El flash
Casi todos los tipos de cámara traen un flash
incorporado, excepto los equipos de alto rendimiento (profesionales) que
quienes las poseen por lo general también poseen un flash externo que les da la
potencia necesaria, además de la posibilidad de trabajar con sensibilidades
relativas (ISO) de hasta 12800 y más, tan altos que en la mayoría de los casos
es molesto por la naturaleza del trabajo de los fotógrafos de prensa o de
revistas especializadas.
En los modelos compactos y réflex que están al
alcance de la mayoría de los aficionados medios y avanzados, poseen flash incorporado. Quienes comienzan el camino de la
fotografía usualmente hablan pestes del flash por desconocimiento de la técnica
de uso. En los últimos años los fabricantes parecen haberse dado cuenta e
incluyen en la programación de las cámaras digitales la posibilidad de
controlar la potencia del destello para que la iluminación artificial sea
siempre un complemento de la fotografía y no un estorbo visual en la imagen.
En la imagen superior vemos dos ejemplos de cómo el
flash da resultados según la técnica que se utilice para su uso, en la
fotografía de la derecha la imagen esta sobreexpuesta en primer plano y con
sombras muy duras, en cambio la de la derecha está correctamente expuesta y sin
sombras que afeen la imagen. Para obtener una imagen correctamente expuesta con
el flash incorporado hay varias técnicas, quizás la mas sencilla sea alejarse
del sujeto lo suficiente para que el destello no tenga excesiva fuerza sobre el
sujeto, esto si no es posible controlar la potencia del flash, si su equipo
permite el control de destello pruebe a ir bajando la potencia del mismo
(usualmente está en el menú de la cámara y va expresado entre -3 hasta +1)
compensando la exposición elevando la sensibilidad relativa (ISO) y la
velocidad de obturación hasta lograr un
equilibrio entre la iluminación natural y el destello del flash, de no ser
posible aléjese del sujeto y compense solamente con la sensibilidad relativa.
En casi todas las cámaras digitales el flash
incorporado está diseñado para iluminar hasta una distancia aproximada de metro
y medio a dos metros en su máxima potencia (+1), la forma de optimizar esta
distancia máxima es manipulando la sensibilidad relativa de nuestro equipo,
recordando que por cada paso de esta se duplica la distancia de alcance del
destello, por ejemplo, si tenemos nuestro sujeto a cuatro metros y queremos
iluminarlo bastaría con elevar la sensibilidad relativa de nuestro equipo en un
paso (de ISO 100 a ISO 400) y así sucesivamente
El flash incorporado también puede (y debe) ser
utilizado en pleno día, ya que su destello elimina sombras y en la mayoría de
los casos eleva los tonos de color haciendo mucho más vistosos los colores a
pleno día.
En la imagen superior vemos dos fotografías, ambas
están correctamente expuestas, sin embargo, una tiene unos colores mucho más
vívidos que otra, esto se debe a que la de la izquierda se tomó con flash de
relleno y la de la derecha, no. La técnica es simple, se hace la lectura
correcta en base a diafragma y exposición (siempre ha de trabajar en manual,
pues en automático las velocidades son fijas), en el caso de tener un equipo
que permita controlar el destello, colocarlo al máximo posible (+1) ya que
siempre será de menor potencia que la luz del sol.
Tal y como sucede con la fotografía sobre estas
líneas, se utilizó el flash incorporado logrando una luz de relleno tan suave
que no se nota, pero para el ojo experto es fácil descubrirlo pues las sombras
que naturalmente aparecen en la oquedad de las orbitas oculares no existe y si
miramos en detalle hay una sombra en la pierna de la modelo producida por la
incidencia de la luz sobre la falda, pero esta sombra es tan leve y armónica
que no hace “ruido” en la imagen.
Existen en el mercado otros tipos de flash, que por
supuesto solamente podrá ser utilizado por las cámaras que posean la conexión
de contacto, bien sea por que tienen en su parte superior la “zapata caliente”
(hot shoe) o el conector para el cable. Estos accesorios son conocidos como flash externo (on shoe como lo comercializan
en el mercado anglo) que va montado sobre la cámara, de estos accesorios se pueden conseguir los digitales, que
establecen conexión con el procesador de la cámara y trabajar en comunicación
directa con la misma. Los sensores digitales de este tipo de flash intercambian
información de distancia, y luminosidad del sujeto haciendo (en algunas
modalidades de programación) que la cámara haga los ajustes necesarios de
abertura y diafragma basándose en la información aportada por el flash. Algunos
modelos de este tipo de accesorios funcionan como esclavos, es decir, pueden ser
colocados en otro ángulo sobre un trípode o una base y así iluminar de una
manera creativa la situación, el único punto que podríamos llamar desfavorable
de este tipo de equipo es que solo son compatibles con cámaras de su misma
marca además que el flash ha de ser fabricado para ese modelo de cámara, lo que
implica un costo adicional cada vez que el fotógrafo actualice su equipo, pues
el flash pasaría a ser obsoleto.
También existen flashes externos analógicos que
prescinden de los automatismos propios de la era digital pero que su destello
es igual de potente que sus pares digitales, aunque no establezcan ningún tipo
de comunicación con la cámara y por su naturaleza solo se puedan usar en el
modo manual, también poseen automatismos que permiten que el fotógrafo
solamente se concentre en lograr una buena imagen olvidándose del engorroso
tramite de diafragmar para controlar la luz que entra a la cámara por aquello
de evitar sobreexponer u subexponer la fotografía.
Otro tipo de flash analógico ampliamente utilizado
por los fotógrafos de eventos sociales y en algunos casos los de prensa, por su
potencia y capacidad de respuesta, son los llamados flashes de antorcha que se
fijan a la cámara por medio de un brazo que va atornillado a la rosca del
trípode. La gama de programas automáticos que poseen los hace perfectos para encarar cualquier
situación fotográfica que se presente pero por su volumen y peso los hacen poco
prácticos, contraparte que se tolera por su versatilidad.
La ventaja de estos equipos analógicos está no solo
en su versatilidad, si no que por su atributo analógico no está diseñado para
una marca o modelo especifico de cámara, puede ser usado con cualquier equipo
sin temor pues los resultados finales siempre son satisfactorios, siempre y
cuando el fotógrafo haya dedicado tiempo a establecer la relación entre los
automatismos y la correlación de estos con las prestaciones de su cámara. Por
ejemplo entre las diferentes marcas, las características de tolerancia a la luz
van cambiando, por tanto hay necesariamente que calibrar ambos equipos antes de
su uso ya que cuando se fija un automático en estos equipos se supone que,
digamos, lo fijamos para F5.6 la potencia del flash pero el sensor digital de
la cámara capta un cuarto de diafragma menos de luz por la baja calidad de su
óptica o por el contrario la óptica es muy buena y se sobre expone la imagen ,
igual perdemos la fotografía y en la mayoría de los casos los disparos son
irrepetibles.
En cuanto al uso especifico de estos tipos de flash,
no difieren mucho entre si. Cuando los utilizamos con luz diurna debemos estar
claros que el flash ha de ser un relleno que complete lo que la misma luz
ambiente no nos da, es decir para evitar sombras y resaltar los colores de la
imagen, tal y como lo vimos en el ejemplo de las flashes incorporados,
solamente que con la posibilidad de regular nuestra potencia de iluminación de
manera más precisa, esto se logra de manera sencilla.
No hay comentarios:
Publicar un comentario