sábado, 14 de septiembre de 2024

De Hobby a Profesión: Por Qué Es Crucial Cobrar por Tu Trabajo Fotográfico

 

Hace muchos años, quizás unos quince cuando a media tarde recibí una llamada, era alguien que conocía preguntando si estaba disponible para cubrir una emergencia, unos amigos de ella (la persona que llamó) se casaban, pero no tenían fotógrafo para la boda, todo iba bien hasta que preguntó si me podía pagar con comida y bebida en la fiesta, como si pagase una barra libre, pero en vez de usar dinero debía usar la cámara, algo muy ofensivo, sobre todo cuando me enteré que los contrayentes habían contratado uno de los salones de festejos más caros de la ciudad y quien sabe cuánto licor y comida pero no querían (o no podían) pagar un fotógrafo. Obviamente decliné de modo poco elegante la invitación, es un exceso que alguien desprecié tu trabajo al intercambiarlo por comida o bebida, que si me hubiese podido llevar una caja de wiski escoces de 18 años a casa quizás hubiese pensado hacerlo ya que el trueque es (a veces) una forma interesante de hacer negocios, pero solo aplicaba lo que me pidiese comer o beber mientras “disfrutaba” la fiesta.

Cuando es válido “regalar” el trabajo

No digo que jamás haga cosas de gratis, igual tengo archivo y todos los días cuando salgo a trabajar o a lo que sea me voy con el compromiso de volver con una imagen, aunque sea, eventualmente el ejercicio irá haciéndose un portafolio que por lo general no es comercial, el destino de eso es invariablemente ser posteado mis redes sociales, si en el camino alguna revista digital me pide unas para ser publicadas y acompañadas de algún artículo con gusto las cedo siempre y cuando lleven mis créditos las cedo, la publicidad entre el público que me interesa nunca es mala. También aplica usarlas como regalos, si algún amigo o familiar muy querido necesita un fotógrafo con gusto regalo mis servicios, pero sin excepciones a la regla que me tomo bastante en serio, de ahí a soportar que cualquier desconsiderado piense que por usar una cámara digital voy a intercambiar mi trabajo por nada hay un largo trecho, mismo razonamiento uso cuando aparece alguna oferta de empleo tipo necesito hacer las fotos para mis redes, te voy a contratar sin ningún otro beneficio que pagarte 50$ a la semana en jornadas de ocho horas de lunes a sábado el otro típico es, vamos a salir con mi empresa de viaje para (ponga el sitio que prefiera) te invitamos pero debes hacer todo el registro del evento y no cobrarás nada, a menos que el viaje sea a un sitio paradisiaco donde pueda hacer tras fotos que pueda vender lo normal es que me niegue, así hay un largo etcétera de posibilidades de “trabajo” que no me interesan y que en realidad son insultos para el oficio que suceden todos los días y a cada rato.

Valuar el trabajo

Cuando comenzamos cualquier proyecto (el que sea) tenemos que hacer una inversión, esta inversión debe ser no solo en equipos, también en formación, estos elementos pesan al momento de cobrar nuestros servicios. El caso de los fotógrafos es bastante problemático el asunto del cálculo de honorarios justos por nuestro trabajo.

Seguramente muchos de quienes me leen alguna vez los han contactado para hacer algún trabajo de gratis, unas veces pretenden que uno se cobre con comida o del licor de la boda, otras te compran unas cuantas fotos y te preguntan a ver si les regalas el resto de las fotos, los menos te “invitan” a una salida, la que sea y de paso piden por favor que les hagas fotos de su evento y se las regales. Están mal, sé que muchas veces provoca cierto temor ser firme en el momento de cobrar o negarse a hacer el trabajo bien sea por lazos familiares o por que quien te está pidiendo (de gratis) el trabajo es algún jefe que no se quiere enterar ni que eso es fuera de horario laboral o que la ocasión nada tiene que ver con lo que fuiste contratado, los más son los conocidos que por unas palabras amables ya se creen con derecho a solicitar un trabajo gratuito sin retribución alguna porque “son amigos”, una cosa es que uno mismo regale el trabajo, por que provoca y otra muy diferente es que te “Exijan” que lo regales, es trabajo no hobby, como muchos lo ven.

Se preguntarán a que viene el cuento, simple, entre todos los males de estos tiempos está el del desprecio por el trabajo ajeno, sobre todo porque los demás piensan que la que hace las fotos es la cámara y no el fotógrafo, por tanto, no tiene sentido pagar por algo tan común que hasta ellos mismos lo pueden hacer, cada vez que me tropiezo alguien así le recomiendo que lo hagan ellos mismos, total “es fácil”.

Nadie habla del tiempo dedicado a cada imagen, del que se invierte en posproducción, de lo que cuesta el equipo, del desgaste de las computadoras ,el costo del software y sobre todo el conocimiento, eso sin hablar del drama si las fotos no agradan a los beneficiaros luego hablan mal del trabajo y en tiempos de redes sociales eso es nefasto, de todo eso hace rato me cansé, nunca más hago ni descuentos ni regalo nada a petición ajena, lo mismo le recomiendo a todos los que se inician, los que se buscan un sitio en la comunidad para ganarse la vida, bájense de la nube con la fantasía que si cobran muy barato tendrán más clientes, la verdad es todo lo contrario, si cobran muy barato difícilmente podrán crecer en equipos, el uso los irá dañando y si el retorno de la inversión no es acorde con la posibilidad de reponer equipo vivirán con lo que les vaya quedando, al final, en el mejor de los casos, terminarán en la puerta de las iglesias cazando bodas o  bautizos con su álbum bajo el brazo sin solución de futuro como tantos otros.

Daños a terceros

Estemos claros, cuando se es novato no puedes cobrar gran cosa, pero ha de existir un piso mínimo de venta al público que todos respeten. También es lógico que cada trabajo tenga un valor específico una foto de una fiesta infantil no tiene ni de lejos el mismo esfuerzo de una boda, ni un trabajo editorial o un trabajo de modas, pero regalar fotos por dos centavos solo te dejará en la ruina, arruinaras a los colegas, seguirás colaborando a la merma del negocio para todos y por ultimo serás co-culpable de la mentalidad abusiva de los mendigos de trabajos, que nunca jamás chistan por el costo de una botella de wiski , por el servicio de catering o quien sabe cuántas cosas más pero pretenden que las fotos o se las regalen o peor, que les cobren muy barato pues se lo han gastado todo y a última hora se acordaron de las fotos. Los jefes abusivos también aplican cuando se aprovechan y si tú los dejas se servirán más de todos, así el espiral de abusos nunca terminará. Desde estas líneas les recomiendo a todos los fotógrafos que me leen, a quienes piensan meterse en el oficio, a los que ya son profesionales y a los que están en vías de serlo, que unamos conciencias, cobremos lo justo pero que jamás volvamos a dejar que alguien abuse pidiendo regalos no merecidos que de paso desmerecen nuestro esfuerzo y afectan las finanzas de todos.

Prof. José Ramón Briceño Diwan

12/09/2024

 


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