sábado, 14 de septiembre de 2024

De Hobby a Profesión: Por Qué Es Crucial Cobrar por Tu Trabajo Fotográfico

 

Hace muchos años, quizás unos quince cuando a media tarde recibí una llamada, era alguien que conocía preguntando si estaba disponible para cubrir una emergencia, unos amigos de ella (la persona que llamó) se casaban, pero no tenían fotógrafo para la boda, todo iba bien hasta que preguntó si me podía pagar con comida y bebida en la fiesta, como si pagase una barra libre, pero en vez de usar dinero debía usar la cámara, algo muy ofensivo, sobre todo cuando me enteré que los contrayentes habían contratado uno de los salones de festejos más caros de la ciudad y quien sabe cuánto licor y comida pero no querían (o no podían) pagar un fotógrafo. Obviamente decliné de modo poco elegante la invitación, es un exceso que alguien desprecié tu trabajo al intercambiarlo por comida o bebida, que si me hubiese podido llevar una caja de wiski escoces de 18 años a casa quizás hubiese pensado hacerlo ya que el trueque es (a veces) una forma interesante de hacer negocios, pero solo aplicaba lo que me pidiese comer o beber mientras “disfrutaba” la fiesta.

Cuando es válido “regalar” el trabajo

No digo que jamás haga cosas de gratis, igual tengo archivo y todos los días cuando salgo a trabajar o a lo que sea me voy con el compromiso de volver con una imagen, aunque sea, eventualmente el ejercicio irá haciéndose un portafolio que por lo general no es comercial, el destino de eso es invariablemente ser posteado mis redes sociales, si en el camino alguna revista digital me pide unas para ser publicadas y acompañadas de algún artículo con gusto las cedo siempre y cuando lleven mis créditos las cedo, la publicidad entre el público que me interesa nunca es mala. También aplica usarlas como regalos, si algún amigo o familiar muy querido necesita un fotógrafo con gusto regalo mis servicios, pero sin excepciones a la regla que me tomo bastante en serio, de ahí a soportar que cualquier desconsiderado piense que por usar una cámara digital voy a intercambiar mi trabajo por nada hay un largo trecho, mismo razonamiento uso cuando aparece alguna oferta de empleo tipo necesito hacer las fotos para mis redes, te voy a contratar sin ningún otro beneficio que pagarte 50$ a la semana en jornadas de ocho horas de lunes a sábado el otro típico es, vamos a salir con mi empresa de viaje para (ponga el sitio que prefiera) te invitamos pero debes hacer todo el registro del evento y no cobrarás nada, a menos que el viaje sea a un sitio paradisiaco donde pueda hacer tras fotos que pueda vender lo normal es que me niegue, así hay un largo etcétera de posibilidades de “trabajo” que no me interesan y que en realidad son insultos para el oficio que suceden todos los días y a cada rato.

Valuar el trabajo

Cuando comenzamos cualquier proyecto (el que sea) tenemos que hacer una inversión, esta inversión debe ser no solo en equipos, también en formación, estos elementos pesan al momento de cobrar nuestros servicios. El caso de los fotógrafos es bastante problemático el asunto del cálculo de honorarios justos por nuestro trabajo.

Seguramente muchos de quienes me leen alguna vez los han contactado para hacer algún trabajo de gratis, unas veces pretenden que uno se cobre con comida o del licor de la boda, otras te compran unas cuantas fotos y te preguntan a ver si les regalas el resto de las fotos, los menos te “invitan” a una salida, la que sea y de paso piden por favor que les hagas fotos de su evento y se las regales. Están mal, sé que muchas veces provoca cierto temor ser firme en el momento de cobrar o negarse a hacer el trabajo bien sea por lazos familiares o por que quien te está pidiendo (de gratis) el trabajo es algún jefe que no se quiere enterar ni que eso es fuera de horario laboral o que la ocasión nada tiene que ver con lo que fuiste contratado, los más son los conocidos que por unas palabras amables ya se creen con derecho a solicitar un trabajo gratuito sin retribución alguna porque “son amigos”, una cosa es que uno mismo regale el trabajo, por que provoca y otra muy diferente es que te “Exijan” que lo regales, es trabajo no hobby, como muchos lo ven.

