jueves, 9 de enero de 2025

Fotografía Pura: Mito o Realidad

 Cuando ya uno cree que el siglo XXI arrasó con todo vestigio del siglo pasado te encuentras con fotógrafos que aseguran ser más talentosos porque no editan sus fotos, se hacen llamar puristas. Ven la edición como un pecado capital que resta brillo a su trabajo, sea cual fuere el tema que les guste fotografiar.

Consideraciones previas

Antes de comenzar mi argumento debo acotar que solo trabajando con película de gran formato, un negativo tan grande que su reproducción bien puede limitarse a  copia por contacto, por tanto ha de ser  lo más cercano a la perfección, en ese caso se  debe ser un maestro para trabajar con una placa 8 X 10 para exponerla de modo cercano a la perfección pues la copia por contacto no permite muchos malabares en el proceso, pero, stricto sensu* , ya con el proceso de revelado estamos alterando la imagen, hay una multitud de factores que pueden alterar la “realidad” y el profesional que ya sabe por experiencia donde las luces y las sombras le pueden jugar una mala pasada apela a tras estrategias como diluir, enfriar, sub o sobre revelar el negativo para lograr el resultado satisfactorio, si lo ponemos en términos del siglo XXI el proceso químico bien podría ser una suerte de pre Photoshop , no importa cuan maestro seas siempre vas a buscar la forma de mejorar (desde tu opinión) el resultado final, podemos citar a Ansel Adams y sus fotos de Yosemite, quien sabe cuantas variantes le dio al proceso de revelar sus placas para lograr el magnifico resultado de sus copias por contacto, tanto mejor las ampliaciones, la no intervención de la imagen es más una pretensión que una realidad.

Realidad versus fotografía

Ahora pasemos a otros temas que nos pueden ser más cercanos, suponemos que la no intervención de la imagen es un intento por generar una reproducción fiel de lo que sus ojos miran, pero pierde de vista que hasta en automático hay una máquina que toma las decisiones, si trabajas en analógico desde el mismo instante en el que pulsas el disparador ya alteras la realidad, de modo más que voluntario, decides ISO, marca de película, químicos de revelado, temperatura del revelado, quizás hasta puedas decidir usar el rollo de película ISO 400 para ser expuesto como ISO 1600 para poder hacer fotos nocturnas sin tener que recurrir al trípode , el resultado del “forzado químico” será también determinado por la temperatura del producto seleccionado para el revelado ( fijado de la película), de su dilución y hasta del agitado del tanque, destrozando la “realidad” pues ese proceso responderá a la intención comunicativa (imaginada) por el fotógrafo. Cuando pasamos a la copia el asunto se pone más álgido, rara vez todos los santos dicen amen y la copia final no necesita malabar alguno para verse hermosa, pero el guion normal es analizar las diferentes luces en el negativo y dar un tiempo específico a cada sector de la imagen para resaltar texturas y formas que den el clavo con la intención comunicativa del autor, me perdonan los nostálgicos pero las peores copias son aquellas hechas en lote con una medida de luz (diafragmado de la óptica de su ampliadora) y un tiempo de exposición estandarizado de los laboratorios de 12 horas de los años 80´s , todas grises a excepción del milagro cotidiano del negativo perfecto.

Trabajando en digital

Digamos que trabajas en digital, la exposición, el encuadre, la óptica, la obturación y hasta el ISO poseen atributos que el cerebro humano no tiene y es un procesador tan inteligente que filtra lo que vemos eliminando de nuestro campo de atención todo lo que le moleste, de hecho, nuestro cerebro filtra la luz presentándonos un panorama que responde únicamente a nuestro marco de percepción, logrando presentarnos una imagen siempre idealizada de lo que nos rodea.

El Maestro Wilson Prada le decía a su alumnos que lo importante era el indio , no la flecha, eso en otras palabras es que el bien más importante de un fotógrafo está en su cerebro, esos se hacen a la medida, por tanto el fotógrafo debe hacer lo que tenga que hacer con su foto para acercarla lo más posible a su intención comunicativa y si ya desde el momento en el que tomas la decisión de hacer una medida de luz, diafragmado, ISO , encuadrado, composición ya intervienes la foto, entonces mejorarla debe ser el paso siguiente, el fotógrafo muestra lo que ve, no lo que hay.

