entre los diferentes elementos de una imagen. Por ejemplo, al tomar una fotografía de una calle larga, el uso de una perspectiva en línea de fuga puede hacer que los edificios y el pavimento parezcan converger en un punto en el horizonte, sugiriendo profundidad y distancia.

La Perspectiva y el Punto de Vista: Más Allá de lo Técnico

La perspectiva en fotografía no es solo una cuestión técnica; también es una herramienta poderosa para comunicar ideas y emociones. El punto de vista desde el cual se toma una fotografía —ya sea a nivel del suelo, desde arriba, desde abajo o a un ángulo inclinado— afecta cómo el espectador interpreta la imagen.

Perspectiva desde Arriba: La Visión Aérea

Cuando una fotografía se toma desde un ángulo elevado, se crea una sensación de distanciamiento o de observación desde un punto superior. Esta perspectiva puede dar al espectador una visión más amplia del contexto y puede sugerir una cierta objetividad. Por ejemplo, una vista aérea de una ciudad puede hacer que las personas y los edificios parezcan pequeños e insignificantes, lo que puede transmitir una sensación de grandiosidad o aislamiento.



Perspectiva desde Abajo: El Poder del Ángulo Bajo

En contraste, tomar una fotografía desde un ángulo bajo puede hacer que los sujetos parezcan más grandes y dominantes. Esta perspectiva se utiliza a menudo en retratos para conferir poder y autoridad al sujeto. Un retrato de una figura pública tomado desde una perspectiva baja puede enfatizar su importancia y presencia, mientras que un ángulo alto podría hacer que la misma figura parezca más vulnerable.



Perspectiva a Nivel del Suelo: La Intimidad y la Inmediatez

Fotografiar a nivel del suelo puede ofrecer una sensación de cercanía e intimidad. Al capturar un sujeto desde una perspectiva cercana y horizontal, se puede crear una conexión más personal con el espectador. Esta técnica es frecuente en la fotografía de vida cotidiana y en los retratos, donde el objetivo es involucrar emocionalmente al espectador con el sujeto.

La Perspectiva como Herramienta de Narrativa

Cada elección de perspectiva no solo afecta la forma en que se perciben los elementos en una imagen, sino también la narrativa que se construye. La forma en que encuadramos una fotografía puede cambiar radicalmente el mensaje que transmitimos.

Creando Enfoques y Énfasis

La perspectiva puede guiar la atención del espectador hacia ciertos elementos de la imagen. Por ejemplo, un fotógrafo puede utilizar una perspectiva en ángulo para enfatizar un objeto o una persona en primer plano mientras difumina el fondo. Esto no solo dirige la mirada del espectador, sino que también puede influir en la interpretación del contenido de la imagen.

 Cambios en la Escala y la Proporción

La manipulación de la perspectiva también afecta la percepción de la escala y la proporción. Un objeto en primer plano puede parecer desproporcionadamente grande en comparación con el fondo, creando un sentido de magnitud o exageración. Esta técnica puede ser utilizada para destacar la importancia de un elemento específico dentro de la composición general de la fotografía.

La Perspectiva y el Contexto Social

La perspectiva también juega un papel en la representación de contextos sociales y culturales. Una fotografía tomada desde una altura que observa un grupo de personas puede sugerir una crítica social o una observación distante, mientras que un enfoque más cercano puede transmitir una conexión emocional más profunda. La elección de la perspectiva en estas situaciones puede influir en cómo se perciben las relaciones y dinámicas sociales representadas en la imagen.

Perspectiva y Estilo Personal

El estilo fotográfico de un fotógrafo a menudo se refleja en sus elecciones de perspectiva. Algunos fotógrafos prefieren perspectivas dramáticas o inusuales para desafiar las expectativas del espectador y ofrecer nuevas formas de ver el mundo. Otros pueden optar por perspectivas más convencionales que enfatizan la claridad y la precisión.

La Influencia del Entorno y el Contexto del Fotógrafo

La perspectiva elegida puede estar influenciada por el entorno y el contexto en el que trabaja el fotógrafo. Por ejemplo, un fotógrafo de paisajes puede utilizar perspectivas amplias para capturar la grandiosidad de la naturaleza, mientras que un fotógrafo urbano puede optar por ángulos más cerrados para resaltar detalles arquitectónicos y humanos en el entorno metropolitano.

La Perspectiva como Expresión Artística

Además de sus funciones técnicas y narrativas, la perspectiva también puede ser una forma de expresión artística. A través de la manipulación de la perspectiva, los fotógrafos pueden experimentar con la percepción visual y crear imágenes que desafían o amplían nuestra comprensión del espacio y la forma.

