En estos días se
ha puesto algo de “moda” el hablar de la obsolescencia de los fotógrafos, entre
la crisis económica y el descenso de las ventas de los medios tradicionales, la
masificación de la fotografía vía redes sociales, el regalar las fotos como una
práctica común y el avance de los teléfonos inteligentes como cámaras, ha dado
como resultado la baja de mucha plazas en pequeños y grandes medios para los fotógrafos,
es más ya hasta las instituciones han bajado la demanda laboral de ese oficio. Todos
estos argumentos y algunos más que se me escapan también han sido muy buenas
excusas para los empleadores bajar esos sueldos a espacios de miseria y los fotógrafos
pues les ha tocado aguantarse esas miserias pues no tienen de otra que ver como
se sobrevive en esas condiciones, ese es un fenómeno (me atrevería a afirmarlo)
mundial.
Paradójicamente,
las ofertas de talleres, cursos, licenciaturas y profesionalizaciones en esta área
han ido creciendo en estos últimos tiempos, la pregunta es ¿Qué harán en este
futuro tan incierto?, no lo sabemos, ojalá que todos esos jóvenes y adultos que
están incursionando en este oficio no solo sepan lo que hacen, también que no
desmejoren el precario equilibrio entre demanda y oferta pues por lo general
todo lo expuesto en las líneas superiores ha ocasionado que muchas veces se regale
el trabajo o se cobre tan poco por el que todos salen perjudicados.
Pues bien, una
vez aclarado ese punto de la crisis, una pregunta nos lleva a la otra, ¿ahora qué
hago con eso que aprendí?, pues la respuesta es simple seguir aprendiendo y
perfeccionando la mirada, usted lector me dirá ¿ajá y que gano yo con eso si
ahora los periodistas y los dueños de medios matan todo o con capturas de blogs
ajenos, agencias de noticias y cámaras de smartphones?. En este caso también la
respuesta aunque no es tan simple si tiene algunos aspectos que la hacen
sencilla, me explico, por más que la noticia queme los medios en cuestiones de
segundos, nunca ninguno de los aficionados por mucho instagram o Ps que le pongan
al asunto, tendrán el tiempo ni el conocimiento suficiente para ofrecer
respuestas reales al mundo, por medio del lente de sus cámaras, a menos claro
que lo aborden desde sus smartphones con la conciencia de quien busca
respuestas.
Sé que casi
todos sueñan con viajes, aventuras, glorias periodísticas, premios Pulitzer, World
press o cualquier reconocimiento de aquellos con los que soñábamos antes,
muchos quizás solo quieran ser fotógrafos de prensa, algunos pues de modas,
editoriales, científicos o cualquiera de esos muy glamorosos espacios que
ofrece la fotografía.
Aunque las
nuevas tecnologías y la simplificación de los equipos parecieran amenazar todos
los espacios que antes pertenecían específicamente a los fotógrafos, nunca podrán
suplantar la mirada profunda y el conocimiento técnico para lograr algo más
allá de “fotos bonitas”, esas imágenes con historia son las difíciles y de esas
está hambriento el mundo.
¿Cuáles son los
temas posibles?, muchos pero requieren dedicación y perfeccionamiento para
llegar al nivel en que tu foto sea tan diferente a la “bonita” que un cliente
decida pagarte lo debido por ello, más
allá de los tradicionales pruritos económicos que ahora embargan a los clientes
potenciales.
Allá afuera hay
un universo de cosas que fotografiar y dejar para la posteridad, no son los
motivos comunes los que los harán fotógrafos, ni siquiera los atardeceres, de
los cuales he visto millones, ni los bellos cuerpos femeninos o cualquiera de
los motivos comunes y gastados que ya de tanto verlos aburren, más allá de las
cualidades técnicas o del costo de los equipos usados, son imágenes cualquiera,
¿Por qué cualquiera?, porque se han visto millardos desde que se inventó la
pintura hasta nuestros días, por tanto la parte complicada está precisamente
tener paciencia para ir trabajando en función de uno o de varios temas específicos,
mirar todo lo que se pueda del trabajo de otros, dejarse influenciar y no caer
en la fácil tentación de la “foto bonita” pero sin profundidad discursiva.
Esa profundidad
discursiva, que rehúye el lugar común, con la suficiente simpleza para llegar a
todos, que no necesita ser explicada para poder ser entendida, ese tipo de
fotografías son las que te abrirán las puertas de la venta segura, del espacio
editorial y de la (por que no) inmortalidad pues esas, las que te sacan del
sitio común del montón son las que te harán diferente.
Claro si hay
millones que se creen fotógrafos pues ciertamente hacen clic y la foto se ve “bien”,
pero todos sabemos que están más cerca de ser “foteros”, también existen
millones esforzándose por ver de manera diferente el mundo, no solo haciendo
fotos, leyendo sobre otras cosas, viendo cine y aprendiendo de los maestros,
por lo que la cosa se hace complicada pero no imposible, ser FOTÓGRAFO no es un
asunto de dos o tres años, no es asunto de correr, es más bien de ir con calma
pero sin pausa, de mostrar, de hacer portafolio y perder quizás el miedo al que
dirán, luego, vendrán los reconocimientos y quién sabe si hasta la fama.
En el próximo post
hablaremos un poco más sobre el asunto de los temas “fotografiables” y sus
posibilidades
José Ramón
Briceño Diwan, 2013
@jbdiwancomeback
Articulo patrocinado por http://threeway.es/
Me ha encantado. Ha resultado muy estimulante y motivador. Hay lugar para la esperanza. Realmente la descripción de la situación actual en el ámbito fotográfico es tal cual la describes, y quiero confiar en que el buen trabajo siempre será tenido en cuenta. Ahora bien, en los últimos años, y cada día más, me encuentro en situaciones en las que tengo que explicar la diferencia entre mi trabajo y la toma de imágenes que realiza cualquier otra persona que asiste al evento en cuestión de manera casual con su smartphone, tablet o cámara fotográfica, presionando el botón en ráfagas consecutivas.... Claro que también se podría pensar que si tengo que explicar la imagen es que la imagen no habla por si misma, que también podría ser, pero concretamente a lo que me refiero es a la falta de formación visual que impide discernir entre un trabajo elaborado y un disparo al azar. Y que en los últimos tiempos es muy común encontrar a diario.... En fin... En cualquier caso, me quedo con lo estimulante y esperanzador de tus palabras.
ResponderEliminarUn saludo