¿La realidad retratada?

No me voy a poner cuántico, pero es inevitable hablar de la diferencia que hay entre lo que miras (como nuestro cerebro procesa la imagen para enviarla al archivo cerebral) y otra posiblemente muy distinta lo que hay pues la realidad es percibida por cada quien, de un modo distinto, lo que para uno es un hermoso sol tropical del Oriente venezolano es la resolana incómoda de la turista caraqueña que va quejándose del calor. La calle oscura de quien usa un Iphone 13 pro tal, es distinta del usuario del mismo aparato que termina editando la noche caraqueña hasta hacerla parecer de neón en una noche de farra, quien además integra a su imagen toda la estridencia de la situación, mientras el primero se lamenta por no tener un trípode y poder detenerse lo suficiente para una larga exposición , su vecino aprovecha las ventajas de no estar atado a más realidad que la de su corazón, aunque ambos tienen el mismo sentimiento lo digieren de diferente modo, quien no se atreve a editar en realidad no quiere dejar ver lo que hay en su pensamiento, el otro quiere compartirlo.

Ese mismo ejemplo puede ser dicho de millones de situaciones, casi tantas como humanos hay en el mundo, tengo la impresión de que quienes alegan no editar su trabajo son seres cicateros con su mundo interior, seguramente personas que interpretan el universo de modo natural, atados a unas leyes de la realidad que no aplican a la fotografía, con la inteligencia amordazada tras la coartada de un falso purismo imposible de acometer desde el proceso mismo de gestación.

Quizás todo es una idea que tengo por un sesgo profesional (aparte de fotógrafo soy profesor de Lengua y Literatura con estudios avanzados sobre literatura latinoamericana) , es muy factible que sea victima por intoxicación del realismo mágico de mi tierra que me hace pensar en la realidad como  una convención, por tanto fracturarla debería ser una obligación, tanto más en esta época de maravillas digitales que en analógico ya me hubiesen valido otro divorcio de tanto estar encerrado en el laboratorio para hacer la mitad de lo que logro con una simple aplicación gratuita en mi iphone6.

Prof. José Ramón Briceño Diwan

06/01/2025

*Stricto sensu: Stricto sensu (o sensu stricto) es una expresión latina que significa ‘en sentido estricto’ o ‘en sentido restringido

Fuente: Newsletter en Linkedin Notas fotográficas 



 

sábado, 4 de enero de 2025

La intención comunicativa, la fotografía y otras ausencias virales

 

Debo admitir que el fenómeno “Hate” me encanta pues (al menos en mi caso) a alguien le incomodó mi texto lo suficiente como para moverlo a protestar, eso por lo general desata muchos otros comentarios, lo que sabemos alebresta al algoritmo haciendo que mi texto comience a ver luz entre detractores y defensores, el tema que vengo a tocar hoy tiene bastante potencial como para desatar una batalla campal. Antes de proseguir con el tema voy a aclarar que no tengo en absoluto ningún problema con las expresiones folclóricas ni mucho menos con mis compatriotas ni por su música, estilo de vida ni atuendos festivos o no, con esto en claro comienzo mi disertación.

Poesía e intención

Hace unos cuatro meses envié una fotografía para que participase en un Salón Nacional de Arte en mi país (Venezuela), una de esas imágenes donde mensaje y estética se opacan entre sí, como todos sabemos en este país hay una censura bastante fuerte con respecto a cualquier cosa que contraríe a la propaganda oficial. La fotografía titulada “Retrato de un Náufrago”  es una escena muy normal en ciertas zonas de Caracas donde los mendigos hacen nido en cualquier calle medianamente segura y se echan a dormir, incluso tienen cobija y colchonetas que esconden en las cornisas de algunos edificios viejos o en los techos de los kioscos, obviamente un mendigo no tiene cabida en un salón nacional, tanto menos fotografiado en Caracas, la verdad es que como me gusta mucho la imagen y transformé un mendigo en un náufrago, una forma muy poética de comenzar a retratar no solo a los seres invisibles que pululan mendigando o comiendo de la basura en la capital, significa también una reflexión en torno a como terminó allí, ¿Qué tan horrible era su vida que ser mendigo lo hace mucho más feliz?, ¿Qué tan mal lo trató la economía?, ¿Cuánto vicio mal orientado lo lanzó a malvivir por las calles?, ¿seria un paciente psiquiátrico cuya depresión se salió de madres y terminó allí gracias a su miseria?, todas las preguntas son posibles y existen infinidad de respuestas casi automáticas, como eso del rechazo al indigente, pero a mi me interesa mucho verlos como un recordatorio de poder terminar así en cualquier momento y por cualquier cosa, vaya que desde el 2020 cualquier cosa puede pasar incluyendo la necesidad de terminar de mendigo sin tener más culpa que ser víctima de las circunstancias.