Se preguntarán a que viene el cuento, simple, entre todos los males de estos tiempos está el del desprecio por el trabajo ajeno, sobre todo porque los demás piensan que la que hace las fotos es la cámara y no el fotógrafo, por tanto, no tiene sentido pagar por algo tan común que hasta ellos mismos lo pueden hacer, cada vez que me tropiezo alguien así le recomiendo que lo hagan ellos mismos, total “es fácil”.

Nadie habla del tiempo dedicado a cada imagen, del que se invierte en posproducción, de lo que cuesta el equipo, del desgaste de las computadoras ,el costo del software y sobre todo el conocimiento, eso sin hablar del drama si las fotos no agradan a los beneficiaros luego hablan mal del trabajo y en tiempos de redes sociales eso es nefasto, de todo eso hace rato me cansé, nunca más hago ni descuentos ni regalo nada a petición ajena, lo mismo le recomiendo a todos los que se inician, los que se buscan un sitio en la comunidad para ganarse la vida, bájense de la nube con la fantasía que si cobran muy barato tendrán más clientes, la verdad es todo lo contrario, si cobran muy barato difícilmente podrán crecer en equipos, el uso los irá dañando y si el retorno de la inversión no es acorde con la posibilidad de reponer equipo vivirán con lo que les vaya quedando, al final, en el mejor de los casos, terminarán en la puerta de las iglesias cazando bodas o  bautizos con su álbum bajo el brazo sin solución de futuro como tantos otros.

Daños a terceros

Estemos claros, cuando se es novato no puedes cobrar gran cosa, pero ha de existir un piso mínimo de venta al público que todos respeten. También es lógico que cada trabajo tenga un valor específico una foto de una fiesta infantil no tiene ni de lejos el mismo esfuerzo de una boda, ni un trabajo editorial o un trabajo de modas, pero regalar fotos por dos centavos solo te dejará en la ruina, arruinaras a los colegas, seguirás colaborando a la merma del negocio para todos y por ultimo serás co-culpable de la mentalidad abusiva de los mendigos de trabajos, que nunca jamás chistan por el costo de una botella de wiski , por el servicio de catering o quien sabe cuántas cosas más pero pretenden que las fotos o se las regalen o peor, que les cobren muy barato pues se lo han gastado todo y a última hora se acordaron de las fotos. Los jefes abusivos también aplican cuando se aprovechan y si tú los dejas se servirán más de todos, así el espiral de abusos nunca terminará. Desde estas líneas les recomiendo a todos los fotógrafos que me leen, a quienes piensan meterse en el oficio, a los que ya son profesionales y a los que están en vías de serlo, que unamos conciencias, cobremos lo justo pero que jamás volvamos a dejar que alguien abuse pidiendo regalos no merecidos que de paso desmerecen nuestro esfuerzo y afectan las finanzas de todos.

Prof. José Ramón Briceño Diwan

12/09/2024

 


viernes, 6 de septiembre de 2024

Tecnosofía y Fotografía: Desafíos de Valorar Tecnología sobre Experiencia y Talento

 

Hago vida en casi todas las redes sociales posibles, llegando incluso a segmentar en cada una los posibles intereses que debo obtener de esas cuentas, publicando solamente sobre temas determinados, una de ellas la he dedicado solo a la fotografía, es una cuenta pequeña, con apenas 160 seguidores donde solo se discute sobre fotografía y una que otra noticia (sin sorpresas) solo sobre los aparatos fotográficos y su publicidad pero nunca he podido salir del estupor que me causa la discusión Tecnosófica sobre cual equipo tener para obtener un trabajo mejor acabado, personalmente deniego de esa expresión. Claro que quiero tener una Hasselblad 2024 con todos los juguetes, pero luego pienso un par de cosas importantísimas, mi trabajo no necesita un aparato de tal precio y volumen, tendría que cobrar mil dólares por foto para recuperar costos en cuatro años, en caso de que logre tener suficientes clientes que permitan al menos facturar el doble, es decir, 30 fotografías de mil dólares al mes para cubrir todos los costos y que permitan que la cámara se pague antes de su obsolescencia que tal como va el asunto es de apenas unos meses, pronto alguien hará un celular con el mismo sensor y por el décimo de su precio (ciento diez mil dólares menos los agradece todo el mundo)para cuando amortices el precio total ya tu trabajo será obsoleto, según los seguidores de la tecnosofía.

