Todos los días alguien me consulta sobre qué cámara comprar
para iniciarse en esto de la imagen, mi respuesta invariablemente está
relacionada sobre cuánto dinero tiene disponible, usualmente y siempre se
horrorizan en cuanto les hablo de cuánto cuesta un equipo módico, las réflex de
menos valor y otros compactos de aplicaciones más o menos cónsonas con la
búsqueda del principiante o del aficionado avanzado.
En este país (Venezuela) con un eterno control de cambio, un
dólar paralelo cuyo valor es poco más de cuatro veces el valor del oficial hace
mejor negocio viajar y comprar a dólar oficial cualquier equipo, sin discusión
es mejor así , pues si una cámara de 400 dólares, cuesta en este país hasta
8.000 Bs. La misma cámara comprada en Panamá con dólar oficial costaría 2.520
Bs. La razón, simple, el control de cambio, claro también se puede hacer una
suerte de colecta de cupo de dólares y depositarlos en Paypal para la compra,
el problema está en lograr que varios tarjetahabientes te done su escueto cupo
de 400 dólares para internet a precio oficial, ese también lo venden a precio
de dólar paralelo que redunda en el platal que toca gastar para un equipo
mínimo de inicio y ni pensar en ópticas adicionales o en los otros periféricos
(flash de mano, luces de estudio, trípodes, etc. Etc…).
Si superamos este escollo inicial del dinero y nos gastamos
en un equipo inicial, ahora toca seleccionar cual será, allá en los noventa
cuando me inicié en esto no habían tantas diferencias pues si bien habían
cámaras carísimas que nos hacían soñar y otras muy baratas que nos tocaba
comprar por asuntos económicos, todas usaban la misma película y lo otro que
nos quedaba era la habilidad y el conocimiento para hacer los malabares
pertinentes a la toma deseada, desde la manipulación química en el revelado
hasta los trucos para “obligar a la película” a funcionar como queríamos, eso
por supuesto incluía mucha lectura, más deducción, dedicación en el laboratorio
y un número inconfesable de película perdida en los tantos intentos, hasta que
lográsemos algo medianamente bien hecho y de ese momento en adelante pues la
cosa era más sencilla.
Ahora nos enfrentamos a cientos de dilemas, desde la
escogencia de la marca, hasta la selección del modelo a comprar para iniciar.
Al comienzo de este articulo hablaba sobre los costes de iniciarse en la
fotografía, pues creo que es el primer escollo a superar, luego de superado
está el del modelo a comprar, y la reflexión iría en sentido a para que
queremos hacer fotos, me explico, si queremos solo hacer un registro aceptable
de viajes y familia pues con una buena compacta (Nikon P-7000, Canon G13 o
cualquier otro equivalente en otras marcas) basta pues sus aplicaciones y
comando responden bastante bien hasta flash externo y otros accesorios les
pueden ser incorporados, así como la función de toma manual, lo qu7e las hace
unos muy buenos equipos viajeros, aparte de que por sus dimensiones no hace
alardes ni ocupa mucho espacio en los equipajes, razones bastante interesantes
para una buena cámara viajera, el defecto, no crece, es decir que no tiene la
posibilidad de otras ópticas para explorar las muchas curiosidades de los
fotógrafos noveles o no.
También hay una serie de compactas que ahora son de óptica
intercambiable no réflex, la verdad nunca he usado una de esas pero se ven
interesantes, esas crecen en ópticas, según los fabricantes son unas excelentes
opciones por la gama de automatismos y las posibilidades de las ópticas a usar,
el defecto, no tienen posibilidad de adaptarles flash externo y sus ópticas son
excluyentes, es decir, solo sirven para esos equipos y no son compatibles con
las réflex, lo que las hace una opción poco viable económicamente pues todos
queremos que al cambiar de cámaras las ópticas puedan seguir utilizándose y con ello no se tenga la necesidad de hacer
más onerosa la inversión al cambiar de cuerpo y aprovechar las inversiones
anteriores con las bondades propias de
las ópticas y periféricos ya conocidos.
Por último, las réflex que siempre serán la mejor opción,
allí hay toda una gama de precios y posibilidades que comparar al momento de la
compra, las hay desde 400 dólares hasta los 7.000 que corresponden a los
equipos muy especializados para uso en el reporterismo gráfico y con
aplicaciones que hacen que el aficionado y el profesional saliven de gusto no
más al pensar en ellas, pero están en el limbo de los sueños del aficionado
promedio, quedémonos con la gama económica, que tienen muy buenas aplicaciones
, se usan de modo manual, se les pueden conectar todos los accesorios posibles
(desde disparadores remotos, luces, flash y hasta GPS) amén de que las ópticas
son compatibles con otras réflex de mayor calidad, esta es la opción de quienes
ven como meta vivir de la foto o ser un aficionado con posibilidades de dejar
de serlo a mediano plazo, pues la posibilidad de familiarizarse con las
habilidades necesarias del oficio están bastante cercanas al hacerse de un
equipo de esas características, indiferentemente de la marca de este, claro que
cada marca tiene sus bondades, cada fanático defiende lo que conoce, sin
embargo lo que priva es la habilidad para el uso que la marca comprada,
recuerden que la foto en sus créditos no dice marca tal usada por fulano,
solamente dice el nombre del autor pues esta sobreentendido que la foto la hace
un humano no la cámara, aunque esta contribuya a esa producto final llamado
fotografía.
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