Aun con todo el posible (y factible) contenido político que carga en esa imagen, adjetivar al retratado como un náufrago le permite (como la buena poesía) expresarse del modo que le provoque al espectador, recordemos que una vez la foto (pintura, escultura, poesía, literatura y todas las artes en general) la decodificación y posterior traducción de esa imagen en el cerebro de los espectadores ya no es problema del autor, todas las interpretaciones son válidas y por tanto la única forma de hacerlas acercarse es precisamente valerse de todos los recursos a tu alcance para poder tener chances para lograr que ese espectador valide la intención comunicativa del autor, un fenómeno que puede ser incluso inconsciente, el cerebro tiene la nece4sidad de dar marco lógico a todo lo que ve, no todo pasa por el consciente , la mayoría de las veces el subconsciente absorbe el discurso real y lo permea hasta el consciente, todos hemos visto alguna cosa que nos perturba y solo nos tranquilizamos cuando le encontramos una explicación.

La comunicación que no se ve

Veo con profunda preocupación como los fotógrafos jóvenes (en su mayoría) de Venezuela están empeñados en hacer un catalogo de vistas venezolanas , paisajes hermosos, Diablos Danzantes, gente de los Andes, niños, viejitas, playas azules con paisajes de ensueño, todas maravillosas pero totalmente carentes de intención comunicativa. Me niego a creer que nadie se ha dado cuenta lo vuelto loco que se ha vuelto el mundo, no entiendo como no hay al menos cien portafolios de como los venezolanos ven el mundo que les ha tocado migrar, por cual razón no me he tropezado con alguien que retrate la “realidad” de cuanto ha cambiado el país en 10 años, ¿Cómo es eso de que no hay nada que los moleste?, ¿Qué es eso de tener que ser literal para decir algo importante?

Temas fotográficos hay a montón, si lo que venden son fotos de los Diablos danzantes esfuércense también para hacer un portafolio que cuente quienes son los diablos danzantes cuando no es Corpus Christi, ¿de que viven?,¿qué comen?, ¿por qué son Diablos? Y así un montón de preguntas que quedan sin respuesta, que además le darían sustento a la memoria visual del país, no importa de que vivas, creo que podrías ser más relevante que un día en vez de fotografiar lo que hay, prefieras mostrar lo que ves, de eso se trata el arte, de hacerse peguntas y buscar respuestas con la maravillosa ventaja de no estar atados a la realidad, eso nos permite hace pasar a la realidad como una visión bastante particular, tanto para hacer resistencia  como para proclamar tu opinión sobre cualquier tema, quizás sea un sesgo profesional pero lo que no entiendo no lo retrato, aunque se puede dar el caso de comenzar a buscar una respuesta sin tener idea de cual realmente es la pregunta.

Repito, si lo que vendes son paisajes y te van maravillosamente no tengo ningún problema, ahora, que todos hagan paisajes y escenas folclóricas maravillosamente encuadradas, reveladas magistralmente, un trabajo que raya en lo perfecto si lo ponemos en términos técnicos pero vacías de contenido pues no responden a ninguna pregunta, tampoco expresan alguna idea, mucho menos se cuestiona el entorno, volviendo a la fotografía un símil del reguetón, muy pegajoso pero de nulo contenido intelectual.  

