viernes, 23 de agosto de 2024

El dilema de ser fotógrafo: ganarse la vida.

 

Cuando Dios le entrega a uno un don, también le da un látigo, y el látigo es únicamente para autoflagelarse con él

Truman Capote

Nunca antes en nuestra historia la opinión de los simples mortales como uno tiene tanto valor, aunque es algo cuántico, tal cual un fotógrafo en el experimento de Schrödinger  porque puedes desgañitarte por las redes sociales, nadie respondería pero si obtienes alguna notoriedad enseguida se sumaran amigos y enemigos en una infinidad de diatribas bizantinas muy al estilo de la inquisición española para quienes todos éramos sospechosos y culpables aun demostrando lo contrario, lo que por cierto (creo) es el sueño de muchos.

Desde que comencé a escribir de manera más o menos constante hace ya 18 años según mi blog más viejo, siempre he tenido en cuenta las buenas reseñas y las malas, las primeras acarician mi ego que siempre se siente agradecido cuando no se siente tan solo, el segundo caso sin satisfacerme (a todos nos encanta que nuestras cosas gusten) me agrada pues si se han tomado la molestia de leerme y no les agradó por el tema que fuese, al menos sé que se le removió algo y en cualquier momento reflexionarán , de ahí parte el cambio así que a ellos también les agradezco me contradigan.

En este Newsletter llevo poco tiempo escribiendo y las métricas sin ser ninguna maravilla, tampoco son tan malvadas, si en este universo de millones de posibles lectores me leen mil al mes es más gente que la que me ha escuchado forzada por la circunstancia universitaria al menos en los momentos en que he tenido más estudiantes por semestre, por tanto, considero esos mil lectores un tesoro. Entre esos mil lectores hay hasta exalumnos y no siempre están de acuerdo conmigo, es lo normal, uno de los mayores aprendizajes de la vida está en el rebote, así como me han aceptado en salones importantes también tengo mi larga cuota de rechazos que templan el carácter y te hacen saber que por muy bueno que te consideres en algo, siempre habrá otros mejores que tú o existirán otros tantos que consideren tu trabajo una tontería y eso no es ninguna tragedia, es lo normal.

Hace días escribí sobre lo que consideraba un buen fotógrafo, un exalumno se amoscó totalmente por mi artículo como siempre pienso que cada quien tiene su idea y al final entre ser feliz y tener la razón siempre es preferible ser feliz, total, tampoco es que el mundo va a implosionar si el profesor Briceño desde su PC se arma una pelea innecesaria con uno de sus lectores.

La fotografía es un oficio, comenzando por ahí, por tanto, hay tantas variantes como posibilidades existan, en otros términos si te atrincheras en un solo nicho, digamos que los productos de tocador, solamente fotografías cosméticos de uso masculino para el público tropical, para ello te armas toda una estrategia de marketing, email marketing y hasta te inventas una marca ficticia para mostrar a los posibles clientes la maravilla de tu trabajo es factible que puedas ganarte la vida con tu móvil y una cajita de luz con iluminación LED, sin mucho estrés, solamente escoger el nicho que más te vaya bien, todo es ganarse la vida que si además te permite tener una vida holgada con mucho trabajo pues aplausos de pie, igual con cualquier otro género de la fotografía, excepto (siempre hay un pero) si te da por ser “artista” porque ahí el baremo responde a mil detalles que nadie ha podido asir con seguridad, donde puedes tener una técnica impecable pero sin ninguna intención comunicativa (evidente) , también están los que recurren a  los filtros de cualquier APP y siguen cayendo en la necedad de no integrar la intención comunicativa de forma fácilmente legible, ser fotógrafo y no tener mensaje implícito (el que sea) que no necesite una aclaratoria por parte del artista lo exime de cualquier consideración, incluso en algunos casos es el mismo jurado quien no entiende, he visto casos de salones donde un competidor cuya obra no fue tomada en cuenta, la misma pieza fue ganadora en un concurso internacional un año más tarde, ser artista es un drama.

Ser fotógrafo no debe ser un drama

Todo es cuestión de aspiraciones, si es solo ganarse la vida hay todo un mundo ahí afuera donde buscar clientes, una ciencia de marketing bien establecida con herramientas para usarlas en función de tus necesidades, clientes deben haber de sobra , el asunto es encontrarlos y ese es el verdadero trabajo difícil para los fotógrafos contemporáneos que deben batallar con las bajas tarifas, la competencia salvaje que existe entre los nuevos fotógrafos (esos de IA y aparaticos mágicos) , los Smartphone y las herramientas generativas que han reducido sensiblemente los ingresos de quienes antes vivíamos con dos o tres trabajos al mes que daban mucho más que los sueldos de nuestras respectivas profesiones (ser profesor es mal negocio en Venezuela).

