jueves, 27 de junio de 2013

¿Reflex, compacta, smartphone?



En estos tiempos de redes sociales y smartphones , las cámaras han ido cambiando para muchos, no es que dejen de existir las réflex ni las compactas, es que ahora las cámaras compactas se han vuelto asistentes de vida, con ellas llaman por teléfono, te conectas a internet, monitoreas las redes sociales y hacen algunos hasta un diario de vida interconectados digitalmente.

El asunto es que ahora hay más imágenes que nunca, más no fotografías, ya no necesitas aquel cumulo de conocimiento de cuando trabajábamos con película, ese calcular eterno de exposición, de hacer os disparos pendiente de cómo iba a ser el revelado, en cual químico se iba a procesar la película, el papel para la copia final y encima de todo una cámara para cada tipo de película pues no solo hablamos de un equipo condenado para un ISO especifico, también para película B/N, color o diapositiva, ahora solamente toca gastarse un buen dinero y registrar la vida sin mayores dramas.

En el caso de quienes no conciben otra cosa que la foto digital, tampoco ahora se hace necesario aprender el Ps, solo con el fulano instagram o los mismos programas de retoque que traen los teléfonos pues se bastan para dar salida a sus fotos, tanto así que algunos fabricantes míticos como Kodak se salieron del negocio y otros pues se han sumado con equipos cada día menos costosos y más versátiles a ver si le pueden dar el pulso a los smartphones y sus adminículos fotográficos.

Todo está bien, realmente no hay gran problema excepto que los fotógrafos se están extinguiendo, ya hasta periódicos hay que despidieron a sus fotógrafos y le dieron Iphones a sus periodistas para que resolviesen eso de hacer las fotos de los entrevistados e imagino que pautas menores, en las ultimas olimpiadas hubo agencias que hicieron la cobertura con los mismos aparatos, ya de paso hasta un fabricante de teléfonos ha sacado al mercado un monstruo de 40 megapixeles e imagino que millones de funciones, total los fotógrafos que daremos relegados al espacio de bodas o cosas bastante específicas, de esas que nadie más quiere o se puede necesitar de un equipo muy especializado para lograr el cometido, de resto pues en extinción más allá del ejercicio visual a motu proprio pero complicado de vender.

Seguramente alguno me leerá y me dirá que soy un exagerado, que lo mismo dijimos cuando salió la fotografía digital o aquellas cámaras autofoco de película con unos automatismos que heredaron casi todas las réflex digitales, sin embargo todo el fenómeno anterior ha llevado a una suerte de banalización de la imagen, lo que a su vez conlleva a la depreciación misma del servicio.

Me explico, a muchos freelancer les ha pasado que los llaman para una boda por ejemplo y el precio se discute muchísimo, en mi caso de cada seis bodas terminan contratándome para una pues no falta quien apoyado en dos cámaras de 400 dólares o menos, de esas que hacen video cobran la mitad y ofrecen el doble de cosas por el mismo servicio, acá alguno opinará que toca bajarse los pantalones por el asunto de la supervivencia, pero en muchos casos el servicio que dan los que lo hacen barato no es ni cercano al que uno ofrece, ese que va desde el retoque para todas las fotos hasta la celeridad en la entrega cuidando todos los detalles posibles.

Hay otros casos donde he visto ya que entre los amigos hacen la cobertura a punta de Iphone, Nokia o un primo de alguien regala las fotos pues se compró una réflex muy barata y que hizo un curso en la escuela de la esquina, total, otra vez menos trabajo y de paso depreciado pues ante todo eso ya difícilmente los ciudadanos de a pie consideran la fotografía una cosa seria, asumen que si tanta gente hace cosas “tan buenas” por que pagar por algo que a su entender es la misma cosa.


No me mal interpreten no es un discurso de odio ante las nuevas tecnologías, ni siquiera es una crítica para los que usan sus teléfonos de más de mil dólares como cámara de vídeo, fotográfica y hasta máquina de escribir, una suerte de “all in one” de estos tiempos, pero vale la reflexión para el futuro de la fotografía y sus avatares , sobre todo los de aquellos que pretendemos o pretendimos vivir de ella, ya veremos cómo termina todo, yo por lo pronto seguiré haciendo fotos, huyéndole a la prensa y soñando con exponer y vender mi trabajo en alguna galería que de paso me patrocine,a veces los sueños se hacen realidad, si no pues no incomodan en mi disco duro. 

José Ramón Briceño, 2013
@ plurifotos


Articulo patrocinado por http://threeway.es/



1 comentario:

  1. Cada vez es más vinculada el captar imágenes a poder compartirlas
    De manera que más bien uno observa la evolución de las máquinas fotográficas a contar con dicha función.
    El impacto en el mundo laboral me parece algo nuevo para mi sin embargo ,creo en la profesionalización de las actividades más en esta, y la diferencia se nota.
    PB

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