La cámara es solo un objeto

El equipo más novedoso te ahorra trabajo, pero la foto aun sigues haciéndola tú, obviamente es mejor hacer una fotografía con una Nikon D650 con una óptica 17-55 (de la que todos reniegan) que con una cámara Pentax K100, 100% mecánica, cuando tuve esa cámara me sentí un semi dios, se había cumplido mi sueño de solo concentrarme en el diafragmado, obturación y encuadre que todo lo demás (lo más preocupante cuando haces trabajo con una analógica mecánica como el K 1000) lo hacía la  cámara, si el sol estaba a mi favor pues me podía dar el lujo de pasarla a modo de prioridad de abertura con ISO 400 para mantener una velocidad alta de disparo e iluminaba con un flash analógico igualmente pre condicionado a disparar un diafragma por debajo del indicado al programa de prioridad de abertura, permitiendo solo construir imágenes sin tanto drama, eso es una maravilla e imagino que los aparaos de ultima generación han de ser una cosa espectacular.

Por otra parte  hay también que estar claros en que hay fotos que se pueden resolver con maña y otras solo con equipo, quien quiere ser bueno en algo sabe que debe contar con sus “limitaciones”, estar claro hasta donde puede operar con toda la calma de mundo y ser el mejor en ese pequeño nicho que le permite su acceso a tecnología, los que tienen nichos más especializados entonces deberán no solo cobrar en concordancia a la necesidad de equipo especializado y caro deberán estar a la orden del día con eso de la tecnología, por ejemplo, hay fotógrafos participando en exposiciones y salones de arte que toman fotos con Smartphone de seis años de antigüedad compitiendo con usuarios de miles de dólares en equipo, en esos espacios la discusión va en torno a todos los elementos relevantes en una foto que se pretenda arte, los cinco mil dólares de diferencia entre el trabajo del poseedor de un equipo de ultima generación y el de IPhone XS será su habilidad para sacar el mejor provecho de sus circunstancias, la cámara no hace la foto, se supone que es el cerebro que gobierna la máquina. Lo que menos entiendo es el linchamiento mediático entre los muy atrevidos tecnósofos en sus apreciaciones, RAW, HDR, Mirrorless, Mac, IA´s y demás posibilidades del siglo XXI ante quienes omiten esos detalles, que de paso se riegan en toda la cadena de posibles equipos para trabajar, estudio, postproducción, software, cámaras, ópticas, trípodes e iluminación y hasta conocimiento técnico de todos esos aparatos y softwares, creyendo que solo por eso podrán ser mejores que otros, creando la falsa necesidad de equipos nuevos en vez de invertir más tiempo en conocer el equipo propio y buscar sacar el mejor provecho para su intención comunicativa.

Cuestión necesaria

Discutir quien es mejor por tener el mejor equipo o invertir tiempo y dinero solo para “crear” la misma foto re versionada miles de veces debido a otro fenómeno de la unificación estética causada por las redes sociales y las ficciones imaginadas por los mismos clientes, no tiene ningún sentido, en mi caso particular quiero informarme de todo, pero jamás cometo el pecado de hacer preguntas técnicas sobre equipo a nadie, solo me interesa el trabajo y sus logros. No es ningún fenómeno nuevo, solo que en analógico la única cosa diferente que usaban los fotógrafos eran los equipos, pero el resto del proceso era el mismo y la competencia se sentía menos dispareja, en esa época aprendimos que era mejor la maña que la fuerza.

Desde aquellos años ya me incomodaba la discusión tecnosófica y las necedades sobre cual tipo de película/papel/óptica/iluminación era mejor , tenía amigos que usaban equipos que solo estaban en mi imaginación y ni aun así entraron a ninguna competencia y no es que no lo intentaran, el jurado no los quería, en cambio con mi camarita Pentax K1000, mi óptica de 50 mm y toda la mañana que adquirí preguntando a los maestros del laboratorio y a cuanto hombre o mujer) sabio de la fotografía se me ponía a tiro, así lograba resultados de película de 20 dólares usando película de un dólar e invente el termino Tecnosofía para categorizar a los fotógrafos entre interesantes y conocedores. Haber tenido la maravillosa suerte de tener amigos realmente sabios con el asunto fotográfico me permitió ver que ninguno de los maestros perdía el tiempo haciendo alarde de sus equipos, nadie se enfrascaba en discusiones bizantinas, todos estábamos claros en que había cámaras realmente malas y también fotógrafos efectivamente malos , pero aun en los casos de cámaras malas , si las usaba un fotógrafo hábil y conocedor de los puntos flacos de aquel equipo es bastante factible que ese buen fotógrafo haga un excelente trabajo.

