lunes, 30 de junio de 2014

Exponer, primeros pasos



Todos los fotógrafos tenemos, en algún momento que participar en alguna exposición, competir en algún concurso, vender en alguna galería, total, diversificar las maneras de difusión de nuestro trabajo, atrayendo de paso nuevos espectadores proveerse de la muy necesaria remuneración. Esa decisión forma parte del oficio “serio” medirse con otros o quizás simplemente vernos en la pared de alguna galería o museo es un placer siempre, si le sumamos la posibilidad de venta o de premiación para nuestro trabajo, tanto mejor.

La cosa se pone complicada cuando comenzamos a seleccionar el material para enviar, usualmente tenemos cientos de miles de imágenes en otros tantos discos desperdigados por todos lados, revisar eso es un problema, mi primera recomendación es que mantengan archivos genéricos con una selección básica de las mejores fotos que vayamos tomando, separadas en caretas por motivos y hasta por técnica, al momento de plantearse la selección agradecerán haber tomado esa precaución.

Para plantearse la selección de lo que vayamos a enviar bien vale revisar la historia de la galería, museo o salón al que enviará su obra, nunca es el mismo tipo de jurado que está en un museo de arte contemporáneo al jurado de un premio de fotoperiodismo, tampoco son de la misma óptica los jurados que usualmente se asumen para salones tradicionales, una vez que sabemos su historia podremos comenzar la selección primaria. Otra clave también son las bases mismas, si hay poco espacio para la obra debemos pensar en una imagen única, si por el contrario hay suficiente espacio podríamos pensar en un tríptico para que nuestra historia en imagen sea más contundente, aunque soy partidario de la imagen solitaria con discurso, también sé que hay otros que van mejor acompañados.

En caso de decidirnos por más de una fotografía, si es un salón tradicional no tiene sentido enviar polípticos, nada de eso, si acaso tres buenas imágenes que compartan por completo lo que su autor pretende, la otra licencia es más válida para los museos o galerías de arte contemporáneo que son más flexibles en cuanto a la apreciación de otras formas menos convencionales de elaborar discursos.

Color o B/N formará parte de su decisión, pero aun no llegamos ahí, la temática de las imágenes también es pertinente, no a todos los concursos entra un desnudo,  ya comenté líneas arriba que vea la historia del salón   así podré ver si el abordaje del tema es válido para ese espacio, siempre los paisajes, las instantáneas, el trabajo conceptual y hasta el documental son bien recibidos en todas partes, las naturalezas muertas, los desnudos, el trabajo experimental y hasta los ecos del surrealismo contemporáneo caben más en un museo o en alguna galería especializada.

Ya vio que tiene, en el supuesto de que haya visto suficientes fotos leído suficientes libros (no de técnica por favor) ha mirado infinidad de filmes y ha visitado muchos museos así sea de manera virtual, presumo que su pieza es lo suficientemente original como para que un jurado no lo rechaza por ser un vulgar copiador de otros, eso es muy feo.

Toca seleccionar la impresión, en estos tiempos hay cientos de opciones de impresión, desde la lona, pasando por el lienzo, el vinil autoadhesivo hasta la siempre hermosa copia en papel, debo admitir que soy un purista en cuanto al asunto del montaje, a  mí me sigue gustando el marco negro, el paspartú blanco y con las consideraciones necesarias mi fotografía impresa en papel fotoquímico y protegida de los elementos con su vidrio, todo muy clásico, sin embargo, en virtud de los tiempos que corren toca pensar en otras formas, quizás en este punto la única acotación sería que la impresión fuese si no perfecta por lo menos cercana a eso, una presentación limpia y que exude seriedad por favor nada de ese espantoso “marco holandés” (así le dicen en Venezuela) que no es más que la imagen pegada a una tablilla, eso está bien para las fotos familiares en la oficina, que al final tampoco la oficina es tuya ( si lo es, quita esa foto y mándala a montar bien) en una sala de exposición debemos mostrar respeto y consideración hacia el espectador, además, la foto es nuestra embajadora si da mala impresión así mismo nos verán.
Prof. José Ramón Briceño, 2014

@plurifotos


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