Fotografía e intelectualidad

Ser fotógrafo es también formar parte de la intelectualidad de un país, un intelectual no es aquel que sabe mucho (o presume de ello) un intelectual se hace muchas preguntas, para ellos todo debe tener una explicación y en esa búsqueda la necesidad de compartir su visión se hace obligatoria, quizás el trabajo no sea para hacerse influencer (otra vez la cultura al estilo reguetón) pero si para dejar constancia de las dudas que te abruman y eso va del amor al odio, todas esas dudas aplican y el mundo está lleno de señales para comenzar a buscar la respuesta, pero solo funcionan cuando el artista comienza a usar la estética como disfraz para evitar las miradas indiscretas, una suerte de lenguaje de masas donde la poesía se ha transformado en lenguaje para iniciados. Hablemos de un ejemplo práctico , cuando era un muchacho no había fiesta en mi país que no pusiera en la pista de baile “Burbujas de amor” del maestro Juan Luis Guerra quien de modo tan elegante (y tropicalmente alegre) ponía a bailar a la gente con un poema erótico de alto voltaje , y cito “Quisiera ser un pez/Para tocar mi nariz en tu pecera/Y hacer burbujas de amor por dondequiera, oh-oh-oh/Pasar la noche en vela/Mojado en ti” una evidente alegoría al sexo oral que podría decirse con menos palabras pero jamás con más elegancia , sobre todo para una canción que estuvo de moda en un país donde habían cerrado una televisora por cinco minutos de porno a media noche.

Como encontrar el camino

Volviendo al tema y conociendo de primera mano la dificultad de llegar hasta la imagen estéticamente correcta pero con intención comunicativa lo único que puedo recomendar aparte de lo evidente; lean, vean buenas películas, investiguen sobre  la obra de los maestros, busquen sus historias, lean critica estética, mucha ficción además, tómense un momento de cualquier día o noche y hagan una lista de los temas que los perturben, atemoricen, que les encante o que odien , escojan uno y en papel hagan una descripción de como harían para contar esa historia en imágenes, que necesitan, donde deberían ir, como la procesarían, piensen que le están mostrando la foto al peor de sus críticos , sean los más despiadados críticos de su obra, busquen el tono discursivo, si lo harían en forma de chiste, fotonovela, urbano, en color, blanco y negro, alto contraste recodando que solo tienen la imagen y su título para dar al espectador un acercamiento a su intención comunicativa, un ejercicio perfecto para comenzar a buscar una formula que les permita dejar fluir su idea, claro, eso necesita una cuota de valentía, pararse y decir lo que sea, sin importar lo que otros opinen es un acto de valor que aplica para todo, sobre todo en esta época de algoritmos y viralidades.

Empecemos por dejar de hacer fotos venezolanistas para hacer fotos venezolanas, con una intención comunicativa tan particular como nuestro gentilicio e historia, mientras no lleguemos allí seguiremos siendo unos excelentes técnico de historias vacías que tienden a repetirse con escasas variaciones en la mirada de muchos.

Profesor José Ramón Briceño Diwan

04/01/2025

 


lunes, 2 de diciembre de 2024

La fotografía como herramienta de interpretación, Live en YouTube

 

Este eterno pensar en cómo asumir el significado de hacer fotografías, todas las respuestas son válidas, puede ser desde un acto hedonista hasta un ejercicio diario para ayudar a la memoria, pero además hay que ganarse la vida, por tanto, todo el caos que puedes ver en cualquier parte hay que darle un orden y sobre todo dotarlo de un lenguaje común que puedan entender todos los observadores posibles, hay símbolos, acciones y situaciones que solo son lógicas en ciertos marcos culturales , puede que un padre noruego pueda fotografiarse bebiendo cerveza con su hijo de 14 años, en su marco cultural eso es de lo más normal, o el muy elegante abogado inglés que se toma media pinta de cerveza negra con el desayuno antes de ir a trabajar sin que sea un drama que fácil terminaría en tribunales por ir a trabajar bajo la influencia del alcohol, esas acciones solo responden a su cultura y tienen tantos años haciéndolo que debe ser el equivalente a celebrar la pesca de la primera gran presa un día cualquiera, de esos que celebran padres e hijos hasta el fin de sus vidas.