Como no soy lingüista, pero tengo algunas nociones que quedaron de las 10 materias sobre lingüística del español que vi mientras cursaba estudios de profesor de Castellano y Literatura en la UPEL Maracay a principios de este siglo, me armé de valor y le hice todas las preguntas posibles al Chat GPT para que me ayudase a describir correctamente la tecnosofía y acá les dejo su descripción y si hay algún colega Lingüista del español que lo valide seria todo un honor.

 

Definición:

Tecnosofía (del griego "techne" —arte, habilidad— y "sophia" —sabiduría—).

1. f. Ideología o creencia que concede un valor desproporcionado a la tecnología avanzada como criterio principal para el éxito profesional o personal, en detrimento de la habilidad, la experiencia o el talento.

2. f. Práctica de valorar la posesión y el uso de equipos tecnológicos de última generación como sustituto de la formación, el conocimiento técnico y la competencia en un ámbito específico.

Observaciones:

El término "tecnosofía" se introduce para reflejar una tendencia contemporánea en la que la tecnología moderna es percibida erróneamente como el único factor determinante del éxito y la calidad profesional. Este fenómeno se manifiesta en diversas disciplinas, particularmente en aquellas donde el equipo tecnológico juega un papel significativo, como en la fotografía, el diseño gráfico y la ingeniería.

La crítica inherente a la "tecnosofía" es que tiende a menospreciar el papel de la habilidad personal, la creatividad y la experiencia, considerándolos secundarios frente a la última tecnología. Este término también abarca la noción de que el avance tecnológico por sí solo no garantiza una mejora en la calidad del trabajo, sino que puede ocultar carencias en el dominio del arte o la técnica específica.

La inclusión de "tecnosofía" en el diccionario de la Real Academia Española responde a la necesidad de precisar y formalizar un concepto que se ha vuelto relevante en el discurso académico y profesional. La definición proporciona una herramienta lingüística para analizar las dinámicas contemporáneas entre tecnología y competencia profesional, así como para fomentar una reflexión crítica sobre el impacto de la tecnología en la valoración del talento y la capacidad técnica.

Ejemplo de uso:

"En el debate sobre la evaluación de los proyectos innovadores, algunos críticos han señalado que la prevalencia de la tecnosofía podría estar eclipsando el verdadero mérito y las capacidades individuales de los profesionales."

La tecnosofía como termino de uso o categoría de análisis “no existe”, reconocerla ofrece posibilidades para análisis contraculturales, estando inmerso de esta cultura pro marketing y vendedores de humo, podría ofrecer algunas herramientas de estudio para los futuros investigadores de este periodo del siglo XXI. Ser analógico no te hace mejor que el digital, pero si al final lo que importa es la imagen y su mensaje, como fue hecha es algo que roza lo anecdótico, por tanto, innecesario.

Luego de muchos años de andar por el camino de la imagen hay que catalogar los argumentos de quienes exhiben opiniones como que los no poseedores de tal o cual equipo/marca de PC/Mac no pueden considerarse fotógrafos con alguna capacidad de éxito, aunque el éxito tiene muchas acepciones en el caso de los fotógrafos dependerá del segmento al que se dedique el profesional, el equipo novedoso te hace el trabajo menos complicados pero al final del día, la cámara sigue siendo solo un aparato hecho en serie en alguna fabrica (seguramente china) en cambio el cerebro es único siendo siempre más importante que todo lo demás.

Prof. José Ramón Briceño Diwan

05/09/2024

 


 

 

 

lunes, 2 de septiembre de 2024

La fotografía analógica, un evento cuántico

 Nunca he sido bueno recordando fechas, si no fuese por Facebook no sabría el cumpleaños de casi nadie, tanto más los datos específicos de curso alguno que he tomado en mi vida, de ello solo sé que en los primeros días de septiembre del año 1992 entré por primera vez a un laboratorio de fotografía, es difícil para mí explicar la maravilla de ver como el papel en blanco era expuesto a la luz y lentamente aparecía la imagen latente. De aquellos primeros meses recuerdo la crisis existencial que me causó descubrir que la vista es el sentido menos fiable. El tacto necesita contacto, el gusto tener que saborear, el olfato es asunto de respirar pues las partículas flotan, el oído solo necesita una fuente pero la vista, es en realidad el resultado de la luz que rebota sobre los cuerpos, por tato hay múltiples variables que la pueden modificar, desde una luz en un espectro distinto(luz negra por ejemplo) hasta un proyector , eso sin incluir la imaginación que puede transformar casi cualquier pareidolia en un evento con múltiples significaciones aun cuando esta sea el producto de la manía cerebral de buscar sentido a todo lo que vemos según nuestro marco cultural.