 La Perspectiva como decisión consciente en la fotografía, la perspectiva es mucho más que un aspecto técnico; es una herramienta poderosa para transmitir significados y emociones. Desde la elección de un ángulo elevado o bajo hasta la manipulación del tamaño y la proporción, cada decisión sobre la perspectiva afecta cómo interpretamos una imagen y qué mensaje percibimos.

Al comprender el impacto de la perspectiva en la fotografía, los fotógrafos pueden utilizar esta herramienta para mejorar su comunicación visual y ofrecer imágenes que resuenen de manera más profunda con el espectador. La próxima vez que tomes una foto, reflexiona sobre cómo tu elección de perspectiva puede influir en la narrativa y la emoción que deseas transmitir, y cómo puede afectar la interpretación de la imagen por parte del público.

La perspectiva en fotografía no solo define cómo vemos el mundo, sino también cómo elegimos contar su historia. A través de la manipulación consciente de la perspectiva, podemos crear imágenes que no solo capturan la realidad, sino que también la interpretan y la transforman en algo único y significativo.

Prof. José Ramón Briceño Diwan






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sábado, 17 de agosto de 2024

Inversión en Educación vs. Promesas : Que Necesitas para aprender a ser fotógrafo

 Todos los profesionales tienen altas y bajas, no todos son el éxito personalizado y hay que ganarse la vida, para ello dar clases es una opción interesante, lo diré yo que he dedicado gran parte de mi vida profesional a la docencia donde he dado clases en cátedras universitarias hasta llegar al extremo de inventarme cursos para ganarme el pan cada tanto. En teoría dar clases es un buen modo de ganarse la vida mientras tengas el conocimiento suficiente para ello y un trabajo solido que lo respalde, pero a menos que seas un divo (o diva) de la fotografía, el trabajo de montar una escuela de fotografía es un asunto que siempre fue cuesta arriba, entre la competencia y lo elitesco del oficio (al menos en Venezuela) tener una escuela exitosa es el resultado de aguantar durante un rato todo tipo de contratiempos hasta que fama y fortuna tocan a la puerta de tu academia, ese tiempo puede ser entre seis meses o cuatro años, tal como va la tecnología si no hay una especialización en camino difícilmente tendrá éxito ninguna iniciativa.

Tiempos difíciles

En estos tiempos complicados siempre estoy pensando en que puedo hacer para captar más capital, las cuentas en casa se acumulan, la inflación es cosa de todos los días, un sueldo no es suficiente por muy profesor universitario que seas, el asunto es siempre buscar modos de ganar más, como antes de inventar nada hay que documentarse para ello no hay mejor indicador que las redes sociales, andando en proceso de investigación me tropiezo con un post en Instagram donde venden “cursos de fotografía digital” por un dólar, sin salir de mi asombro sigo revisando el post y toda la información es que una vez haces el deposito te envían por email una serie de guías, videos y ejercicios que prometen hacerte fotógrafo por poco dinero, de hecho (no voy a hacerles publicidad) su promoción está apalancada en la premisa de ensañarte un oficio para salir a ganarte la vida.

Hacerse de un oficio es algo que considero absolutamente necesario sobre todo para los que no nacimos con más bien de fortuna que nuestro cerebro y tenemos los sentidos en su justa dimensión lo que de por si es una bendición, a falta de fondos tienes inteligencia que eso es ya un camino andado, tanto más en estos años de chat GPT en los que al primer descuido serás fácilmente suplantado por un al ritmo de inteligencia artificial que aprende constantemente y puede absorber toneladas de información en segundos , mientras uno tarda (en mi caso) al menos cinco años de estudio para medio decirse especialista en algo viene la IA generativa y se aprende todo eso en segundos, por lo que un oficio así sea el de carpintero/mecánico/plomero/pintor o lo que sea no le va mal a nadie, en ese lote estuvo la fotografía por años, de hecho la fotografía ha pagado desde mi universidad hasta el posgrado pasando por darme acceso a sitios donde no hubiese podido estar de no ser por la dupla oficio/profesión pero en realidad el oficio me abrió la puerta y la profesión me permitió dar opiniones avaladas por la academia.