A continuación, quiero compartir el Video del Live que hice explorando el tema no solo de la fotografía como herramienta de interpretación, también como la estructura del ensayo fotográfico nos ayuda a precisar esas herramientas de interpretación de modo menos complicado




Si quieres donar acá puedes con PayPal 

sábado, 30 de noviembre de 2024

Cómo Empezar a Crear un Portafolio Profesional de Artista: Introducción al concepto


Si eres fotógrafo y estás comenzando a construir tu portafolio, es probable que te encuentres con algo de confusión. El concepto de "portafolio" puede parecer simple a primera vista, pero cuando te adentras en él, descubres que hay diversas formas de abordarlo, especialmente si eres un fotógrafo artístico. En este video, quiero aclarar una de las dudas más comunes entre fotógrafos novatos y profesionales: ¿cómo empezar a crear un portafolio de artista?

 

Existen principalmente dos tipos de portafolios fotográficos: el portafolio comercial y el portafolio artístico. Cada uno tiene un propósito y enfoque diferente, y comprender sus diferencias es esencial para que puedas elegir la mejor estrategia para tu carrera. El portafolio comercial tiene como objetivo atraer clientes y demostrar tus habilidades para satisfacer necesidades específicas, como realizar sesiones de producto, moda o fotografía editorial. Este tipo de portafolio está diseñado para convencer a un posible cliente o jefe de redacción de que eres el profesional adecuado para cubrir sus pautas o ejecutar una campaña de manera efectiva. Sin embargo, con la democratización de la fotografía gracias a los smartphones y cámaras más accesibles, la demanda de fotógrafos corporativos ha disminuido, y hoy en día la competencia en el ámbito comercial es feroz.

 Por otro lado, el portafolio de artista es más complejo y profundo. Su objetivo no es convencer a un cliente de tus capacidades, sino contar una historia o comunicar un mensaje a través de tus imágenes. En este tipo de portafolio, cada fotografía se convierte en un capítulo dentro de una narrativa visual que refleja tu visión única sobre el mundo. La fotografía artística puede abarcar una amplia gama de enfoques, desde fotografía conceptual hasta fotografía documental, y todo lo que hay en medio. En esencia, el portafolio de artista es una manifestación visual de tu percepción del mundo, de cómo eliges organizar y presentar la realidad según tu visión creativa.

 En este video, exploro cómo puedes empezar a conceptualizar tu portafolio artístico, desde la selección de las imágenes hasta la creación de una narrativa visual coherente. Tal como dijo un participante en una de mis transmisiones en vivo en Facebook, un portafolio fotográfico es como un libro: cada imagen es un capítulo que, en conjunto, debe comunicar una intención o mensaje claro. Si eres un fotógrafo que se siente perdido o abrumado por la idea de crear tu primer portafolio artístico, este video es justo lo que necesitas. Acompáñame y descubre cómo empezar a estructurar tu portafolio desde cero.

si te interesa la información y quieres colaborar puedes hacer tu donación acá , también acepto Binance

 



jueves, 7 de noviembre de 2024

Brevísimo manual para encontrar Motivos fotográficos


Todos los que comienzan en el camino de la fotografía adolecen del mismo mal, una búsqueda exótica de “motivos fotográficos”, para ello organizan viajes, expediciones, hacen estudios en casa, compran cientos de gadgets , invierten miles de dólares en equipo que el tiempo demostrará inútiles según evolucione su trabajo, compran libros de técnica fotográfica, suben millones de imágenes y algunas fotos a las redes sociales, quizás lo peor parte son aquellos que solo se rodean de otros aspirantes solo para felicitarse por el montón de sitios comunes que son representados en sus fotografías, personalmente creo en la crítica acertada y valorada sobre el trabajo, si te rodeas solo de acólitos es complicado luego luchar contra la frustración del mundo real más allá de los “amigos”, lo hago entrecomillado porque los verdaderos amigos te señalaran los errores y te aconsejaran según su experiencia, el resultado final y la adaptación a lo que sucede con el espectador desconocido con respecto a tu trabajo afirmará o cancelará las críticas del círculo, ese es un maravilloso punto de inicio para saber si vas bien.