Con la fotografía analógica era tanto peor, en la mayoría de los casos hay que recurrir a la memoria para reconstruir la escena tal cual la reconocemos, pero antes de eso y totalmente a ciegas, basándonos en una cantidad de factores que van desde la óptica, pasando por el ISO de la película, el tipo de película, la velocidad de obturación, el enfoque, la profundidad de campo y el diafragmado para tener una idea de que vamos a tener como resultado final, que será solo idea hasta el resultado cuyo final lo veremos en una copia que como muy rápido tendrás en 24 horas, a menos que trabajases en un medio de comunicación donde los resultados eran cuestión de horas pero de igual modo nadie sabía nada hasta que tuvieses la copia final en mano.

Este mes se hacen 32 años de aquella primera experiencia y este año (en algún momento) se hicieron 30 de la primera publicación en la prensa local. Recién hace unos años comencé a buscar información sobre el fenómeno de la física cuántica que dicho sea de paso hace un exhaustivo análisis del comportamiento de la luz, menos mal empecé en esto de la imagen muchos años antes de que el internet se hiciera popular y la luz del entendimiento comenzara a buscar maneras de obtener información sin esperar que la providencia (o alguna biblioteca) me pusiera los textos a tiro, de haber sido hoy la idea de cómo se comporta la luz desde el asunto cuántico me tendría en ascuas totales, quizás en vez de ser profesor de castellano me hubiese decantado por estudiar física para seguir siendo fotógrafo, pero la vida es como es y por acá me trajo, buscando cosas he caído en cuenta de algunas semejanzas entre lo que sucede en el universo cuántico y lo que sucede cuando nos planteamos hacer fotografía analógica, como mis nociones de física no pasan de ser un compendio de ariculos a nivel divulgación me he ayudado de una IA para que acompañe en la investigación y este fue el resultado.

Entre las muchas pruebas y teorías que respaldan el misterio de la luz y que pueden ser usadas como referencias para hacer analogías bastante cercanas al proceso analógico vamos a usar tres;

El experimento de la doble rendija: Ahora, pasemos a la fotografía analógica. En la fotografía analógica, se utiliza un rollo de película que reacciona a la luz. Cuando tomas una foto, la luz entra a través del objetivo de la cámara y llega a la película, creando una imagen latente que solo se vuelve visible después de un proceso de revelado y copia. Hasta que no revelas la película, no sabes exactamente cómo ha quedado la imagen; es como si la imagen estuviera "oculta" en el negativo, esperando a ser descubierta. Cuando intentamos observar por cuál rendija pasa la luz, es similar a cuando abrimos la cámara antes de revelar la película. En el experimento, esto hace que la luz se comporte como partículas individuales y no forme el patrón de interferencia. En la fotografía, al mirar el negativo antes de revelarlo (es decir, tratar de descubrir qué imagen hay antes del proceso completo), alteramos el resultado final.

El principio de incertidumbre: Estado Latente y Medición: En la fotografía analógica, cuando tomas una foto, la imagen queda latente en el negativo. Hasta que revelas la película, no sabemos con precisión qué imagen se ha capturado. Esto es similar a cómo el estado del gato de Schrödinger no está definido hasta que se observa.

El gato de Schrödinger: El experimento del gato de Schrödinger es un experimento mental propuesto por el físico Erwin Schrödinger para ilustrar las peculiaridades de la mecánica cuántica. Imagina que tienes un gato dentro de una caja cerrada, junto con un dispositivo que tiene un 50% de probabilidad de liberar veneno en un tiempo determinado. Según la mecánica cuántica, hasta que no abramos la caja y miremos, el gato está en una superposición de estados: tanto vivo como muerto al mismo tiempo. Solo cuando abrimos la caja y observamos el estado del gato, este colapsa a uno de los dos estados posibles: vivo o muerto. Hasta que no reveles el negativo, la imagen en la película es como el gato en la caja: en un estado de potencialidad. La película ha capturado la imagen, pero esa imagen está en un estado latente, sin mostrar detalles. Al igual que el gato de Schrödinger, la imagen está en una superposición de estados potenciales: podría ser una foto maravillosa, una borrosa, o incluso una exposición fallida. El "estado" de la imagen es incierto hasta que revelas el negativo.

