sábado, 6 de agosto de 2016

Las etapas de un fotografo (I)



Gracias a las redes sociales no solo estamos bombardeados de buenas y (muy) malas imágenes, también hay cientos de tutoriales en español que intentan explicar los modos “correctos” de hacer imágenes. He leído muchos artículos donde gente bastante preparada en la materia hace largas disertaciones sobre el hecho fotográfico, sin embargo creo que hay (en la mayoría) una carencia muy preocupante en explayarse sobre el siempre espinoso proceso para llegar a una galería.

Cada vez que veo una imagen con su muy respetable firma , esa que dice fulano de tal “artista visual”, “photographer”, “fotógrafo” o cualquiera de las formas con las que dejan constancia de su autoría, no puedo más que sonreírme y prometer que a ninguno de mis alumnos le recomendaría tal osadía. En primer lugar el adjetivo de “artista” debe ser como el de chef, producto del trabajo por años y de los múltiples reconocimientos que el fotógrafo vaya recogiendo en un camino que en realidad jamás ha de ser apurado, cada quien tiene su ritmo y el tiempo de madurez de cada obra dependerá de varios factores cuya duración será algo particular en cada caso, no tiene sentido andar dándose ínfulas artificiales si en tu haber no has quedado ni en un salón regional, no tiene sentido alguno.

Hoy sin embargo no quiero extenderme en ese tema, más bien lo uso a manera introductoria para conversar en este monologo escrito sobre algunas cosas que me preocupan y de las cuales he hablado en otras oportunidades, sin embargo el post (que va dividido en tres partes) será dedicado a las escalas que debemos atravesar todos para poder terminar considerándonos artistas de la imagen y así poder algún día ser reconocidos en cualquier espacio como tales, más allá de las etiquetas autoproclamadas.

En la vida de todo fotógrafo hay tres etapas que se van solapando una sobre otra hasta lograr hacer de nosotros unos generadores de imágenes que bien podrían ser consideradas fotografías y que en mi opinión hemos de transitar con bastante empeño y quien quita si instalarnos en alguna de las etapas según sea nuestra ruta a seguir para ganarnos la vida.

La primera etapa la he llamado la “etapa técnica”, que va desde aprender a hacer el disparo con la medida de luz adecuada hasta la postproducción de cada imagen, como no todos los fotógrafos están obligados a terminar de artistas he visto a bastantes estancados en esa parte y no les va ni mal pues su trabajo depende de hacer copias fieles de lo que su cliente les pide, como en el caso de muchos de quienes se dedican a la publicidad , sobre todo en países donde se trabaja de manera organizada, con history board , equipos de estilistas que preparan la escena, directores de fotografía, productores y hasta diseñadores para “revelar” el negativo digital que produzca el trabajo , por tanto la creatividad queda relegada al trabajo de otros y el fotógrafo más que artista se convierte en un técnico impecable pero sin iniciativa, también por lo general se convierten en unos monstruos insoportables de los procesos inalterables pues “así lo dicen las reglas” .

También hay quienes se dedican a otras cosas menos complicadas como eventos sociales , registros de oficinas y cualquiera de las cientos de aristas donde la fotografía  no tiene que ser nada del otro jueves ni los clientes lo exigen, por ultimo tenemos a los que por alguna razón se estancan ahí, manejan sus equipos a la perfección pero su trabajo es una postal cualquiera de las millones que se ven desde la invención de la fotografía a color, además de estar empeñados en que una imagen en blanco y negro es “artística” cuando la realidad es otra.

A pesar de que los comentarios anteriores parecieran ser negativos no puedo dejar de hacer hincapié en que siempre ha de transitarse la etapa técnica, aprendérsela a rajatabla, cuando menos hasta donde sus necesidades expresivas o laborales lo exijan, pero en ningún momento cerrarse ante otras posibilidades ni atarse a procedimientos técnicos “inamovibles” pues como en todos los oficios hay varias maneras de hacer una misma cosa y al final lo importante en realidad es el procedimiento, nada ganamos con volvernos talibanes ortodoxos de la tecnosofía digital o analógica pues más adelante veremos como esos procesos van cambiando según vamos mutando nuestra forma de mirar.

En el próximo articulo veremos algo sobre la segunda etapa que he dado en llamar “La búsqueda”, antes de despedirme por hoy quisiera invitar a mis lectores a ver mis clases básicas en los tutoriales de Blipoint.com y si no quieren comprar afiliación primium que es la que da acceso a esos tutoriales también pueden comprar mi manual básico de fotografía digital en Amazon, hasta la próxima semana. 

P:D los invito a leer este post en mi otro blog  Opiniones desde esta esquina del tercer mundo y si no pueden colaborar tambien se vale compartir para lograr la meta, muchas gracias.

Crónica para un proyecto complicado Prof. José Ramón Briceño, 2016
@plurifotos



 

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