A todos nos gusta viajar, auxiliar el viaje con la cámara y rehuir del bullicio para aislarse tras el visor es un vicio que me cuesta un poco dejar, sin embargo he ido distanciándome de ellos para ir buscando a mi alrededor el tema fotografiable, considero que parte de la búsqueda de cualquiera que se pretenda fotógrafo serio es la de plantearse preguntas, pero todas son válidas incluso la simple, esa de cuestionarse el mundo en que día a día te desenvuelves y para ello valerse de cualquier técnica. Si el asunto es de viajar para buscar mejores imágenes la premisa ha de ser la misma, como hago de ese paisaje/situación/escenario/viaje algo digno de compartir, sobre todo pensando que lo que para uno es extraordinario para otros muchos no lo será. Por ejemplo, si visitase el Himalaya para mí sería un motivo extraordinario el paisaje desolado hasta el campamento uno, sin embargo, para el sherpa es solo un día más de trabajo, igual aplica con los pescadores de Choroní, los tangueros de Buenos Aires o los vendedores de chamoyadas de Yucatán, el asunto es convertir lo ordinario en extraordinario, de hecho viajar no solo significa moverse físicamente del lugar en donde vivas, ese viaje también puede ser interno y la fotografía es la mejor forma de viajar sin moverse de ninguna parte, el asunto serio está en conseguir como ordenar las ideas para poder compartir el paisaje del viaje de modo que sea de fácil lectura para el espectador de nuestr4a trabajo, recordemos que somos lo que mostramos, no lo que decimos hacer.

¿Dónde encontramos en Motivo fotográfico perfecto?

El “motivo fotográfico” nace dentro de nuestro cerebro, en la duda, la curiosidad y la claridad en la intención comunicativa donde confluyen técnica, maña y aprendizaje más allá del equipo del que dispongamos, si no hay nada que contar entonces tampoco hay un motivo fotográfico válido, aunque parezca una trampa porque podemos fotografiar paisajes, escenas de la ciudad y cualquier otra cosa para apelar a la nostalgia de los posibles clientes sin más necesidad comunicativa que esa, sin embargo si le agregamos algo que decir valiéndonos de las herramientas del oficio, es posible vender más y de paso encontrar ese motivo en las situaciones más ordinarias, logrando imágenes mágicas donde lo común es no verlas .

 Como conseguirlo

La pregunta común de mis alumnos es ¿Cómo se puede saber si algo es fotografiable? ¿Cuál es la manera en que descubro como es una foto para un salón de arte? ¿Cuáles son las imágenes validas al momento de plantearse un portafolio?; la respuesta invariablemente es, todas y ninguna, todas porque el mundo está pleno de millones de segundos no utilizados y que nos podemos robar, la idea de ser artista es la de doblar la realidad para elevarla a otras cotas creíbles o increíbles, eso es otro asunto para discusión. Lo importante es hacer que esa realidad deje de ser cotidiana para nuestro espectador, que sea fácilmente reconocible y si queremos hacer algo conceptual, deberemos hacer nuestra imagen lo suficientemente legible para que todas las lecturas quepan, desde la que hace el espectador despreocupado hasta la del ojo experto que diseca cada fotografía y su interrelación con el mundo, así como las posibles estrategias intertextuales del autor.

La imagen ramplona del paisaje bonito, la viejita, el niñito, la pared descascarada, el pueblito miserable, la playa luminosa, el bosque encantado y cualquier otro lugar común debería ser dejado de lado, buscar en esos mismos motivos espacios “diferentes” para su abordaje. Esta y no otra debería ser la búsqueda de todo fotógrafo, conocer el lugar común para obviarlo, quizás comenzar por ahí solamente para abandonarlo en el camino e ir buscando su propia identidad dentro del universo de la imagen, de nada vale un equipo costosísimo si vas a hacer las mismas fotos que mi mamá con su móvil.

Profesor José Ramón Briceño

07/11/2024

El próximo martes 12 a las 8pm (hora de Venezuela) voy a hacer un live para conversar sobre la fotografía como herramienta de interpretación, están invitados 

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