La Fotografía Analógica y el Principio de Incertidumbre

Para integrar el principio de incertidumbre, consideremos la fotografía analógica en esta analogía:

Estado Latente y Medición: En la fotografía analógica, cuando tomas una foto, la imagen queda latente en el negativo. Hasta que revelas la película, no sabemos con precisión qué imagen se ha capturado. Esto es similar a cómo el estado del gato de Schrödinger no está definido hasta que se observa.

Intervención y Cambios en el Resultado: Si intervienes en el proceso de revelado antes de tiempo, como al exponer la película a la luz, puedes alterar el resultado final. Este acto de "intervención" es paralelo a cómo el experimento de la doble rendija cambia el comportamiento de las partículas cuando se observa. En ambos casos, la interferencia de un acto de medición o intervención altera el estado final que se obtiene.

Incertidumbre y Medición en Fotografía: La fotografía analógica también ilustra el principio de incertidumbre en un sentido práctico. Mientras la imagen está en la película, no se puede conocer con precisión el resultado final (la foto completa) sin revelar el negativo. La incertidumbre aquí es similar a la incertidumbre de Heisenberg: no puedes conocer con precisión la "imagen" completa hasta que se ha desarrollado, y cualquier intento de manipular el proceso (como la exposición prematura) introduce incertidumbre y puede cambiar el resultado.

Comportamiento de la Luz: El principio de incertidumbre de Heisenberg se relaciona con cómo las partículas (como los electrones en la doble rendija) no tienen un estado definido de forma precisa hasta que se realiza una medición. En la fotografía, la película no "sabe" qué imagen ha capturado hasta que el revelado es completado. La imagen capturada es incierta y potencialmente influenciada por la manipulación durante el proceso, al igual que las partículas están en un estado incierto hasta que se realiza la medición.

Integrando el principio de incertidumbre de Heisenberg, el experimento de la doble rendija, el gato de Schrödinger y la fotografía analógica se conectan de manera reveladora:

En el experimento de la doble rendija, el patrón de interferencia (comportamiento ondulatorio) cambia a un patrón de franjas (comportamiento de partículas) al intentar medir cuál rendija atraviesa la luz. Esto refleja la incertidumbre en el comportamiento de las partículas: no se puede conocer ambos aspectos (posición y momento) con precisión simultáneamente.

En el gato de Schrödinger, el estado del gato no se define claramente hasta que se observe, ilustrando cómo la medición afecta el estado del sistema cuántico. La superposición del estado del gato refleja la incertidumbre inherente en la naturaleza cuántica.

En la fotografía analógica, la imagen en la película permanece incierta hasta que se revela el negativo. La intervención prematura (como manipular la película antes del revelado) puede alterar el resultado, similar a cómo la medición afecta el estado de una partícula.

En todos estos ejemplos, la observación o medición afecta el resultado final. El principio de incertidumbre de Heisenberg subraya cómo la naturaleza cuántica de los sistemas es intrínsecamente incierta, y esto se refleja en la analogía de la fotografía, donde el estado de la imagen es incierto hasta que se completa el proceso de revelado. Así, tanto en el mundo cuántico como en la captura de imágenes, la incertidumbre y la observación juegan papeles cruciales en determinar el estado final del sistema.

Conclusión

  Aunque parezca algo halado de los pelos esta relación, en el fondo no lo es, trabajamos (los fotógrafos) con luz y esta tiene esas características que de no ser por la costumbre de estar expuesto a ella desde que nacemos serían tan exóticas que parecen salidas de alguna locura conspiranoica al estilo del mundo holográfico, sin embargo las pruebas están allí, la fotografía analógica es el resultado de muchos factores científicos cuya cotidianidad nos han hecho perderle un poco de la reverencia necesaria y del intelecto de los grandes maestros que sin ser físicos (ni quererlo) han hecho delicias de la mezcla de física y química que se entremezclan con la incertidumbre de no saber el resultado del trabajo hasta que ya es muy tarde pues por lo general no hay chance de segundas oportunidades cuando hablamos de analógico. Luego de este brevísimo análisis comparativo espero que la noción del milagro de los haluros sea un poco más interesante para quienes se decidan a volver al analógico, creando nuevos espacios para la discusión profunda sobre la filosofía de la luz en confluencia con la imagen.

Profesor José Ramón Briceño Diwan

02/09/2024