Últimamente la
fotografía ha tenido un repunte interesante, no sé si es por el auge de las
redes sociales o por la crisis, ambas razones son válidas, la primera por el
alto nivel de calado de las redes pues ahora hasta con los teléfonos se tiene acceso
y (tal como hablé en el post anterior) los mismos teléfonos son cámaras
compactas, algunos modelos con cámaras muy buenas por cierto. La segunda opción
es porque en tiempos de crisis económicas nacen nuevos oficios, no es que la
fotografía sea un oficio nuevo, es que parece más fácil y de alguna manera más
al alcance de cualquiera, una cámara barata sirve para empezar y luego, poco a
poco se hace el dinero para ir avanzando en equipamiento así como en la calidad
de estos equipos que se compran.
En todo este maremágnum
de imágenes y equipos, veo no sin cierta gracia como en muchas redes se
publican fotos, unas muy buenas, otras pues muy comunes, pero todas coinciden
en una avalancha de cifras y técnicas detalladas con cierto esmero, imagino yo
que para compartir cuanto saben los que las publican sobre el tema, pero como
en mi caso soy un fotógrafo a la antigua, de esos que aun usa su cámara digital
de última tecnología como su vieja réflex manual, no le veo sentido a esas
explicaciones técnicas, hacer fotos es como cocinar, cada quien hace su técnica
y cada uno sabe cómo lograr sus fotos sin mayor problema. Como dice un buen
amigo, docente allá en Venezuela, no importa la flecha, lo que importa es como
la maneja el indio, por tanto creo que el carnaval de cifras sobra.
Ciertamente hay
técnicas básicas, las medidas, el diafragmado, la velocidad de obturación y
hasta el uso de filtros como el polarizador por ejemplo, pero a través del uso
y la practica todas estas cifras quedan en el olvido, no es que lo olvidas, es
que cuando vamos trabajando nos ocupamos más de la imagen en sí que de la forma
en que la tomamos, creo que más importante para conversar son la composición y
el encuadre, quizás hasta las motivaciones para la creación de tal o cual
portafolio, pero no he visto en ninguna parte que los novatos cuando menos
hablen de eso, ni existen (yo no los he leído) foros de discusión pare eso,
simplemente todos se pavonean hablando de los equipos, sus posibilidades, sus ópticas
de miles de dólares y hasta de la técnica tal o cual, lo más hablan hasta de la
diferencia entre el Ps y el ligthroom , lo que me parece una discusión estéril.
Como dije párrafos
arriba, yo soy de la vieja escuela, no creo en recursos como el HDR, la verdad
no me agrada la textura de muchas imágenes que hay por ahí, todas buscan ser “originales”
y de tanto hacerlo terminan pareciéndose, la originalidad es otra csa, eso
viene del trabajo, la lectura, la búsqueda, la revisión del trabajo de otros
además de la inmersión en otras corrienbtes artísticas, de ahí se construye
todo el universo interior que va dando forma a nuestra visión y después, quizás
a eso que damos en llamar originalidad, antes solo vamos a ser unos más del montón.
Ser artista o es
solo hacer ”fotos bonitas”, todos los profesionales sabemos que si tienes un
buen equipo y quizás hasta una rutina hasta un mono puede hacer esas “fotos
bonitas”, ahora ser artista eso es otro cantar, dependerá de mil cosas, pero al
final será la obra la que hable sola. La verdad el oficio de pretender ser
artista en la fotografía es un asunto bastante complicado pues cuando se han
hecho tantas cosas, tantos maestros han pasado por las ópticas de sus cámaras,
tanta foto se ha publicado, es ya difícil
encontrar alguna cosa no explorada para fotografiar y ser tildado de original.
A pesar de que
la “originalidad temática” sea una cosa difícil de encontrar, no lo es tanto la
“originalidad visual”, solo es un asunto de ejercicio y estudio, yo no creo
haberla encontrado aun, en mi caso estoy cada día intentando distanciarme más
de la realidad, sin embargo me toca rendirme ante la posibilidad de que mi
trabajo documental sea de alguna manera mi fuerte, pero estimados lectores, si
quieren que es diga un secreto se los diré, la fotografía o la imagen , no
dependen tanto de la técnica como del corazón, esa foto sale desde allí para
transformarse en bytes que las computadoras reordenan y los hacen imagen.
Para lograr esa sincronía
mi recomendación es, mucha literatura (menos autoayuda por favor), mucho cine
del bueno, mucho museo, mucha galería o libros, el asunto es ver las otras
formas del arte y alimentarse de ello, además de no entrarle a un tema porque
nos parece “bonito”, el tema debe ser entendido si no en su totalidad cuando
menos en una parte y usar la fotografía para desentrañar sus misterios, no al
contrario. De no hacerlo de esa manera seguirán haciendo paisajes, viejitas,
calles solitarias, desnudos (los cuerpos son bonitos o interesantes siempre) o
cualquier otro motivo, a lo mejor de manera técnicamente perfecta pero igual
uno del monton.
Así que señores,
señoras, señoritas y jovencitos que se quieran iniciar y colocar en su resumen
curricular que son artistas gráficos, no basta conocer al derecho ya al revés el
Photoshop o el Ligthroom, tampoco el manual de la cámara, el glosario de términos
o hasta las tecnologías de punta, para ser artista solo basta explorar, leer,
mirar, preguntarse y que la cámara sea el vehículo de la respuesta, basando
esta respuesta en todo el cumulo de búsquedas en otras artes visuales,
auditivas y escritas, por supuesto con mucha practica y ensayo/error incluido.
José Ramón Briceño, 2013
@plurifotos
Articulo patrocinado por http://threeway.es/
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