jueves, 1 de noviembre de 2012

El retoque fotográfico



Del documento a la imagen

En estos tiempos donde la fotografía digital es casi que omnipresente pues desde los teléfonos hasta los juegos portátiles de video tienen cámaras, además de los cientos de espacios llamados redes sociales mueven millones de fotografías a diario, muchos de las nuevas generaciones asumen esta como la única fotografía posible, la digital. Con esta aceptación de los pixeles viene incluida una aceptación de las posibilidades de  alteración de las imágenes, creando una matriz de opinión bastante reaccionaria en contra de los programas de retoque digital pues todavía en el inconsciente colectivo flota la idea de la fotografía como un documento gráfico y que su retoque le resta valor como tal.
Esta discusión sobre el valor documental de la imagen tiene muchos años en discusión (antes de imaginar tan siquiera la posibilidad de lo digital), y de esa visión tiene culpa la prensa y en otros casos la costumbre de realizar fotos para registrar cada momento importante de nuestras vidas (bautizos, matrimonios, graduaciones, nacimientos, viajes, etc,etc…), lo que creó una matriz de opinión al respecto, tanto que muchas veces durante mi infancia y adolescencia oía que si no había foto el hecho era de dudosa veracidad (la prensa otra vez). En fin tanto es así que en mis clases y solo por incordiar a mis alumnos al respecto les hago esa pregunta sobre la veracidad comprobada con fotos , solo para responder a mis alumnos con que si hemos visto una foto de Superman y la especie de la verdad ilustrada es cierta pues el superhéroe existe, cosa falsa por supuesto, pero válida al ilustrar el punto.
A principios del pasado siglo XX ya se había perfeccionado el proceso de laboratorio químico, los primeros en sacarle partido de manera política fueron los soviéticos, quienes a fuerza de paciencia lograban transformar sus fotos de propaganda según los dicterios de la política, bien sea para hacer propaganda o para hacer desaparecer hasta de las fotos de archivo a los personajes incomodos para el régimen, lo otros y que comenzaron con la intervención pero por motivos artísticos muy plausibles por cierto fueron los Surrealistas de la Francia de la posguerra, quienes encauzaron todo un caudal imaginativo para construir mundos, personajes e ideas en imágenes que hoy día con toda la tecnología (a mi juicio) son irrepetibles, por ultimo la industria de Hollywood desde los años 20 ya retocaba digitalmente las fotos de sus artistas para construir desde los medios esa imagen etérea tanpropia del halo casi mágico que los rodea, es decir, gente sin arrugas , sin defectos visibles, hermosos todos, pues así se apalancaba la industria de los sueños.
 Una vez que vemos desde cuando se retoca la imagen pasan dos cosas, la primera es una profunda desconfianza y la otra, nos vemos obligados a dividir lo mirado en imágenes y fotos, es decir, las primeras son aquellas intervenidas por el método y con el fin que sea, la segunda pues es el documento que intenta ser verídico sin intervenciones que permitan darle otra interpretación más allá del valor documental.
A propósito de manipulación y ya para cerrar este post, déjenme comentarles que siempre han sido manipuladas las fotografías , por lo menos todas las generadas por los fotógrafos que tenían la oportunidad de hacer sus propias copias sin depender de laboratorios comerciales donde por lo general se hacían copias mediocres por aquello de que la reproducción de negativos es una cosa particular, es decir, cada negativo tiene condiciones espaciales y su tratamiento de manera estandarizada nunca da muy buenos resultados. Esto de la manipulación hecha por los fotógrafos respondía (o responde según el caso) a mejoras que hacen más interesante la foto, como resaltar el cielo, el suelo, iluminar zonas especificas de la imagen para resaltar algún detalle y otras tantas particularidades de cada toma con lo que ahora, en esta era digital de cámaras de millones de pixeles al alcance de la mano y la posibilidad de cambiar el iso entre una y otra foto consideramos como una limitación técnica de la época predigital. Sin embargo ahora con los millones de programas para aficionados y el Photoshop se ha posibilitado la masificación del retoque digital y mejoramiento de las imágenes, amén de lograr imitar a los surrealistas sin tanto tiempo de dedicación, poniendo al alcance de cualquiera la posibilidad de lograr imágenes de calidad profesional sin tener que saber mucho, solo hace falta un poco de paciencia y una cámara de resolución media para lograr imágenes muy buenas, el único problema es que ahora uno no sabe si la foto es producto de la constancia y el análisis, o simplemente es el resultado de cualquiera de los programas automáticos existentes, Instagram por ejemplo.


José Ramón Briceño,2013
@plurifotos
Articulo patrocinado por http://threeway.es/

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