En primer lugar escogemos una locación cuya luz nos
favorezca, es decir que siempre nuestro sujeto esté frente a la luz del sol, en
segundo lugar escoger las horas del día donde la luz es siempre más propicia,
entre las seis de la mañana y las once o de las tres hasta las seis de la
tarde, pues en esas horas la intensidad del sol es mucho menor que a mediodía
sobre todo en estas latitudes. Seguidamente tomamos la medida de luz ambiente
(diafragma/velocidad de obturación) y colocamos en nuestro flash una potencia
de luz de un diafragma o diafragma y medio por debajo de la medida dela cámara,
teniendo siempre cuidado de no sobrepasar la velocidad de obturación máxima en
que la cámara coordina con el flash (en la mayoría de los equipos digitales
réflex está entre 1/250seg y 1/500seg).
Por ejemplo, si nuestra medida es de F16 con
1/250seg., el flash debería de estar a F11, bien sea programando el automático
de su equipo analógico o en su equipo digital.
En las imágenes de muestra fue utilizada la técnica
descrita, fíjense como en ningún rostro hay sombras, que naturalmente saldrían
por efecto de la incidencia de los rayos solares, además de cómo ganan fuerza
los colores de la imagen, especialmente el color del cielo ya que con esta
técnica equilibramos el desbalance natural de iluminación que hay entre el
cielo y el suelo, que usualmente es de aproximadamente diafragma y medio,
casualmente el mismo diferencial que hay entre la medida de nuestra cámara y la
del flash.
Este diferencial se usa como medida estándar, pues
si lo hiciéramos con ese diafragmado en el flash por encima de la luz ambiente
al cerebro le costaría analizar la luz tan confusa haciendo una imagen que
debería ser agradable convirtiéndola en algo chocante a la vista y por tanto
incorrecta, aunque debemos admitir que en algún caso el efecto es bastante
interesante.
Si observamos en la imagen superior, en la imagen de
la izquierda, a primera vista no hay nada extraño, pero hay “algo” que incomoda
visualmente a pesar de que en la fotografía hay una niña linda caminando a la
orilla del mar. Eso que nos incomoda es la manera en que está iluminada,
fíjense que frente a la niña hay una sombra propia de la hora de la toma (07am)
pero tras la niña existe otra sombra (la del flash) que nos confunde, pues lo
natural es que en el día solo tengamos una sola sombra. En cambio en la imagen
de la derecha tenemos a la misma niña fotografiada diez o quince minutos luego
la primara foto y tiene una sola sombra en conjunto con una gama tonal casi
perfecta y un cielo azul tal y como corresponde a los cielos del trópico
venezolano. En esa fotografía fue utilizada de manera correcta la técnica del
relleno con flash, en este caso por uno analógico sobre la cámara pero de igual
manera puede ser usada con la antorcha o el digital pues todos tienen
prestaciones similares.
Además de estos equipos portátiles tenemos también
uno menos conocido por el gran publico el flash de anillo (Ring flash) que se
utiliza para hacer lo que llamamos macrofotografía, que no es más que
fotografiar objetos muy pequeños 1:1, es decir que el tamaño de lo fotografiado
cubre completamente el espacio del sensor de nuestra cámara, para ello se
utilizan ópticas especiales llamadas también 1:1, usualmente de focal de 50mm,
a estas ópticas se le adaptan estos accesorios para que la luz que incide sobre
el objeto fotografiado sea lo más pareja posible, ya que usualmente las
distancias de enfoque son de apenas unos cuantos centímetros impidiendo que la
luz ambiente cubra correctamente el sujeto.
En la imagen superior vemos dos modelos de flash de
anillo, uno para cámaras réflex (derecha) que utiliza luz continua con una
batería de Led´s como fuente de iluminación y otro para cámaras compactas que posean zapata de flash, y por supuesto para
cualquier modelo réflex. Estos equipos son muy apreciados por los naturalistas
y científicos pues les permiten realizar imágenes bastante fieles de los
especímenes que tienen que por su trabajo tienen que registrar. Su modo de uso
es muy similar al de otros equipos flash.
Por último y para terminar nuestra introducción al
universo de la luz artificial para fotografía hablaremos de las llamadas luces
de estudio. Seguramente muchos han visto alguna vez unos flashes muy grandes
con paraguas acoplados y en algunos casos otros accesorios cuadrados o
rectangulares cuyo nombre es caja de luz suave (Softbox), esos son los llamados
puntos de luz de estudio, flashes profesionales cuyo costo en la mayoría de los
casos está muy por encima del presupuesto del aficionado, a pesar de que
existen en el mercado unos equipos bastante económicos y prácticos.
Estos accesorios hacen realmente la vida del
fotógrafo mucho más placentera, pues su potencia y rango de alcance de la luz
los hace perfectos para cualquier trabajo de estudio y en algunos casos en exteriores.
Cada accesorio que se le acopla (en la imagen de
muestra vemos unos con softbox) tiene una función especifica y se utilizan para
todas las posibles situaciones fotográficas de estudio. Esta misma potencia nos
permite trabajar con diafragmas muy cerrados lo que nos da una amplia
profundidad de campo que resulta en la reproducción casi perfecta del detalle.
Además de un control absoluto en la luz que se utiliza.
En la primera imagen de ejemplo fue utilizado un
solo punto de luz de 300w (vatios) colocado de manera lateral con su respectivo
paraguas del tipo eclipse (blanco por el interior y negro en el exterior lo que
no permite ninguna fuga de luz), con la cámara en F11 a 1/50seg, lo que nos
permite detallar hasta la textura de la
piel, logrando un efecto de retrato bastante cercano entre la niña y la
cámara.
En esta fotografía de una boda se utilizaron dos
puntos de luz de estudio con paraguas y con la misma medida de la imagen
anterior, pero el flash ubicado a la izquierda de la pareja se programó a ¼ de
potencia y el derecho a full potencia los que resaltó los volúmenes de la novia
y mantuvo esa aura de paz y felicidad propia de eventos de esta naturaleza.
El desnudo es un clásico dentro de la fotografía de
estudio, para esta imagen se usó solamente un punto de luz desnudo (sin ningún
accesorio, solo el reflector), colocado de manera perpendicular para realzar la
suavidad de sus formas, fíjense en la textura de la piel y de como la foto hace
hincapié en las curvas de la modelo, imágenes como esta nunca podrían ser
realizadas sin la asistencia de un buen equipo de iluminación, claro siempre
existe la posibilidad de realizar las tomas en exteriores, sin embargo el
ambiente y la intimidad del estudio hacen menos incomodo el abordar temas como este.
José Ramón Briceño, 2013
@plurifotos
Articulo patrocinado por http://threeway.es/
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