Obturación
Otro
elemento importantísimo es el obturador (disparo) pues este regula la cantidad
de tiempo que el sensor de nuestra cámara recibirá la luz. Estas valores del
disparo se miden por los segundos (o minutos según el caso) que este
permanecerá abierto, por lo general son poco más de unas decimas de segundo
pero de igual manera también podría ser desde una a un cuarto de milésima de
segundo, lo que es bastante rápido.
Estas
velocidades las dividimos en tres grandes grupos
Las
“normales” que van desde 1/30 seg, 1/50seg, 1/60seg, 1/80 seg, 1/125 seg, en
estas velocidades la mayoría de los equipos que aceptan unidades de flash
externas coordinan el destello del mismo en conjunto con la velocidad de
obturación.
Las
“rápidas”; 1/250 seg, 1/500 seg, 1/750 seg, 1/1000 hasta 1/4000 seg dependiendo
del modelo de cámara que se posea, por lo general las cámaras compactas
difícilmente poseen velocidades de obturación superiores a 1/1000 seg. (Una
milésima de segundo) aunque existen en el mercado algunas compactas con
aplicaciones casi profesionales pero que por su costo difícilmente las poseen
aficionados principiantes. Veamos en el ejemplo como la velocidad de obturación
de 1/2000 seg. (Media milésima de segundo) es tan rápida que “congela” el
movimiento de las aspas de un helicóptero
Las
“lentas” que van 1/15 seg. hasta -30
seg.( 30 segundos) y se denominan de esta forma pues es difícil lograr una
imagen correcta por muy buen pulso que se tenga ya que los tiempos de
exposición son excesivamente largos, se recomienda el uso de trípode para la
realización de imágenes en esta velocidades además del disparador de tiempo
para evitar que la imagen salga movida. Existe una opción en los equipos réflex
(ambas modalidades) y en las compactas de alto precio a la que denominan
posición “B” (bulb position), en esta modalidad el obturador estará abierto
tanto como el fotógrafo lo desee pero para utilizar esta velocidad no solo ha
de tener un buen trípode, también se recomienda el uso de control remoto para
evitar mover la cámara cuando se presione y se suelte el disparador. Aunque
el movimiento en algunas imágenes sea necesario para acentuar el carácter de la
misma, en esta imagen, por ejemplo, donde el juego de luces y colores en
conjunto con el movimiento transmiten al observador la sensación de festejo
propia de una procesión nocturna plena de tambores y cantos como corresponde a
la noche de San Juan.
Estas
ultimas tres fotografías muestran tres maneras de utilizar velocidades lentas
en el disparo, en la primera vemos el altar mayor de la iglesia
principal de San Sebastián de los Reyes en el Estado Aragua, como corresponde a
la mayoría de los templos de esa categoría están iluminados de manera tenue.
Sobre todo en los días no festivos para la iglesia católica, lo que obliga a
recurrir a una velocidad extremadamente lenta (15 seg) para hacer la
fotografía, pues si recurrimos a los automatismos obtendríamos una imagen
subexpuesta y con un muy molesto destello del flash en el artesonado del altar
(su color oro lo reflejaría), para esta imagen utilizamos un trípode y nos
servimos del disparador automático. En la segunda fotografía tenemos un rayo,
fotografiar uno es realmente fácil basta con estar en un sitio lo suficientemente oscuro para evitar sobreexponer la imagen, apuntar a la zona
donde descargan los rayos y colocar la cámara en un trípode con la velocidad en
posición “B”, dejando el obturador abierto todo el tiempo que sea necesario y
apenas se vea el destello del rayo soltar el disparador, el mismo destello del
rayo hace las veces de un inmenso flash haciendo la impresión en el sensor con
todos los matices y detalles que tal fenómeno de la naturaleza tiene.
La
ultima es de un concierto de música contemporánea, donde el juego de luces hace
muy difícil lograr una imagen con velocidades rápidas y aun menos con flash,
decidimos trabajar con una velocidad baja (1/15seg) aprovechando las muy cortas
pausas en que los músicos y cantantes paran para hacer el disparo y captar la
energía propia de estos eventos, donde la música y las luces hacen el ambiente.
José Ramón Briceño, 2013
@plurifotos
Articulo patrocinado por http://threeway.es/
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