La experiencia hace la diferencia

Ahora bien, una cosa es hacer un curso en línea con un profesor que vaya dirigiendo el aprendizaje y quizás aprender lo suficiente como para ir por la vida haciendo cualquier tipo de fotografía para pagar las cuentas, otra muy distinta pagar unas guías y creerse fotógrafo. Siento el más profundo respeto por los maestros que me he tropezado en el camino, los que me dieron clases, los otros con los que tuve la suerte de compartir trago y conversa y hasta con quienes me peleé en algún momento por cualquier necedad profesional (propia o ajena, eso no importa) , con todos aprendí un montón, tanto como para leer algunos tutoriales y decir que están haciendo todo mal , no importa lo que diga el fabricante, por ejemplo he leído en las guías de fotografía analógica que recomiendan trabajar con los químicos a 20° , la experiencia de yo no sé cuantos cientos o miles de rollos entre los propios y los de mis alumnos durante los 10 años que estuve metido en cuanto laboratorio podía, llegando incluso a ser jefe en algún instituto allá a finales de los noventas del siglo pasado donde por aprendizaje sabía que si ponía el químico de revelado a 16° la película salía hermosa mientras que como dicen los fulanos tutoriales tenemos una película revelada con un grano excesivo, pero eso solo se prende con la experiencia y la guía de los gurúes con los que aprendí.

Entiendo que en otros países hay que hacer una licenciatura y que muchos dicen que es innecesaria por ser un oficio, la verdad todos tienen razón, si vemos la fotografía como una forma de ganarse la vida registrado la vida de los otros no hay que ser licenciado, mucho menos si lo que tienes que hacer es cómprate una cajita de luz que viene con iluminación LED incorporada y ya puedes hacer fotos de productos sin mayor drama, es más, ahora ni siquiera necesitas cámara que con un buen móvil y los accesorios indicados basta y sobra para ganarse la vida con decoro, las cámaras se usan para confundir a los clientes, para que no se enteren que su evento bien puede ser registrado con un móvil, pasar las fotos por la IA generativa indicada y listo, sin drama, pero nadie te va pagar por hacer las fotos con un móvil que para ello hay que tener aunque sea una réflex en mano.

La inversión necesaria

Sin embargo, que la fotografía sea un oficio no hace que la inversión en aprendizaje sea menos trascendental, que el cerebro sea la herramienta más importante no hace menos necesaria la inversión en educación. Si de mí dependiese nunca jamás recomendaría ningún curso/taller que dure menos de 80 horas donde al menos treinta deben ser de prácticas y el resto de información determinante sobre los mil tópicos importantes que van desde como tomar una cámara hasta el análisis de la luz, todo con la advertencia de que para considerarse experto debe tener al menos mil horas de práctica profesional. Aunque parezca mentira, ser fotógrafo no es fácil ni sencillo, la tecnología nos hace pensar eso, pero en el fondo, el arte; visto como el modo excepcional de acometer con éxito cualquier meta, es lo que marca la diferencia entre un chapucero de las IA y un fotógrafo experto, contra eso no hay marketing ni IA que te ayude a menos claro que te atrincheres en un nicho específico, pero aun estos serán superados muy pronto por la tecnología.

Hoy día la mejor inversión que podemos hacer es en investigación y práctica, para ello deben ir a buscar escuelas organizadas donde exista un pensum ajustado a la necesidad profesional del momento y no caer en estafas de cursos por un dólar que prometen hacerte experto en el tiempo que dediques en leer y observar los tutoriales, buscar a los maestros donde sea e inscribirse en sus cursos, el siglo XXI parece ser el tiempo de los tutoriales, aunque parezca mentira los tutoriales no hacen expertos pero matan oficios.

Prof. José Ramón Briceño

Caracas 17/08/2024

 


lunes, 12 de agosto de 2024

Fotografía y Lingüística: Una Mirada Interdisciplinaria al Análisis Fotográfico

 

La fotografía, como medio artístico y comunicativo, puede ser comprendida de manera profunda a través de la lingüística para designar fenómenos complejos. La interdisciplinariedad entre estas dos áreas permite una exploración rica y matizada del fenómeno fotográfico, utilizando términos y conceptos lingüísticos para desentrañar la complejidad de la imagen. En este ensayo, exploraremos cómo términos como narrativa, discurso, intención comunicativa y estructura narrativa, comunes en el análisis lingüístico, pueden ser aplicados para analizar y entender el trabajo de los fotógrafos.

 El Relato a Través de la Imagen

En lingüística, la narrativa se refiere a la estructura que da forma a una historia o relato, en la fotografía puede ser aplicada como la forma en que una imagen o una serie de imágenes construyen una historia o transmiten un mensaje. A diferencia de la narrativa escrita o verbal, que se vale de palabras para construir un relato, la narrativa visual depende de elementos visuales como la composición, la luz, el color y la perspectiva. La estructura visual (cualquier arte visual) se vale de las imágenes para comunicar discursos complejos como una suerte de atajo para que el cerebro del espectador decodifique y ajuste lo que ve a su propio marco de referencia, un ejemplo clásico son las imágenes religiosas del catolicismo (podemos ir mas lejos pero no lo creo necesario) que bastan para comunicar a los feligreses toda la carga mitológica sin tener que recurrir a grandes rodeos dialecticos pues su público originario estaba muy lejos de poder comprender fenómenos que son ajenos a su realidad o a su marco referencial dado por la cultura en la que están inmersos.