La única solución que le veo es hacer marketing dirigido al nicho que se le haga más sencillo a un fotógrafo, siendo el más complicado (a mi opinión) cualquiera que me fuerce a tener interacción social, por eso me encanta ser documentalista porque los documentalistas somos invisibles o al menos debemos hacer el esfuerzo por serlo pues cualquier interacción con el entorno alteras el natural desenvolvimiento de lo que sea estés registrando, sin más interacción social que ser ignorado hasta que destapas la primera cerveza en el bar local y empiezas a conocer gente y con cuatro o cinco cervezas el panorama cambia. La última vez que intenté hacer un registro en un festejo infantil sin cobrar (afortunadamente) terminé gritándole a las señoras y a los niños, en algún momento el caos se desató y vi desde un niño sacándose los mocos de la nariz y barnizando la torta con ellos hasta madres y padres formando parte del caos buscando espacio alrededor de la mesa con la torta, mi paciencia tiene un límite y esa tarde lo conocí, nunca más haré ese tipo de trabajo, dios bendiga a los amigos fotógrafos que se destacan en eso.

Vale, cuando comenzamos a caminar por la senda de la imagen es normal que queramos comernos el mundo, se fotógrafos de la revista Vogue, ser contratado para publicaciones como Ocean drive, quizás jugarte la vida como reportero de guerra en cualquier parte del mundo donde cargar una cámara réflex no te valga ser asaltado por los militares o policías, hacer un blog de viajes y andar por el mundo fotografiando y escribiendo, en fin, ser pare de la glamorosa legión de fotógrafos bien pagados del mundo, hacerte de un nombre para terminar siendo considerado el Cartier Bresson/Robert Cappa/ Sebastián salgado/Robert Mapplethorpe/ Nelson Guarrido/ Luis Brito (y una larga lista de genios ) de tu generación.

En teoría todos tenemos la misma oportunidad de ser émulos de nuestros héroes, sin embargo, la realidad hace otra cosa, nos restringe a las posibilidades que otorgan las variables inmanejables de origen/nacionalidad/crianza/posibilidades económicas/educación y valor, antes de seguir debo hacer un apare sobre el último punto “el valor” , si algo lamento de mi pasado fue no haber sido más previsivo y salir del acuartelamiento voluntario de estar atrapado en una capital de provincias en mi mejor momento como fotógrafo, un tren que pasó y en el que no podré volver a montar, si hay algo indispensable para los fotógrafos talentosos es tener el valor de poner a prueba tus facultades en el espacio idóneo, mientras solo tienes la responsabilidad por ti mismo es el momento de tomar las maletas y buscar otros aires recordando que muy  pocos llegan a ser profetas en su tierra, ya soy un hombre de 52 años y en este momento deben haber al menos diez millones de mejores fotógrafos que yo, aunque no suelto el sueño tampoco me doy mala vida por ello, aunque tengo miles de cosas por agradecer hay otras tanto que tengo que soltar para poder ser feliz.

No hay que ser un maestro

Volviendo al tema, no hay que ser un maestro de la fotografía para ganarse la vida, al final lo que interesa es la opinión de tus clientes que a fin de cuentas son quienes te dan los fondos para honrar los asuntos económicos de todos los días, atrincherarse en un solo nicho y no salirse de ahí, tener un equipo réflex no te hace multitasking dentro del área fotográfica. Si eres fanático de un deporte entrénate con las ligas menores de tu localidad los mejores fotógrafos de cualquier área son aquellos que conocen tan bien su nicho que no se tienen que mover de allí para sobrevivir. el problema de esa estrategia es el tiempo que pasa entre el instante que decides incursionar en un nicho hasta que este comience a dar muestras de vida con contratos regulares, todo tiene su tiempo y su estrategia, el asunto en todo caso es de aguante y trabajo constante que en algún momento explota la burbuja.

En resumen, un buen fotógrafo es aquel que logra ganarse la vida con su oficio, ser un maestro es cuestión de otros factores que no van al caso en este texto, hacer fotos de todo para cualquier cliente es la peor idea que uno puede tener, por muchos años lo intenté por el mismo asunto de las cuentas y fallé, hasta que me di cuenta que lo mío era otra cosa, mucho más complicada, pero al fin de todo es lo que me hace final, ya no quiero ser un maestro, solo con ganarme la vida del modo en que sueño me basta, ahí vamos.

Profesor José Ramón Briceño Diwan

19/08/2024

 


 

 

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