La sensibilidad
Algunos lectores aficionados recordaran cuando iban
a una tienda fotográfica o en su defecto una farmacia y pedían que les
vendieran un “rollito” asa 100, que era considerado un estándar, quienes eran
aficionados un poco más acuciosos sabían que en el mercado habían otras
películas de asas más altas o más bajas que le rendirían los resultados que
querían para hacer sus fotografías con mejor calidad.
Asa son las iníciales de la American Standars
Association , instituto que, para el mercado Americano (léase centro, norte y
sur América) controlaba los estándares de las emulsiones fotográficas. En
Europa existía el Deutsche Industrie
Norm que al igual que el caso americano tenia la sigla DIN y funcionaba del
mismo modo que el asa, solamente que mientras para este lado del mundo
hablábamos de ASA100 en Europa era DIN
21, eso cambia con el acelerado proceso globalizador y estos dos institutos en
convenio con los fabricantes de cámaras y películas deciden fusionar la
nomenclatura y allí surge el ISO como sigla única para denominar la
sensibilidad de las películas.
Cuando aparece la fotografía digital esta sigla de
sensibilidad absoluta se convirtió en una guía de sensibilidad relativa, pues
la mayoría de los equipos actuales tienen la posibilidad de trabajar con un
amplio abanico de sensibilidades que pueden ser manipuladas solamente con mover
los controles del equipo.
Estas sensibilidades van desde ISO 100, 400, 800, 1600, 3200 hasta 6400 y 12800 en los equipos más
avanzados que son solo para uso profesional pues su hace bastante inaccesibles
para el aficionado medio y avanzado.
Tal y como vemos en los ejemplos anteriores, tenemos
una misma medida para todas las fotografías pero la calidad de la imagen va
variando según el ISO con que trabajemos. Esto nos da una idea bastante cercana
de cómo podemos manipular los controles de nuestra cámara hasta hacer la
combinación de diafragma-velocidad-ISO perfecta que nos permita tomar las
imágenes que queramos.
Cuando vamos de viaje familiar por los pueblos de
Venezuela siempre se hace obligatorio el visitar sus iglesias, en este caso la
catedral de Mérida, casualmente en el
momento de realizar la fotografía se estaba celebrando misa y se considera de
muy mala educación utilizar un flash en esas condiciones pues desconcentras la
atención en tú cámara (igual vale en los espectáculos públicos, presentaciones
de teatro, ballet o deportes), entonces, en casos como esos recurrimos a variar
nuestras lecturas en pos de la mejor imagen y para ello me serví de la
sensibilidad relativa a fin tomar la imagen que más correspondiese a mis
deseos, teniendo en cuenta que no es
posible modificar el entorno ni moverse hasta lograr una mejor opción de ISO para la iluminación de nuestra imagen.
Como verán cada una de las imágenes tiene su
encanto, todas de alguna manera son atractivas, pero según el criterio final
para seleccionar una que fuese al álbum de recuerdos, se seleccionó la que se
tomó con ISO 800, pues permite no solo apreciar el altar mayor, también nos
deja ver un poco de los detalles de la iglesia sin abrumarnos de información
visual, como sucede con la tomada a ISO 1600 y sin centrar obligatoriamente la
mirada en lo imponente del altar mayor como sucede con la tomada con ISO 100.
José Ramón Briceño 2013
@plurifotos
Articulo patrocinado por http://threeway.es/
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