 Tomemos, por ejemplo, el trabajo de Sebastião Salgado. Sus fotografías de comunidades y paisajes presentan una narrativa poderosa que va más allá de lo que las palabras podrían capturar. La disposición de las figuras en sus imágenes, la intensidad emocional y los contrastes de luz y sombra crean una historia que comunica la experiencia humana de manera profunda y evocadora. Cada imagen en su serie puede ser vista como un "capítulo" en una narrativa visual más amplia, donde la secuencia de las fotografías contribuye a un relato cohesivo.

 

El Mensaje en Contexto

El concepto de discurso en lingüística se refiere a la forma en que el lenguaje es utilizado para comunicar significados dentro de contextos específicos. De manera similar, el discurso fotográfico se refiere al modo en que las fotografías comunican significados y mensajes en diferentes contextos culturales, sociales e históricos.

 Una fotografía no se limita a transmitir una imagen estática; también puede ser leída y comprendida en función del contexto en el que se presenta. Por ejemplo, las imágenes icónicas de la Guerra de Vietnam, como la famosa fotografía de Nick Ut de la niña vietnamita quemada por napalm, no solo capturan un momento específico, también forman parte de un discurso más amplio sobre la guerra, la política y la ética, donde es al espectador a quien le toca la tarea de reinterpretarla sin tener en cuenta la idea (o historia) del fotógrafo.

 En el análisis del discurso fotográfico, es crucial considerar cómo las fotografías interactúan con las narrativas dominantes y las ideologías culturales. ¿Qué mensaje está intentando comunicar el fotógrafo? ¿Cómo se relaciona esa imagen con el contexto histórico y cultural en el que se produce la fotografía? Estos son aspectos esenciales para una comprensión completa del discurso fotográfico.

 

La Intención del Fotógrafo

La intención comunicativa es el concepto central en la lingüística, se refiere a la finalidad que tiene el emisor al comunicar un mensaje. En la fotografía, la intención comunicativa es un factor clave en la interpretación de la imagen. La intención del fotógrafo puede ser explícita o implícita, consciente o inconsciente, y puede influir en la forma en que la imagen es percibida por el espectador.

 Al analizar el trabajo de fotógrafos como Cindy Sherman, por ejemplo, es importante considerar su intención comunicativa al crear autorretratos que exploran identidades y roles sociales. Sherman utiliza la fotografía para cuestionar y jugar con las representaciones de género y la identidad, y su intención comunicativa se manifiesta en la manera en que se presenta en sus imágenes, en los escenarios que elige y en los personajes que interpreta.

 

La Organización de la Historia Visual

La estructura narrativa, cuando la estudiamos desde la lingüística se refiere a cómo se organiza una historia para transmitir un mensaje de manera coherente, en un lenguaje que la mayoría de los espectadores puedan entender, si hablamos de fotografía la ausencia de palabras hace más amplio el espectro de posibles espectadores que se ajusten a los parámetros de la intención comunicativa del fotógrafo , siempre y cuando mantenga los elementos universales que son parte del código comunicacional de los espectadores a quienes va dirigido el “relato”. En la fotografía, la estructura narrativa puede ser entendida en términos de la organización visual de los elementos dentro de una imagen o valiéndose de una serie de imágenes; como un portafolio, por ejemplo. La forma en que se dispone el contenido visual, el uso del espacio, y la secuencia de las imágenes pueden contribuir a la construcción de una narrativa visual coherente, todos estos elementos, además, son formas de comunicación extrafotográfica que aportan sentido a la intención comunicativa.

 En el trabajo de fotógrafos como Ansel Adams, la estructura narrativa puede encontrarse en la manera en que las fotografías de paisajes están organizadas para mostrar una evolución en su percepción del entorno natural, que con su trabajo deja de ser un espacio “normal” para transformarse en una pieza de arte. Adams utiliza la estructura narrativa para guiar al espectador a través de una experiencia visual que resalta la majestuosidad del paisaje.

 En el caso de un portafolio o de cualquier otro proyecto de largo alcance, la estructura narrativa implica una progresión del desarrollo temático que se despliega a lo largo del tiempo, donde tal cual como en cualquier otra forma narrativa escrita debe contar con una introducción, un desarrollo y una conclusión que se revelan gradualmente a medida que el espectador interactúa con el cuerpo completo de trabajo, de forma tal que el concepto global pueda ser entendido a cabalidad por el espectador.

 Usar algunos de los conceptos de la lingüística nos puede permitir descubrir (y utilizar) herramientas teóricas que nos permiten dar profundidad adicional en su capacidad para comunicar todo nuestro discurso con la suficiente solidez como para ser inteligible tanto a la crítica como el espectador. Abordar el análisis de la fotografía desde la óptica lingüística a términos como narrativa, discurso, intención comunicativa y estructura narrativa, podemos obtener una comprensión más rica del trabajo de los fotógrafos y de cómo sus imágenes funcionan como formas de comunicación visual. Esta aproximación interdisciplinaria enriquece el análisis fotográfico, también amplía nuestra apreciación de la fotografía como una forma de expresión comunicativa “disfrazada” de arte.

Pensar en usar herramientas lingüísticas para el análisis y construcción de un trabajo fotográfico sólido no es nada descabellado, primero fue la imagen y luego la palabra, por tanto la mirada interdisciplinaria abre un compás de entendimiento mucho más amplio que permite al fotógrafo cumplir su rol de comunicador, al final, es algo que hacen todos los artistas desde el principio de los tiempos  para conectar con el espectador, contar historias y transmitir significados, aunque se valgan a través de diferentes medios.

Texto publicado originalmente en mi Newsletter "Notas Fotográficas" en Linkedin 

Profesor José ramón Briceño Diwan 

12/08/2024



miércoles, 7 de agosto de 2024

Más introspección y menos tecnosofía

 1 de junio de 2024

En estos tiempos ya la fotografía ha dejado de ser un espacio para iniciados y gurúes de las “ciencias inexactas” para abrirse a todo tipo de público, gracias a las cámaras digitales que cada día cuestan menos dinero (excepto Venezuela) y tienen más funciones, el asunto de hacer fotos es algo más de las masas que hace veinte años, por ejemplo, sin embargo, eso ha traído como problema que mucha gente deje de lado eso que significa ser artista o cuando menos pretenderlo.

A diario veo cientos de fotos malas en las redes, también miro con cierto estupor como hay concursos de fotografía cuyos participantes envían imágenes que podrían ser consideradas casi estandarizadas de tan parecidas unas de otras, técnicamente bien ejecutadas, son cascarones vacíos sin discurso alguno. Alguna vez he tenido que revisar el trabajo de algunos alumnos que pretendían entrar a estudiar el segundo nivel( sin haber hecho el primer nivel conmigo, así puedo ver cómo están sus habilidades), miro fotos excelentemente expuestas, en algunos casos con buenos encuadres y perspectivas interesantes, con excelente manejo del color, hermosas como un jarrón chino comprado por alíbaba, resulta que son unas más del inmenso montón de nada muy bonita que anda por ahí rodando, algunos de esos aspirantes se han levantado de la mesa luego de la discusión de sus fotos y se han ido para no volver, otros se molestan pero se quedan en sus sillas y vuelven a la semana siguiente para comenzar el periplo educativo, los menos se han puesto a discutir porque su profesor anterior le dio elogios profundos a sus fotos y que yo era un grosero por desautorizar la muy importante opinión de otro docente, a esos no espero que se retiren, se los solicito de manera muy cortes y hasta me ofrezco a dar el reembolso de lo que le pagó al instituto por sus clases.

En fin, sigo con la campaña por la necesidad de crear alumnos más reflexivos en torno al asunto fotográfico, que generen un discurso realmente denso en su trabajo autoral, para los otros espacios del oficio hay mucha gente dictando talleres, cursos y hasta diplomados pues no todas las formas de ganarse la vida con la cámara responden a ningún tipo de pensamiento profundo, sin embargo tampoco sobra quien le de algunas vueltas diferentes a las muy trilladas fotos de  eventos sociales, publicidad, alimentos, arquitectura, prensa o farándula, esas responden a otros parámetros menos exigentes pero como demuestran los maestros ; si le metes concepto funcionan mejor.

Creo en hacer un llamado a todos los amigos que dictan clases de fotografía, aunque la técnica jamás sobra, aprender las nuevas maneras de hacer fotografías siempre es bueno, también es interesante formar gente que se vea “obligada” a pensar de manera conceptual, de esos que permean su sentir u opinión personal en cada imagen que muestran, esos que terminan por ser llamados artistas y que en algún momento de su carrera terminan pensando más en la imagen que en el equipo para lograrla o los recursos que los puristas tecnosóficos gritan a los cuatro vientos.

Prof. José Ramón Briceño